BRISAS DEL TITICACA
ALONSO RAMOS
Tomado
de HILDEBRANDT EN SUS TRECE N° 529 5MAR21
E |
l altiplano puneño se ha convertido en un negocio
millonario en Canadá. “Plateau Energy Metals”, la casa matriz de la minera
“Macusanii Yellowcake”, posesionaría de 91 mil hectáreas en Puno, acaba de
fusionarse con su paisana “American Lithium”, un gigante de las perforaciones,
para operar en tierra aimara. La operación financiera, que ha bordeado los 587
millones de dólares, pondría en manos de “American Lithium” el proyecto más
grande de uranio y litio que hay en el territorio nacional. El problema es que
“Macusani Yellowcake” es una vieja conocida del Organismo de Evaluación y
Fiscalización Ambiental (OEFA). El año pasado fue sancionada con una multa de
S/.2’355,496.00 por perforar sin autorización y malas prácticas ambientales.
Hasta ahora no ha pagado un céntimo.
“Plateau Energy Metals” se constituyó en el año
2007 en Canadá para explorar yacimientos de uranio y litio. Su objetivo siempre
fue el altiplano peruano y para ello creó la subsidiaria “Macusani Yellowcake”
que, a velocidad de vértigo, empezó a adquirir concesiones en Puno.
Actualmente tiene 91 mil hectáreas y 151 concesiones. Sin embargo, tal y como
advirtió esta publicación en la edición 451, la compañía nunca obtuvo el
permiso del Ministerio de Energía y Minas para perforar siquiera con un
taladro.
Tras indagar en esas operaciones ilegales, el
Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), dependiente del
Ministerio del Ambiente, concluyó que los canadienses perforaron en cinco
pozas de almacenamiento de agua, cinco pozas de almacenamiento de lodo y a lo
largo de seis kilómetros “sin contar con certificación ambiental”. La
perforación se concretó en los distritos de Corani y Macusani, provincia puneña
de Carabaya (Puno).
Ulises Solís, el gerente general de “Macusani
Yellowcake”, la subsidiaria peruana de Plateau Energy Metals, reconoce la
irregularidad. “Hemos reconocido
que hemos perforado sin permiso. OEFA nos ha sancionado de manera abusiva”,
dice Solís a este semanario. Añade que la sanción de más de dos millones de
soles ha sido apelada en el Poder
Judicial. Al parecer, antes de lanzarse a perforar habían hecho un cálculo de
cuánto le iba a costar una eventual multa. El problema es que el castigo
económico ha sido más del doble de lo que habían previsto.
“La sanción no debe superar el millón de soles, en
base al cálculo que hemos hecho nosotros, los abogados y los técnicos. En las
dos sanciones nos multan por los mismos hechos”, dice Solís. Pero el argumento
del gerente general no se ajusta a la verdad. Las sanciones son por hechos
distintos. Una es por perforar ilegalmente y la otra por no retirar los equipos
del área del proyecto cuando se lo ordenaron.
A pesar de que el hallazgo se produjo contraviniendo
la legislación peruana, en octubre del 2018 “Plateau Energy Metals” anunció
con bombos y platillos el hallazgo de 4.7 millones de toneladas de litio y 130
millones de libras de uranio en Perú. Se trata -dijo- de ‘la reserva de litio
más grande del mundo”. Solo entonces actuó el Ministerio de Energía y Minas. La
Dirección General de Minería informó que no había autorizado operación alguna a
la subsidiaria “Macusani Yellowcake”.
“(....) A la fecha la Dirección General de Minería
no ha emitido ninguna resolución directoral de autorización de inicio de
actividades de exploración y/o explotación a favor de ‘Macusani Yellowcake”’,
señala el informe del MEM que recibió el congresista puneño del Frente Amplio
Oracio Pacori.
El gobierno regional de Puno también negó haber
otorgado algún permiso a esta empresa. “’Macusani Yellowcake’ no está considerado
como pequeño productor minero ni minero artesanal. No se encuentra bajo las
potestades de la dirección a mi cargo y, por tanto, no contamos con la
información solicitada respecto a las autorizaciones otorgadas para el inicio
de actividades de exploración y/o explotación de uranio, litio y otros
minerales”, escribió el director regional de Puno, Rolando Luque, en febrero
del 2019.
Este semanario solicitó al Ministerio de Energía y
Minas una entrevista, pero optaron por la estrategia del avestruz. Cabe añadir
que este portafolio libra otra batalla por la titularidad de 32 de las 151
concesiones mineras que posee la arrogante compañía en Puno. El MEM despojó a
“Macusani Yellowcake” de 32 concesiones argumentando que no hizo el pago de
derechos mineros para los años 2017 y 2018. La compañía volvió a refugiarse en
los pasillos de los juzgados y también llevó este conflicto al Poder Judicial.
La atracción de los canadienses por el uranio y el
litio de Puno empezó en el 2007, cuando una paisana de “Plateau Energy
Metals”, la compañía “Vena Resources”, aseguró que había encontrado uranio
“disperso en rocas volcánicas”, especialmente en la ciudad de Corani. La
noticia atrajo como moscas a los mineros canadienses que se lanzaron a
explorar el territorio puneño sin que existiera en nuestro país una ley para
extraer minerales radiactivos como el uranio. Países como España, México,
Argentina y Chile cuentan con normativas en este asunto.
La manipulación de material radiactivo requiere de
una seguridad extrema porque una fuga puede traer un grave riesgo para la
salud.
Y fue en medio de esta atmósfera contaminada por la
avidez del negocio rápido que en julio del 2018 la minera “Macusani
Yellowcake” anunció el descubrimiento de 4.7 millones de toneladas de litio y
130 millones de libras de uranio. Los expertos, sin embargo, ponen en duda la
cifra y apuntan a una posible burbuja especulativa.
“La información que ellos sostienen es que son
datos de aproximación y nada más. No es serio”, añade Rodrigo Lauracio, de la
ONG Red Muqui.
Para el reportaje publicado en la edición 451,
contactamos al científico Juan Unger, quien explicó que lo de Puno sería un
caso extraordinario. “No he podido encontrar en el mundo un lugar donde haya
uranio y litio a la vez. Me parece sorprendente que una empresa que se dedique
al uranio por más de una década, súbitamente encuentre un yacimiento con enormes
reservas de litio. Es necesario que un organismo independiente verifique la
información. Hay historias de grandes farsas en Canadá”, dijo.
“Yo tengo una apreciación bastante clara. Pienso
que esta empresa engaña. ¿Cómo certifican la presencia de gran cantidad de
litio y uranio si dentro del Estado no han tenido un permiso para que puedan
realizar las exploraciones? ¿Cómo les puedo creer? Ellos vinieron por uranio y
encontraron litio en una gran cantidad. Para mí no es convincente esa
información”, dice a este semanario Edmundo Cáceres, alcalde de Corani.
Al ser consultado por este semanario sobre las
estimaciones que lanzó la compañía, el gerente general de “Macusani
Yellowcake”, Ulises Solís, dice: “Tenemos un certificado del análisis de un
laboratorio. Y lo que tenemos son recursos, no reservas. La idea es convertir
estos recursos en reservas, pero por la pandemia solamente hemos hecho trabajos
superficiales de cateo”. Solicitamos que nos mostrara el certificado de
análisis. El directivo ofreció alcanzar el documento, pero dos semanas después
no ha remitido el valioso informe.
“Plateau Energy Metals”, la matriz de la minera que opera en Puno, es considerada una empresa “júnior” dedicada exclusivamente a la exploración. Su negocio consiste en hallar la “mina” y vender el proyecto a una empresa más grande, la cual se encargara de la explotación. Pero la fiebre por los minerales también puede acabar en estafa.
Uno de los fraudes más grandes en este negocio lo
protagonizó otra compañía júnior canadiense, la minera Bre-X”. En 1996 anunció
que había encontrado el yacimiento de oro “más importante de la historia” en
Indonesia. Las acciones de “Bre-X’ se dispararon y en cuestión de días la
compañía llegó a tener un valor bursátil de 6 mil millones de dólares. La
estafa fue descubierta tiempo después. Las muestras del yacimiento habían sido
adulteradas y lo único que brillaba en aquel negocio era la codicia.
En noviembre pasado, en plena pandemia y a pesar de
los líos legales que tiene “Plateau Energy Metals”, la compañía anunció que
necesitaba 587 millones de dólares para desarrollar el proyecto de uranio y
litio en Perú. Tres meses más tarde ya había conseguido la plata. El 9 de
febrero la matriz canadiense y “American Lithium” anunciaron una fusión para
trabajar juntos las exploraciones en el altiplano puneño.
“American Lithium” también arrastra algunos
problemas. Es propietaria de un yacimiento de litio en la ciudad de Nevada,
Estados Unidos, con “reservas probadas y comprobables de 3,1 millones de
toneladas de litio”.
Este proyecto, descubierto en el 2018, afronta una
ola de protestas en la ciudad rural de Winnemucca. El mes pasado un grupo de
activistas acampó en la zona del proyecto para denunciar que se trata de una
zona protegida. “Muchos de los ganaderos se oponen al proyecto. Hay mucha
preocupación por el agua, la calidad del aire, la contaminación y los peligros
que afrontan las especies en extinción”, advirtió el activista Max Wilbert al
portal “Sierra Nevada Ally”.