“SI TÚPAC AMARU TRIUNFABA,
AHORA NO HABRÍA RACISMO NI CLASISMO”, DICE JOSÉ LUIS VILLANUEVA
Pedro Escribano, LAS REPUBLICA, 15 Dic 2021
El escritor José Luis Villanueva acaba de ganar el premio de
novela Copé 2021 con La serpiente resplandeciente, que narra la gran rebelión
de Túpac Amaru II.
Túpac Amaru es el personaje central. A su alrededor, el escritor José Luis Villanueva Victorio ha ubicado a una serie de personajes, entre históricos e imaginados, quienes desde sus respectivos puntos de vista van a dar cuenta sobre lo que fue la rebelión del curaca de Tungasuca. Es la obra La serpiente resplandeciente, con la que Villanueva Victorio ha ganado el premio Copé de novela 2021.
“El título es la traducción de Túpac Amaru, que en quechua
significa ‘serpiente resplandeciente’. Con respecto a la técnica, he querido
hacer como John Dos Passos en Manhattan Transfer, que utiliza cien personajes
para dar una visión de un Nueva York convulsivo, pero en mi caso solo recurro a
cinco personajes, algunos históricos y otros productos de mi imaginación”, explica
José Luis Villanueva.
La novela se estructura en cinco historias y cada una de
ellas corresponde a los cinco personajes que el autor llama “incidentales”.
“Estos personajes incidentales me permiten dar una visión
más profunda, más amplia y diversa de la rebelión y me evita ofrecer una visión
estrecha, parcial de la gesta de Túpac Amaru”, dice Villanueva Victorio, quien,
en una novela anterior, El fuego en la niebla, abordó el alzamiento de Juan
Santos Atahualpa en la selva peruana.
Historia y ficción
Entre sus personajes imaginados está Simeón “el Inmortal”,
pero entre comillas, porque el narrador no lo asegura.
“El narrador, por cierto, jamás opina. Yo no muestro
simpatía ni antipatía por la rebelión. Yo no juzgo para nada. La literatura
para mí no es vehículo de ideología”, afirma el escritor.
Según José Luis Villanueva, Simeón es un bandolero con fama
de inmortal porque en su niñez recibió la descarga de un rayo y sobrevivió. Con
el tiempo, se cuenta que no envejece y no muere a pesar de accidentes graves,
como caerse de un andén muy alto. En la batalla de Sangarará es herido de
muerte y todos esperan lo peor, pero no. Al tercer día estuvo como nuevo. Para
muchos, resucitó.
Estos hechos ficcionales no estás sueltos, el autor busca
engarzarlos con hechos históricos.
“Para contrarrestar la rebelión, el obispo del Cusco
excomulgó a Túpac Amaru y a todos sus soldados, hecho que dio a lugar a mucha
deserción. El inca rebelde, en respuesta a la medida de la Iglesia, dijo que él
iba a resucitar a todos los que muriesen en el campo de batalla. Así les dijo,
eso no lo he inventado, lo afirman los historiadores. Lo dice también Charles
Walker en su libro sobre Túpac Amaru.
Simeón “el Inmortal” tiene varios seguidores que son
bandoleros, forajidos, violadores, asesinos. Muchos de ellos son contrahechos,
es decir, mancos, cojos, tullidos.
“Se aúnan a la rebelión, pero desde un punto de vista
destructivo. Matan criollos, violan mujeres, hasta muertas. Son saqueadores,
todo lo quieren destruir. Es lo peor de la rebelión. Es decir, Simeón es la
contrafigura de Túpac Amaru”, dice Villanueva Victorio.
“Yo me inspiré en Rasputín –agrega el autor-. Tiene esa figura. Es el hijo bastardo del rayo, del trueno y del relámpago”.
Hay otros personajes inventados, como un niño a quien llaman
“upa”, que tiene trastorno del habla, pero igual “cuenta” cómo fue la
sublevación.
Otro personaje aparece como uno de los seguidores de Simeón.
Se llama Hanaj y es un viejo mendigo que cuenta historias de terror en la plaza
del pueblo. El lector, en tanto avance la historia, descubrirá la importancia
capital de este personaje en la novela.
El costo del fracaso
La serpiente resplandeciente interpola la información
histórica con la mitología andina. En ese sentido, Villanueva Victorio, por un
lado, presenta como un personaje más a la montaña, al apu Aconcagua. Por otro
lado, en tanto Túpac Amaru como heredero del imperio, es un restaurador del
incanato. En ese sentido, la novela tiene un aliento milenarista.
“Túpac Amaru pudo haber triunfado, pero tuvo varios errores
estratégicos. Y es que también había mucha desunión, sobre todo de los curacas.
Si Mateo Pumacahua se hubiera unido a la rebelión, habrían ganado, pero se
adhirió a la corona. Veinte años después, recién se volvió patriota, aunque en
ese tiempo no había nación, cada quien luchaba por su jefe. Si túpac Amaru
hubiera ganado, este país sería otro. Seguro no habría el racismo ni clasismo
de ahora”, concluye José Luis Villanueva.
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Según Villanueva, Túpac Amaru, en quechua significa
‘serpiente resplandeciente’
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