LOS MASÍAS:
ESTIRPE CON GENES PORTADORES DE VOCACIÓN
POR EL ARTE MUSICAL
Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas*
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o hay carnaval sin “pandilla” en la ciudad del lago. Y no
hay pandilla sin marineras y huayños pandilleros. Y estas melodías y cantares,
no han surgido por generación espontánea. Son obra artística trabajada por
personas de carne y hueso, pero sobre todo seres sensibles dotados de talento
natural para la creación ritmos, acordes, arpegios, que organizados
estéticamente llegan al oído y luego al cerebro humano, haciendo posible que se
manifieste la magia plástica -y también estética- de la danza.
Como no podía ser de otra manera en una “tierra de artistas”
como la nuestra, abundan también ese tipo especial de personas a los que se
denomina “músicos”, muchos de los cuales partiendo de la condición de
ejecutores instrumentales, llegan a las jerarquías de arreglistas,
compositores, orquestadores, etc.
Muchos de ellos se aglutinan en familias que siguen con
fidelidad ciertas tradiciones. Una de esas conocidas familias entregadas al
arte musical son los Masías.
Víctor Masías Rodríguez, cabeza del “clan”, funda en 1924 la
“Estudiantina Masías”. Durante varios años se mantuvo activa, hasta que –según
informaciones de la época- en 1931 decidieron ampliar además de su membresía,
su campo de actividades para abarcar lo coreográfico y lo dramático, pasando a
denominarse “Conjunto Obrero Masías de Arte Vernacular” (Álbum de Puno, Puno
1937. Editado por José G. Herrera y Manuel A Gonzales Ormachea). Ese mismo año,
con motivo de los festejos de 28 de julio, hacen una exitosa presentación de
sus logros en el antiguo Teatro Municipal.
Al año siguiente, 1932 tiene lugar en Yura, Arequipa, el
Concurso de Bailes, Música y Trajes Regionales organizado por Luis S.
Blaisdell para el Club Arequipa. El conjunto Masías obtiene el primer lugar,
iniciando así el prestigio de la danza y música puneñas, dentro y fuera del
país.
En 1934 se celebra el IV Centenario de la Fundación Española
de la ciudad del Cusco. Los Masías venciendo muchos obstáculos participan en
los actos celebratorios y se hacen acreedores de Medalla de Plata y Diploma de
Honor, después de ofrecer cuatro funciones. Félix Paniagua, registra el
siguiente comentario del diario “El Sol” de la ciudad imperial: “Habiendo
llegado el entusiasmo de los cusqueños a un grado máximo -el único- caso que
se registra en la vida teatral de los pueblos del Perú, que no hallando la
forma de premiar más significativa y elocuentemente la magnífica y lujosa
presentación de nuestros artistas y al mérito del arte puneño, arrojaron los
espectadores de platea puñados de moneda al escenario, durante ¡a
representación de uno de sus preciosos y más llamativos cuadros”.
Emilio Vásquez (“La Pandilla Puneña”, Lima 1947, p. 118), refiere
lo siguiente: “… visitó a Lima el Conjunto de Arte Vernacular “Masias”. Y lo
hizo con ocasión de realizarse el Concurso Coreográfico de Amancaes, de 1934,
auspiciado por el Concejo del Rímac. En esa oportunidad se hizo presente la
“pandilla puneña” ante el público de la capital. Por cierto que ganó todos los
honores que se disputaba en dicho concurso. Pero se ganó algo más: la nombradía
nacional más relievada. La pandilla se consagró como la danza nacional de más
valimento estético y social del Sur del Perú. Y como el Sur del Perú está
sindicado como la zona peruana de mayor prestancia artística popular, es claro
que la danza, objeto de este ensayo (la pandilla), debe ser considerada en
primer lugar, entre las valorizaciones expresivas del sentimiento colectivo
del Perú.”
CONJUNTO MUSICAL MASIAS a mediados del siglo pasado
Otro Gran Concurso Nacional de Cantos y Bailes y Trajes
Regionales se realiza en 1935, esta vez en Lima, con motivo de conmemorarse
el Cuarto Centenario de la fundación española de esa capital. El Concejo
Municipal de Puno, designa como representante del arte vernacular de Puno al
Conjunto Masías. El Conjunto compite con 39 entidades del mismo carácter
llegados de diferentes partes del país. Al final ocupa el primer puesto,
recibiendo el premio “Presidente de la República”, medalla de oro y cada uno de
sus componentes un diploma de honor.
El conjunto Masías, el primero de su clase que sale al
extranjero, viaja en 1936, a la República de Bolivia, en cuya capital ofreció
tres funciones en su Teatro Municipal, funciones que, “…a decir de la prensa
del altiplano, fueron plenas de emoción y espiritualidad artísticas, que decía
muy alto de los que, cómo los del grupo Masías, se preocupan por cultivar lo
netamente autóctono en sus diferentes manifestaciones” (A. Gonzales O, en Álbum
de Puno).119
En 1937, logran disponer de local propio: un Salón de Actos
estrenado el 4 de febrero de ese año. Los padrinos del bien fueron la señora
Beatriz de Barrionuevo y el señor Pedro L. Repetto. Dicho acto, constituyó todo
un acontecimiento social-artístico y en ese Salón se han ofrecido varias
audiciones por el Conjunto, así como homenajes de reconocimiento a distintas
personalidades del mundo intelectual y social, desde su inauguración hasta
1950, aproximadamente.
El Touring Automóvil club del Perú organiza un nuevo
concurso de Música, danzas y teatro Popular en mayo de 1939 en la ciudad de
Cusco. Nuevamente, el Conjunto Masías se alza con la Medalla de Oro y su
actuación es objeto de elogiosos comentarios en la prensa local.
En años siguientes la actividad institucional se hace más
esporádica, aun cuando se cumple con actuaciones en homenaje a distintas
figuras de la artística puneña.
Una familia entregada
al arte musical.
El matrimonio Rosendo Masías-Matilde Rodríguez, tuvo al menos
tres hijos: Víctor, Rosa Victoria y Enrique Masías Rodríguez.
Víctor Masías Rodríguez, nacido el 23 de diciembre de 1900
en Puno, fue músico autodidacta, compositor sobresaliente, alternando esta
entrega artística con su trabajo en la Corte Superior de Justicia de Puno,
durante 35 años. Fue el fundador, mentor y alma del “Conjunto Obrero Masías de
Arte Vernacular”. Bajo su dirección el conjunto hace las presentaciones en
Lima, Cusco, Arequipa y La Paz (Bolivia), de las que dimos cuenta en párrafos
anteriores.
“Cultor y creador de grandes manifestaciones musicales, vocales,
coreográficos, poéticos y del teatro costumbrista trilingüe, extraídos del
ambiente Regional de esencia folklórica del altiplano peruano. Se presentó en
los escenarios de las mejores salas de espectáculos nacionales e
internacionales, cosechando el aplauso y la crítica saludable de entendidos
folkloristas y periodistas”, señala Félix Paniagua Loza (“COMPOSITORES Y
MUSICOS PUNEÑOS”, Puno 1990 pp. 56 a 58).
Falleció en Arequipa el 20 de abril de 1973, dejando una producción
de marineras, huayños y kajelos, muy apreciada por los melómanos del género
pandillero.
Hay que decir que en base a éste Conjunto se forma en 1963
el Centro Musical “Theodoro Valcárcel”, que posteriormente y hasta 120 el
momento pasó a denominarse “Centro Musical y de Danzas Theodoro Valcárcel”.
Integrando el cuerpo de músicos de esta institución, en 1965, don Víctor
Masías Rodríguez participa en las notables presentaciones de los “Theodoros” en
el Palacio de Las Bellas Artes de la ciudad de México.
Víctor Masías Rodríguez casó en primeras nupcias con
Alejandrina Hinojosa Gámez, que fue su aliento constante y tenaz colaboradora
en su obra artística. En esa unión nacieron Julia, Augusto y Julio Masías
Hinojosa. En segundas nupcias, después del fallecimiento de su primera esposa,
casó con Felicitas Saavedra, habiendo procreado a Hugo y Nancy Masías
Saavedra. Don Víctor tuvo además otra hija: Juana Masías Enríquez.
Julia Masías Hinojosa, desde muy niña desarrolló sus dotes
de cantante y bailarina, cautivando al público limeño en 1934, ocasión en que
obtuvo una medalla de oro. Julia casó en Puno con César Arroyo Catacora y entre
los hijos de este matrimonio están Víctor Arroyo Masías, también músico,
integrante del Centro Musical y de Danzas “Theodoro Valcárcel”, ex director del
“Conjunto Musical Los Jockers de Puno”. Integra también el recientemente
conformado Centro Musical “Augusto Masías Hinojosa”. Su hermano Julio Arroyo
Masías, es músico guitarrista egresado de la Universidad de Tucumán Argentina y
radicado actualmente en Cusco. Es el director del “Centro Musical Augusto
Masías”, integrado por los sobrinos de este eminente músico puneño, conjunto
que ha grabado ya el disco “Puno Vive”, muy comentado.
Augusto Masías Hinojosa, nació el 1 de setiembre de 1932.
Contrajo nupcias con doña Zenobia Salvatierra. Frutos de este matrimonio son
sus hijos Omar, Freddy y Alvaro. Fallecido hace relativamente poco, fue el que
contribuyó a ganar mayor nombradía a esta familia de músicos artistas puneños.
Es el más conocido de la familia de músicos Masías, fue ejecutante y compositor
de reconocido talento. De muy joven, en 1947 fue propulsor de la “Estudiantina
Carolina”. Estudió la guitarra en Argentina y en Bolivia la guitarra y la
mandolina. Junto con Edgard Valcárcel y Augusto Vidangos, estudió en el
Conservatorio Nacional de Música en Lima, hasta 1953, pasando luego a
Argentina en donde siguió estudios de guitarra. De allí fue a residir a La Paz
Bolivia, en donde durante 1955 y 1956 fue conspicuo integrante de la Orquesta
Filarmónica “1° de Mayo” de esa ciudad altiplánica, en donde también formó el
Trío “Trovadores del Sur”, “El Dúo los Monarcas”, “El Dúo los Porteños”. A su
retorno a Puno en 1957, fundó el “Cuarteto Masías” que dejó un “LP” y pasó a
integrar 121 el Centro Musical Theodoro Valcárcel del que llegó a ser su director
durante el periodo 1962 a 1979, dejando grabados cuatro discos de larga
duración. Aquí alternó con consagrados músicos, entre ellos Eladio Quiroga,
Alberto Rivarola, Carlos Rubina Burgos, Néstor Molina y con su padre don
Víctor Masías. Fue Profesor y Director de la Escuela Superior de Bellas Artes
de Puno y
Augusto Masias Hinojosa , talentoso autor de IMILLITA y de cien compsiciones de sabor uneñísimo |
profesor de Música en la Gran Unidad Escolar “San Carlos” de Puno.
Augusto Vera Béjar (Música, danza, Tradición y Personajes Puneños. Lima, 2006
p. 119) declara haber sido su alumno en este centro de estudios. Augusto
integró también el Conjunto de Cámara de Puno dirigido por Virgilio Palacios
Ortega. En 1979 pasa a radicar en Arequipa, ciudad en la que funda varios conjuntos
musicales, entre ellos “Los Alferados”, el “Centro Musical Dunker Lavalle”, el
“Centro Musical Víctor Masías Rodríguez” y la “Estudiantina Departamental
Sinfónica Puno”. Además, fue integrante y director de la Orquesta Sinfónica de
Arequipa. Es larga la lista de sus creaciones que perennizan marineras, carnavales,
valses, boleros y huayños. Entre estos destacan “Alejandrina” -en honor a su
Madre- e “Imillita”, bello canto de amor, tal vez el pandillero más celebrado y
popularizado de toda su obra. Dedicó uno de los valses a su tío “Enrique
Masías” quien a decir de Francisco Montoya Riquelme (Revista del Instituto
Americano de Arte N° 4 pp. 24-25) fue “insigne pintor puneño”, con amplia –pero
desconocida- ejecutoria en el trabajo artístico.
Uno de los hijos de Augusto, Omar Masías Salvatierra, es
profesor en la Universidad de Tucumán, Argentina, y activo concertista con
guitarra.
Julio Masías Hinojosa, el otro hijo de don Víctor Masías
Rodríguez, es eximio ejecutor de múltiples instrumentos musicales, compositor
y arreglista, fundó y dirigió la Orquesta Universitaria Puno que amenizó muchas
fiestas en la ciudad y otras localidades de la región. Fundó con sus parientes
y dirigió también el grupo “Los Jokers”, ejecutantes de música variada. Como no
podía ser de otra manera, fue músico integrante del Centro Musical y de Danzas
Theodoro Valcárcel. Integró en Arequipa el conjunto “Los Cóndores” así como el
“Cuarteto Masías” conformado por él, su hermano Augusto (Director) y los
hermanos Enrique y Máximo Mallea Masías. En la actualidad Julio Masías Hinojosa
es Director del Coro de la Universidad Santiago Antúnez de Mayolo de Huaraz,
habiendo grabando un exitoso disco compacto. Además es también Director del
Coro de Cesantes y Jubilados del Sector Educación de Huaraz.122
Juana Masías Enríquez, la otra hija de Víctor Masías
Rodríguez, casó con Luis Hinojosa Gámez, su cuñado y yerno. Luis es músico que
integró el “Conjunto Obrero Masías” y en su momento fue fundador y también
integrante del Centro Musical “Theodoro Valcárcel”. Como tal, formó parte de la
delegación que viajó a México en 1965. Hijo de este matrimonio es Ruperto
Hinojosa Masías (cariñosamente apodado como “Rupeco”), hábil, experto y
conocido “contrabajista” de ese centro musical y de muchos conjuntos que
cultivan música variada en Puno.
Rosa Victoria Masías Rodríguez, hermana de Víctor Masías Rodríguez
preside otra de las ramas Masías. Ella casó con Emilio Mallea Castillo y ambos
fueron padres de nueve hijos entre los que destacan Enrique, Máximo, Jorge
Fidel y César Guillermo Mallea Masías.
Enrique Mallea Masías, profesor jubilado, gran guitarrista y
cantor es el mayor de la familia. Integró también el Centro Musical Theodoro
Valcárcel, el “Cuarteto Masías” y “Los Cóndores”. “En nuestro caso –nos informó
hace poco- la vena y afición a la música nos viene por partida doble, tanto por
Masías como por Mallea. Juana Mallea fue cantante y pianista oficial y
notabilísima en el Palacio Quemado en La Paz cuando su tío Bautista Saavedra
Mallea era presidente de Bolivia en el periodo 1920-1925. Primo cercano de ella
era José Félix Mallea, también músico, quien avecindado en Puno tuvo un hijo:
Emilio Mallea Castillo, mi padre, quien nos enseñó muchos secretos en la
ejecución de instrumentos musicales”.
Máximo Mallea Masías (“Marajhá”), integró los conjuntos y
centros que su hermano Enrique conformó. Estudió música en la Conservatorio
Dunker Lavalle de Arequipa, del que más tarde fue Director logrando que se esa
casa de estudios se elevara a la categoría de Escuela Superior. Tiene concluido
para pronta publicación, su obra “Heptafonía de la música incaica”. Aunque
ejecuta varios instrumentos tiene predilección por el violín. Sus hermanos
Jorge Fidel y César Guillermo Mallea Masías son músicos bateristas, el último
radicado en Argentina.
Formulamos fervientes votos para que los jóvenes Masías reciban
este legado y mantengan las tradiciones familiares, lo cual será de provecho
para la música puneña.
(*)Publicado en LOS ANDES 13 de marzo del
2011
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