LA REBELIÓN DE RUMI MAQUI
UNA CARTA DEL MAYOR TEODOMIRO GUTIERREZ
CUEVAS
Tomado
del Diario EL COMERCIO. Lima, sábado 3 de junio de 1916. Transcrito en la Revista CAMPESINO
N° 7.-Lima-Perú, 1977. Pp. 83 - 86.
L |
os lectores de “El Comercio” conocen en sus detalles, los incidentes del movimiento indígena de Puno en que aparece como cabecilla e instigador el sargento mayor Teodomiro Gutiérrez Cuevas, de quien se afirmó que había adoptado el nombre de Rumi Maqui; saben, también, que, sorprendido éste, al llegar a Arequipa, fue apresado y, acusado de traición a la patria, sometido al correspondiente juicio.
Ahora
hemos recibido una carta del mismo Mayor Gutiérrez Cuevas, quién después de
manifestarnos que son inexactos los informes transmitidos a Lima sobre el
movimiento indígena de Puno, explica su actitud en esos sucesos.
El
mayor Gutiérrez Cuevas juzga que la situación de la raza indígena ha llegado a
un estado lamentable y necesita una enérgica acción a su favor.
A la
verdad, que desde la época colonial, la raza indígena no ha merecido un sincero
calor; sólo en ocasiones ha logrado un relativo apoyo; y no puede negarse que
desde el mismo día posterior a la conquista ha habido quienes la han oprimido y
explotado. Los explotadores férreos que la raza ha tenido, se han encontrado
otros, solapados y oscuros, rábulas y tinterillos que la han hecho víctima de
sus adulaciones, han agitado sus rencores y pasiones y la han movido en su
provecho.
Las
exclamaciones del mayor Gutiérrez Cuevas tienen, pues, un fondo justo; a él se
dirigirá seguramente, la atención directriz, y es de esperar que se inicie una
época de reforma en su beneficio.
El
mayor Gutiérrez Cuevas acusa desembozadamente a quienes tales atropellos
cometen; nos ha parecido oportuno SUPRIMIR NOMBRES PROPIOS, toda vez que las
acusaciones son de considerable gravedad; pero el juicio que ha de seguirse por
los acontecimientos de Azángaro, permitirá que las cosas se sitúen en un punto
exacto y se conozca el origen de los sucesos del Sur; se vea, así como afirma,
el mayor Gutiérrez Cuevas, todo lo ocurrido no es sino una MAQUINACION DEL
GAMONALISMO o un acto de extravío de ese jefe, a quien su excesivo entusiasmo
por la causa de los indígenas empujara a actuar.
La carta dice así:
“En Lima desgraciadamente, se mira con indiferencia la cuestión indígena que es de vida o muerte para la República. Por esto la gran escritora y pensadora Señorita Dora Mayer ha planteado este dilema, que el Perú debía tener muy en cuenta, porque es una advertencia que, si se desatiende, no se hará sino precipitar a la república en la pendiente de la ruina. La señorita Mayer ha dicho: triunfa el indio o no triunfa el Perú”.
“Esto es de absoluta evidencia, ¿cómo puede concebirse el progreso y
la prosperidad de este país cuando el congreso que, con excepción de muy pocos
representantes, es el núcleo del gamonalismo, tiene esclavizados a cuatro
millones de indígenas, una inmensa mayoría de la población peruana, desde
Loreto hasta Puno y desde Lima hasta la Mar?.
¿“No hay íntimo convencimiento de todos los gamonales del congreso
ejercen presión en el ánimo del Presidente de la república y de los ministros
para que el nombramiento de todos los empleados públicos de sus respectivas
provincias recaiga en miembros de sus familias o en sus amigos íntimos?.
“¿Y qué resulta de esto? Que cada provincia es un feudo en que no hay
más ley que la voluntad del gamonal. El Sub—Prefecto, el Juez de Ira.
Instancia, el Gobernador, no son sino figuras decorativas, y ¡ay! de ellos que
quisieran contrariar la voluntad del todopoderoso. Las autoridades provinciales
y departamentales de todo orden no son sino instrumentos para legalizar todas
las monstruosidades del autócrata.
A los indígenas se les arrebata sus terrenos por la violencia o por
la fuerza, o por el fraude o el engaño, para lo que los jueces desempeñan su
papel a las mil maravillas; se le quita su ganado, se les saquea sus estancias
y sus cabañas, se les quema sus casas; se les encarcela con frívolos pretextos
y se les tiene privados de la libertad años enteros; se les manda al ejército
para apoderarse de sus propiedades; se les mata arrastrándolos vivos amarrados
a las colas de los caballos; se les quema vivos, prendiendo fuego a las casas,
todas de techo de paja, en que son encerrados; se les tortura cruelmente; se
les mata triturándoseles los cráneos y las entrañas en las grandes prensas de
las fábricas de las haciendas; se les arrebata a sus hijos queridos para
obsequiarlos a los amigos que los gamonales tienen en la costa y en la capital
de la república; se fraguan sublevaciones, cuando los indios se resisten, a
someterse al dominio del señor feudal; para tener pretexto de solicitar la
fuerza pública a las autoridades y con ella perseguir a los indios por los
cerros, matar a unos y tomar prisioneros a los otros con sus mujeres e hijos y
llevarlos a las haciendas en calidad de colonos (esclavos) que tienen que
trabajar toda su vida sin un centavo de remuneración habiendo sido saqueadas y
taladas sus casas y anexados sus terrenos a los latifundios del señor omnipotente.
Todos sacan provecho de esta operación, gamonales, autoridades, oficiales y
soldados; por eso es que son tan solícitos en llevarla a cabo.
"¿Se creerá que esto es exageración?. Pues tomen la molestia de
leer los informes emitidos y elevados al supremo gobierno por los señores
doctores Maguiña y Villena y por mi sobre las comisiones que desempeñamos en la
provincia de Chucuito el año 13, en la de Lampa el año 13 y en la de Azángaro
el mismo año, respectivamente, publicados los dos primeros, y el mío se halla
en la secretaría privada de S.E. el presidente.
"Yo por mi parte tengo vertidos al inglés los tres informes para
enviarlos a la sociedad antiesclavista de Londres si los poderes públicos no
hacen lo que deben hacer para que desaparezca este estado de cosas que subleva
el ánimo de los patriotas.
“Es tal la impunidad de que gozan los representantes gamonales de las
provincias que a pesar de haber comprobado con testimonios irrecusables en mi
informe del año 13 que el gamonal (aquí el nombre de ex—diputado) es monedero
falso y que su fábrica de monedas y sus cuños existen en su hacienda (aquí el
nombre de su hacienda), ni el gobierno ni ninguna autoridad se han preocupado
de ello. En uno de los tres cuadernos de mi informe está probado superabundantemente
lo que acabo de decir.
"Los gamonales son la causa de la ruina del Perú: 1o,
porque tienen esclavizados a los indígenas, sumiéndolos en la más completa
ignorancia e impidiendo que lleguen a ser elementos de progreso y prosperidad
nacional; 2°, porque ningún
gamonal permite que vaya a servir al ejército ninguno de sus peones esclavos, y
los contingentes los forman los indios de las comunidades que no han querido
inclinar la cerviz ante los señores dueños de vidas y haciendas; 3o,
porque con sus abusos y arbitrariedades y crímenes impiden que los indígenas
sean elementos productores y se sometan con ir a Lima a gozar en una vida de príncipes,
del dinero robado a los indígenas; 4o, porque tienen maniatado al
presidente de la república para que no lleve a cabo sus buenos proyectos en
favor del país; y 5° porque
hacen vivir a la república una vida de intranquilidad y anarquía, que no es
sinó precursora del más completo desastre.
“Ellos son, pues, los enemigos del Perú, los traidores a la patria”.
“Esos criminales, esos monstruos, han fraguado una sublevación en
Azángaro y han querido envolverme en ella para satisfacer su sed de venganza; y
me han hecho prender y encerrar en la cárcel, haciéndome acusaciones
terribles”.
“Ellos todopoderosos que harán lo que quieran, que harán decir y hacer
a sus esclavos (empleados y peones) cuanto quieran en daño mío; que dominan a
los jueces para que hagan aparecer como declarantes a hombres que tal vez no
existan sobre la faz de la tierra; ellos que tienen dinero para satisfacer
todos sus caprichos; que ejercen poderosa influencia en las autoridades ¿que no
harán?”.
“Los gamonales son los principales contrabandistas y cuando estuve de
sub—prefecto en Chucuito, los acusé como tales ante el gobierno con pruebas.
Siendo sub—prefecto de esta provincia, sorprendí al gamonal (aquí un nombre) en
infraganti delito de amonedar moneda
falsa, y puse a todos los culpables con sus cuños, piezas de moneda, peruana y
boliviana y demás cosas encontradas en la fábrica clandestina a disposición
del Juez. A los pocos días salió libre y nadie lo ha molestado ni ha hecho nada
contra él. ¿Puede haber prueba más palmaria de la amplia impunidad de que gozan
los gamonales?”.
“Van a sacrificar a un hombre honrado que no ha tenido más deliro que
querer justicia y libertad para los indígenas para bien del Perú. ¡No
importa!’’.
“El árbol de la libertad debe ser regado con sangre y la mía no la
escatimo; antes la derramaría gustoso si sirviera para retemplar a los
indígenas a fin cíe que sacudiera el yugo infamante con que los gamonales los
tienen subyugados y esclavizados. Felizmente los indígenas han abierto los
ojos y ya no son tan ignorantes como ahora quince años.
“Que sigan gozando los gamonales de la amplia impunidad que les ha
sido concedida; que siga siendo el indio un paria o un esclavo; que sean
proscritas de este suelo la libertad y la justicia; y más tarde, cuando la
consecuencia fatal de esa política se haga sentir entonces se me hará justicia,
aunque no se repare jamás los graves daños que se me ocasionan moral y
materialmente; ni se curarán las profundas heridas que mis verdugos han abierto
en el corazón de mi pobre y desventurada esposa ,y de mi hija que pobres y abandonadas
a su propia suerte, no tendrán quien les tienda una mano protectora.
“Pero sobre la justicia de los hombres está la de Dios, y en ella
confío. Dios que lee en el fondo de mi corazón y que sabe de qué propósitos
estoy animado, no ha de permitir que esos monstruos asesinos lleven a cabo sus
deseos protervos.
“Cuando se hayan compenetrado de la verdad y libre de prejuicios y
muy lejos de la influencia del gamonalismo, se levante la bandera de la
liberación indígena, caerán las bendiciones de la patria agradecida.
TEODOMIRO A. GUTIERREZ”.
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