LA
NUEVA LEY DE AGRO EXPORTACIÓN
Escribe: Milciades
Ruiz
La lucha de los obreros de las empresas agroexportadores
se vio coronada con la derogatoria del régimen que los oprimía, ley 27630,
llamada “Ley Klimper”, su promotor en el gobierno de Fujimori. El poder
legislativo lo hizo a cambio de promulgar otra ley sustitutoria, en el plazo de
15 días. Hay expectativa sobre esta tarea para eliminar incertidumbres entre
los involucrados. He aquí, algunas consideraciones.
1. Para todo país, el
comercio exterior tiene importancia vital. De este rubro depende en gran medida
el desarrollo nacional. En el intercambio internacional, los ingresos de
divisas o recursos monetarios, tienen que ser necesariamente mayores que los
egresos. Cuanto mayor sea esta diferencia, el Perú podrá disponer de mayores
utilidades o, superávit, para impulsar su desarrollo. Si los ingresos y egresos
están en equilibrio, el país se estanca. Y si los egresos son mayores que los
ingresos el país pierde recursos y se hunde.
2. Los ingresos de divisas o
dinero al país, así como los egresos, son de diversa forma:
a) Dinero en efectivo ingresante:
Envíos desde el extranjero como ayuda familiar, ingreso de capitales, créditos
solicitados (estatales y privados), donaciones o cooperaciones, dividendos y
réditos de negocios en el extranjero, etc.
b) Dinero en efectivo que sale:
Envíos al extranjero al menudeo, compromisos crediticios, salida de capitales y
dividendos de los negocios de inversionistas extranjeros o de nacionales que
van a esconderse en paraísos ocultos, etc.
c) Dinero en especie comercial
por compra venta de bienes y servicios. (alimentos, mercadería diversa,
equipos, maquinaria, tecnología, etc.).
La suma de estos rubros es lo que nos da un saldo a favor o
en contra. (Balanza de pagos). Podemos combinar la fuerza que damos a estos
rubros, compensando pérdidas y ganancias, pero siempre el saldo final tiene que
ser positivo.
De todos esto rubros, el más dinámico y constante, es el
intercambio comercial (exportaciones/importaciones) y por eso se procura tener
una balanza comercial con superávit. Gran parte del poderío de los países
desarrollados se debe al comercio, con un superávit creciente y continuado que
les ha permitido acumular divisas para expandir sus negocios incesantemente,
adquiriendo capacidad de dominio sobre otros países.
Por eso, esos países procuran no perder el nivel alcanzado y
desarrollan una serie de estrategias para capturar mercados y mantenerlos
cautivos, pues con ello, aseguran la continuidad del nivel de vida sus
poblaciones.
3. Por las consideraciones
señaladas, queda claro que, al Perú le conviene el más alto nivel de
exportaciones y el más bajo nivel de importaciones, a fin de tener siempre un
superávit significativo impulsor de su desarrollo. Por consiguiente, se hace
necesario mantener e incrementar el crecimiento de nuestras agro exportaciones.
4. Para impulsar las
agroexportaciones los países otorgan ayudas a sus empresas, a fin de que estas,
capten la mayor cantidad de divisas, que ingresarán para reimpulsar sus
economías. Se estimulan las exportaciones mediante políticas y mecanismos
estatales que les permita ser lucrativas. Se utilizan subsidios directos,
indirectos, franquicias aduaneras y tributarias, zonas francas, apoyos
administrativos, apoyo promocional y diplomático, etc.
En el Perú el MINCETUR facilita acuerdos comerciales y
PROMPERÚ, brinda apoyo a exportadores, buscando mercados y participaciones en
ferias internacionales. En esta línea política se expidió la ley 27630, pero
distorsionando de manera excesiva sus propósitos en perjuicio de los
trabajadores y del desarrollo nacional, con un régimen oneroso en favor de la
inversión extranjera, que pasó a tener mayor peso que la inversión nacional.
Con el mandato constitucional de que la inversión extranjera
tiene el mismo trato que la inversión nacional, se propició que las iniciativas
nacionales fueran desplazadas por las extranjeras, pues estas, por su mayor
poder, acaparan glotonamente los privilegios y beneficios de dicha ley. Este
sistema antipatriota ha ocasionado que la mayor cantidad de recursos generados
por la agroexportación se vaya al extranjero a empoderar a nuestros depredadores.
Este desequilibrio se tiene que corregir.
5.
La ley 27630, impulsó las agroexportaciones no
tradicionales que han tomado un auge exponencial, pero los beneficiarios no son
precisamente los agricultores peruanos sino, los inversionistas ajenos a la problemática
del agro nacional y campesinado, siendo estos, los que mayor ayuda necesitan
para salir de la pobreza. Las empresas urbanas agro exportadoras acaparan toda
la cadena productiva desde la siembra, acopio, procesamiento agroindustrial,
hasta el mercado extranjero, porque la mano de obra es barata y se aseguran el
control de la misma, bajando costos, mejorando calidad con tecnología avanzada
y elevando rentabilidad.
Las agroexportadoras de capital extranjero por su mayor
poder económico quitan espacio a los capitales nacionales, que pasan a ser
subsidiarias. Los grandotes tiene toda la maquinaria de la cadena de
abastecimiento, empaque, almacenes refrigerados, instalaciones
agroindustriales, transporte, marca, etc. Pero hay otro efecto, que pasa desapercibido.
La groexportación incontrolada genera inflación porque el mercado interno queda
desabastecido y así, el kilo de palta que la población peruana compraba a dos
soles, ahora tiene que comprarla a 12 o más soles. Igual sucede con otras
frutas y hortalizas. Otro asunto a corregir estableciendo los excedentes no
dañinos a la economía popular.
6.
Por lógica, si las agroexportaciones son
exitosas, entonces ¿Por qué no masificar las exportaciones en beneficio de los
agricultores peruanos organizados empresarialmente? Todos los productos
agrícolas andinos y selváticos son exportables y tienen ventajas comparativas
favorables por las bondades de nuestros ecosistemas. Este debería ser el
objetivo de la legislación supletoria a la 27630.
No solamente privilegiar a la agricultura costeña sino
también incorporar a la serranía y la selva, ayudando a compensar los costos de
lejanía. Es más, solo se repara en las exportaciones no tradicionales quedando
en el olvido las exportaciones tradicionales como, algodón al que hemos puesto
la soga al cuello prohibiendo competir con el algodón proveniente de China y la
India que cultivan transgénicos con menores costos y mayor rendimiento.
Nosotros mismos le quitamos mercado a los algodoneros.
Pero también, tenemos la exportación tradicional de lana de
ovino y fibras de camélidos que languidecen por falta de apoyo. Lo producen los
campesinos más pobres del Perú y, sin embargo, siendo de la serranía, son
discriminados por la política estatal, que los margina de los beneficios que se
dan a los exportadores de frutas y hortalizas costeñas. ¿Por qué no acabar con
esta segregación, en la nueva legislación?
Otro tanto sucede con las exportaciones tradicionales de la
selva, como el caso del café. Este es el cultivo de mayor extensión en el Perú
a cargo de un cuarto de millón de pequeños parceleros a lo largo de toda la
selva alta, desde la frontera norte con Ecuador y Colombia, hasta la frontera
sur con Bolivia, en su mayor parte migrantes de la serranía, organizados en
empresas cooperativas de servicios.
Los caficultores quechuas y aimaras, son campeones mundiales
en café especial de alta calidad por años, sin recibir ningún incentivo ni
reconocimiento del Parlamento, como sí se hace con deportistas y artistas. Este
año los caficultores de Sandia y Carabaya (Puno) han sido galardonados con
medalla de oro, como el mejor café del mundo, en el VI Concurso Internacional
de Cafés Tostados al Origen (AVPA), desarrollado en Francia, en el que
participaron alrededor de 200 marcas de café de 25 países de todos los
continentes.
Los campesinos galardonados, Prudencio Ochochoque Mamani y
Genaro Cahuana Quispe estaban en sus chacras, monte adentro, ignorando que
habían sido premiados con la presea de oro. No les ayudaron ni con el pasaje.
Ese es el trato de la república bicentenaria, a los peruanos ancestrales. ¡Qué
diferencia con el trato que reciben los Klimper, Ciulloniz, Romero, Rodríguez
Banda, beneficiados con la ley 27630! La nueva legislación de promoción
agroexportadora debería corregir esta segregación.
7.
Por las razones expuestas, en el mercado
internacional, en cada línea de exportación, compiten los países por
posesionarse de cada mercado y captar divisas. Entonces, los países ayudan a
los exportadores a ser más competitivos dejando fuera a sus competidores. De
este modo desplazamos a los países que producen lo mismo que nosotros (mango,
espárragos, quinua, paltas, etc.).
En muchos productos competimos con países vecinos, pero
también con México que está más cerca a EE UU ahorrando flete y bajando costos.
También, competimos con países de otros continentes según temporada de
cosechas. Es una guerra sorda por la disputa de mercados. Los países que no
ayudan a sus exportadores pierden mercado y divisas.
Lógicamente, los inversionistas especuladores del comercio
internacional buscan ir a aquellos países que otorgan mayores beneficios a la
exportación, impidiendo el surgimiento de exportadores nacionales. Tenemos la
ventaja de que, en nuestro país, se produce todo el año y en diversos pisos
ecológicos, mientras que en el hemisferio norte por la nieve de invierno solo
disponen de medio año.
Pero estas ventajas suplen en muchos casos las exoneraciones
tributarias para extranjeros y deberían ser de provecho nacional. Sin embargo,
son las poderosas empresas extranjeras las que sacan provecho. Para el
neoliberalismo, los minusválidos tienen que correr en igualdad de condiciones
con los atletas poderosos para ser competitivos. De este modo se propicia la
desigualdad en favor de los más poderosos. Este aspecto debería analizarse
antes de legislar.
8.
Habiéndose anulado la ley 27630 que otorgaba
privilegios en desmedro de los derechos laborales de los trabajadores de las
empresas agroexportadoras y en perjuicio del erario nacional, se precisa
determinar:
1°- La incorporación del régimen laboral en las
agroexportadoras al régimen laboral común asegurando el mejoramiento de
derechos laborales.
2°- El régimen tributario en función a su capacidad
económica. Hay grandes empresas transnacionales que no necesitan exoneración y
hay pequeñas empresas que sí, lo merecen. Podría aplicarse una tasa selectiva
en razón inversa a sus capacidades económicas.
9.
También es necesario precisar lo que está
oculto. Es muy diferente las exportaciones hechas por capitales nacionales
porque el retorno, más utilidades, fortalecen nuestra economía. En cambio, las
inversiones extranjeras se llevan su capital y las utilidades fuera del país.
Algunas, ni siquiera traen capital, sino invierten adquiriendo crédito de la
banca nacional, que es dinero de ahorristas peruanos. Entonces, si lo que se
llevan y lo que nos dejan es equitativo habrá beneficio compartido. Si es
oneroso para el país, se tendrá que corregir.
10.
Otro asunto a considerar es el rol subsidiario
de las empresas proveedoras y de agricultores proveedores en las relaciones de
equidad con las empresas agroexportadoras que les compran productos
exportables, pues aquellos, no tienen otra opción, por carecer de los medios
para exportar directamente. Muchos productores de palta abastecen a los
exportadores de palta, como también lo hacen muchos otros en diversos rubros de
exportación. Podría establecerse que un 10% de la producción exportada
corresponda a agricultores nacionales proveedores, con los mismos beneficios
promocionales.
Habiéndome excedido de texto, y conociendo la poca
disposición a la lectura, solo me atrevo a trasmitir mi experiencia como
gerente de organización gremial que me permitió organizar asociaciones
nacionales por línea de producción, sin distingo de ideología política. Los
productores de arroz, papa, maíz, algodón, etc., se organizaban por valle y
todos se vertebraban a nivel nacional, autofinanciando sus actividades,
incluyendo la investigación de nuevas variedades, mediante el sistema de
autogravamen del 0,05% a las facturaciones.
Esto mismo, puede ser aplicado a cada rubro de agro
exportación a fin de mejorar su competitividad sin cargar al estado. De este
modo, los productores de palta, de café, granada, mango, etc., generarían sus
propios fondos, administrados autónomamente por el gremio, para fines de
marketing o, promoción comercial, investigaciones de mercado, mejoramiento
genético, etc. La sola aplicación del autogravamen al café alcanza para crear
el banco del café como impulsor financiero de la economía del café.
Queda mucho por agregar, pero a riesgo de no tener acogida,
llego hasta aquí nomás, con la paciencia de ustedes.
Diciembre 12/2020