CONJURA GOLPISTA
DE LAS ELITES
Carlos Angulo Rivas
7 FEBRERO 2022
Ya
me explico ¿por qué? el presidente Pedro Castillo baila al filo de la navaja
mediante decisiones torpes y erráticas. Fuera de su propia personalidad
desconfiada y la falta de formación política e ideológica, está expuesto a un
conjunto de asesores de “confianza” mediocres y fracasados, el llamado
“gabinete en la sombra.” Castillo en las entrevistas periodísticas concedidas
manifestó que está en un proceso de aprendizaje lo cual resulta bastante
honesto porque nadie aprende a ser presidente de una república sin estar en el
cargo; sin embargo, para aprender existen dos condiciones fundamentales,
primero ser humilde y segundo saber escuchar a quienes tienen mayores
conocimientos en las materias complejas de las ideologías, el derecho, las
leyes, la cultura, la economía, la ciencia y la tecnología. Pero Castillo
parece ser un sujeto avergonzado de su ignorancia, que por ser el presidente,
cargo jamás soñado, no la acepta; peor aún cuando se ve atacado sin piedad por
el 90% de los medios de comunicación al servicio de la corrupción sistémica en
el país, a través de calumnias, descalificaciones e insultos, todo sin respeto
alguno a la investidura de encarnar a la Nación.
De
esta situación nebulosa de incapacidad, propia de la ausencia de un Norte en el
gobierno se aprovechan las corrientes opositoras y la elites que sostienen al
Estado Mafioso para continuar con sus prácticas corruptas de enriquecimiento
ilícito, quienes apuntan, además, a la renuncia, vacancia o destitución
golpista de Pedro Castillo. Sin duda, no toda la culpa de esta debacle
política, cuatro gabinetes ministeriales en seis meses, es responsabilidad de
la improvisación del presidente, una parte sí, pero la mayor parte está en la
izquierda, el Congreso obstruccionista e inmoral, la alta burocracia del
aparato legal y por supuesto en un periodismo sodomizado que no es periodismo
en ninguna parte del mundo. En este tinglado de pesadilla gubernamental nos
debe interesar más el comportamiento de la izquierda porque aunque no se quiera
este es un gobierno de responsabilidad de la totalidad social progresista e
innovadora. donde Castillo no debe estar a su libre albedrío como hasta ahora.
A los sectores de oposición se les conoce de memoria, por consiguiente es
ilusorio pensar en la eventualidad de un Consejo de Ministros consensuado de
ancha base como propone un conciliador Castillo a raíz del falso debut del ex
premier Héctor Valer; menos todavía ante la existencia de una conjura golpista
de las elites.
Antes
de renuncia-destitución de Mirtha Vásquez existía la sensación de una
parálisis, un punto muerto o embotamiento, donde el Ejecutivo ni ataba ni
desataba porque, al parecer, Pedro Castillo no está seguro de cumplir con el
Plan Bicentenario anunciado el 28 de julio. El presidente no empuja el carro y se
deja apabullar sin confrontar las sinrazones de la mayoría del Congreso y el
azuzamiento ilegal de la prensa basura, siendo este errado comportamiento una
falta de definición que lo llevará a traicionar o triunfar, no existe otra
alternativa. Un razonamiento primario lo llevaría a pensar que es imposible
realizar cambios sin confrontar.
Sólo
una coalición de izquierda por el CAMBIO político, económico y social, por el
que votó la mayoría de los ciudadanos, puede retomar el rumbo
político-ideológico perdido en tanto y en cuanto los profesionales y técnicos,
no elegidos, ministros y funcionarios, no son lo llamados a gobernar ni a
impartir las directivas al régimen, ellos más bien deben implementar y cumplir
las decisiones políticas de la Administración. De esa forma siempre ha
gobernado la derecha y así debe gobernar la izquierda.
La labor obstruccionista, de ataques malsanos al Ejecutivo es IDÉNTICA a la ejercida contra Kuczynski el 2016. El FUJIMORISMO somete y maneja a todas las bancadas de oposición en el Congreso debido a su poder mafioso y a la cruzada absurda de María del Carmen Alva que afirma estar luchando contra el comunismo. Ni AP ni APP ni Podemos ni los Morados se salvan. A la mayoría de los congresistas no les interesa construir PATRIA sino sus intereses particulares, hay que pararla en seco, pues ya hemos vivido en nombre de la “gobernabilidad” el nefasto período de cuatro presidentes en cinco años. Por lo tanto, la coalición de izquierda junto al pueblo que colocó a Castillo en el gobierno, es la única fuerza con derecho a exigir la vacancia presidencial si el mandatario no cumple con el programa Bicentenario diseñado, el mimos que fuera expresado ante la Nación el 28 de julio último. El desafío de Castillo es mantener con firmeza la unidad de la izquierda; y afrontar la histérica oposición facho-derechista y de las elites que no lo aceptan por considerarlo un peón de hacienda; en consecuencia, es urgente crear un blindaje con las bases sociales de apoyo al gobierno democrático popular del presidente y de Perú Libre.
Sin
embargo, mantener la unidad de la izquierda en el pueblo significa tener
entereza e integridad en los dirigentes políticos partidarios para hacerse una
auto-crítica honesta, ya que por un lado se ha caído en el infantilismo pequeño-burgués
de Verónika Mendoza de retirarse del gobierno despotricando de Castillo al
haber perdido dos ministerios y la posibilidad de seguir colocando a sus
allegados en puestos de trabajo; y por el otro lado el caer en cierto
dogmatismo por parte de Vladimir Cerrón al tipificar al gobierno de “caviar”
luego de la salida de Guido Bellido; además, de las actitudes infraternas del
disidente Guillermo Bermejo, cuya posición aventurera y oportunista llevó
Héctor Valer a ser Presidente del Consejo de Ministros. Evidentemente, pueden
existir discrepancias que se discutirían internamente con la madurez requerida
de existir una coalición política de gobierno. No olvidemos que en una
coalición no se pierden identidades pero sí se establecen acuerdos consensuados
indispensables cuando se tiene la enorme responsabilidad de gobernar un país.
Inclusive para conformar gabinetes ministeriales adecuados y proporcionados.
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