CÓSMICA PRESENCIA DE
GAMALIEL CHURATA
Escribe:
José Luis Ayala
DIARIO
UNO. Domingo 15 de agosto 2021.
C |
uando en 1987 “El pez de oro” fue publicado por Editorial
Canata en la Paz, Bolivia, la crítica literaria continental guardó un silencio
mortal. La segunda edición impulsada por nosotros con auspicio de la CORPUNO en
1987, tuvo en Lima un recibimiento frío, marcado por una extraña curiosidad.
Sin embargo, Ricardo González Vigil. (Dominical. Diario El Comercio. 20 de
noviembre de 1988. II. Festival del libro puneño), hablando en estricto sensu,
fue el primer crítico orgánico que valoró la trascendencia histórica y
literaria de un libro maravilloso, así como del autor Gamaliel Churata.
Desde entonces el libro tiene varias ediciones y es valorado
desde la cátedra, ha emergido una pléyade de críticos oficiales, neutros,
desideologizados y académicos, aunque no todos, que creen tener la verdad. Así,
Churata ha sido convertido en filósofo, lingüista, ideólogo y fuente de toda
clase de especulaciones culturales. No obstante, los trabajos de investigación
y crítica literaria de José Luis Velásquez Garambel son los más autorizados,
debido a su formación académica y sobre todo porque se trata de un múltiple
escritor quechua hablante.
El hijo de Churata escribe un testimonio desgarrador, cuando
se refiere al regreso de su padre al Perú, Amaratt Peralta Gallardo dice: “El
retorno a Puno después de más de treinta años en Bolivia. Ahora es 18 de abril
de 1964, vamos rumbo a tu adorado Puno, regresas lleno de proyectos y sueños
sin presagiar la mala entraña de algunas personas que se empeñan en hacerte la
vida imposible, este tema tan desagradable lo dejaremos para otra ocasión.
Recuerdo cuando estábamos a punto de abordar el barco que
nos llevaba a Puno me diste una lección de honestidad y rectitud moral cuando
me dijiste: ‘Que nadie en Bolivia diga que tu padre tocó un solo centavo que no
fuera fruto de su trabajo honesto, me voy como llegué, con una maleta y dos
bultos de originales de mis libros’. Sí, don Gamaliel, tomé tu ejemplo y nunca
toqué nada que no fuera fruto de mi esfuerzo honesto”. 1
Churata retornó a Puno en 1965 contratado por la CORPUNO a
instancias y gestiones de Samuel Frisancho Pineda. Sin embargo, la constante
hostilidad de Hugo Carvajal Dueñas, complicidad de Andrés Romero Portugal y del
prefecto Gustavo Salcedo, lograron que Churata se alejara para que no le
ocasionaran más daño del que le habían hecho. Instalado en Lima, Churata cayó
enfermo pero fue acudido por su hermana Maruja. “Camino al calvario –escribe–
Amaratt: De Lima diremos poco, es doloroso recordar, llegaste enfermo a los
brazos angelicales de Marujita, Sor María Hermana de caridad, tu sobrina, hija
de tu amorosa hermana Juanita y una de la varias religiosas de la familia, te
recibió en el Hospital Loayza y recuperaste tu salud gracias a los cuidados de
los médico y a los mimos de la dulce Marujita. Después empezó el calvario, te
tocó cargar una cruz pesada y me resisto a recordar más porque me desgarra el
corazón. Un sueño: Todo lo que sucedía alrededor de mi querido padre para mí
era mágico, como el sueño premonitorio que tuve unos días antes de tu
fallecimiento. Soñé que caminábamos por el altiplano como solíamos hacer cuando
me llevaba a Viacha, de pronto empezó a apresurar el paso y me decía: Indiecito
apúrate que te dejo y yo corría tratando de alcanzarlo y no podía porque a
medida que se alejaba crecía hasta hacerse gigantesca y desparecer entre los
cerros; después angustiado y llorando. El lunes siguiente llamó un amigo muy
querido para darme la mala noticia”.
José Luis Velásquez con gran propiedad y autoridad académica dice en la contra carátula del libro: “Churata se adelanta al tiempo en el que los paradigmas dejan de ser aceptados por convicción y surge una revolución en la concepción de los elementos del conocimiento, por ello plantea el modo no intuitivo sino racional (la razón de la práctica, o la ‘lógica de la práctica’, la razón intuitiva o la ‘lógica de la intuición’) que los objetos pueden también captar las propiedades de quien la toca y aquello que eternamente sea piedra será ya no un piedra vacía sino que poseerá un ajayu,, es decir un espíritu.
…no conviene especular que el Pez de oro se constituya en
‘la biblia del indigenismo’, como muchos creen; por el contrario, es el libro
orgánico que decanta los mecanismos a través de los que se busca debatir y
rechazar muchas de las concepciones hegemónicas y colonizantes de occidente, empleando
lógicas híbridas para construir referentes mitológicas y genealogías
particulares de racionalidad a través del tiempo. Y es por ello que se
presentan los documentos aquí reproducidos, para afirmar el sentido de lo
americano, en un autor tan complejo como la americanidad misma, desde un
sentido ontológico que en la obra de Churata viene a ser doctrina de la
americanidad andina”. 2
Pocos libros de literatura en lengua española tienen la
calidad gráfica como este libro. Hermoso, limpio, cósmico, eterno, atractivo,
con transcripción literaria excelente. Un libro para la eternidad en
movimiento, esencial y cósmico que el tiempo no podrá destruir.
___________________
1.-
Gamaliel Churata. El pez de oro. Retablos del Laykhakuy. Universidad Nacional
del Altiplano. Edición a cargo de José Luis Velásquez Garambel. Pág. 9.
Industria Gráfica Altiplano E.I.R.L. Puno. 2021.
2.-
Gamaliel Churata. El pez de oro. Retablos del Laykhakuy. Universidad Nacional
del Altiplano. Edición a cargo de José Luis Velásquez Garambel. Contra portada.
Industria Gráfica Altiplano E.I.R.L. Puno. 2021.
No hay comentarios:
Publicar un comentario