MAPUCHES
EN LUCHA *
Escribe:
Guillermo Vásquez Cuentas
¿Desde cuándo la independencia chilena?
Hay
en muchos países sudamericanos el prurito a de aparecer como uno de los
primeros, si no el primero, en haber alcanzado la independencia política
respecto al dominio español.
Chile
es uno de ellos y para ello tuerce el real significado de los hechos. Así,
proclama que alcanzó la condición de país independiente el 18 de setiembre de
1810. Por eso es que se halla festejando su “bicentenario”
Lo
que en realidad ocurrió ese día es la instalación de una Junta de Gobierno, de
carácter provisional “mientras durase el cautiverio del rey Fernando VII”,
hecho originado en la invasión napoleónica a la península ibérica.
Tal
como ocurrió con la “Junta Tuitiva” en Bolivia, la Junta chilena proclamó su fidelidad a la corona española y
no llegó nunca a una separación del imperio español. La propia historiografía
chilena así lo confirma.
Es
cierto que a partir de la Junta empezó un largo proceso de afirmación de una
ideología libertaria, cuya aplicación práctica empezó a cristalizarse con el
acceso a posiciones de poder juntista del militar José Miguel Carrera en cuyo
mandato ya se llegó a establecer ciertas
normas legales propias y crear algunas instituciones “nacionales”.
Pero
el real hito que marca la independencia de Chile, es el 12 de febrero de 1818,
fecha en que Bernardo O´Higgins Riquelme es nombrado Director Supremo de Chile,
oportunidad en que “se declara formalmente” la independencia de ese país. Esto
se produjo gracias a que, exactamente un
año antes, el “Ejército de los Andes” liderado por San Martín venció a las
fuerzas realistas en Chacabuco. El nuevo gobierno chileno de criollos, independiente, de O´Higgins se afirmó con la
victoria de los patriotas en Maipú, el 5 de abril de ese mismo año.
De los mapuches o araucanos se ha dicho con la
mayor razón histórica que en toda América es la única nación indígena que nunca
fue sometida por los españoles o europeos. Admirablemente permanecieron
independientes por más de 260 años, durante los cuales supieron mantener formas
de equilibrio militar frente a quienes buscaron dominarlos. Las guerras que
libraron fueron siempre de sobrevivencia y por eso, masivas, populares. Se
comportaron siempre como una raza militar, con espíritu guerrero, donde no
había diferenciación entre militares y civiles.
La historia de la nación mapuche ha sido
escamoteada, ocultada y silenciada y hasta negada en la historiografía oficial
chilena; lo cual no es raro porque igual ocurrió con las naciones andinas del
Perú. Las historias oficiales siguen esa tendencia de identificar la historia
de nuestros países con la historia de
los invasores, de los vencedores, de los dominadores.
Antigua etnia, provino –según algunas
explicaciones- de la selva amazónica a través del Chaco paraguayo y la pampa
argentina. Durante la mayor parte de su existencia estuvo conformada por
cazadores, recolectores y horticultores.
De acuerdo a la ocupación territorial se
subdividìan en “gente del norte” o “Picunches” por estar al norte del rio
Maule; los araucanos o “gente del oeste”; los “huiliches” o “gente del Sur”;
los “cuncos” que ocupaban la región de Chiloé y los “pehuenches” de la pampas
patagónicas.
Interesa esa subdivisión para señalar que solo los
“Picunches” llegaron a ser integrados al Imperio Incaico, durante el mandato de
Túpac Inca Yupanqui. Después de la Batalla de Maule sin vencedores ni vencidos,
se fijó el río de éste nombre como límite fronterizo (cerca de la actual ciudad
de Talca más al sur de Santiago). Desde ese límite se defendieron de incas y
españoles.
Más tarde, después de abatir al imperio incaico, los
españoles llegaron intentando someter también a los mapuches. Millón y medio de
indígenas araucanos libraron la larga “Guerra del Arauco”.
Lautaro, líder mapuche sostuvo el primer
enfrentamiento triunfante con los hispanos en Quilacura (1546). Cuatro años después Pedro de Valdivia es
enviado por Pizarro para conquistar la nación Mapuche. Luego de muchos
encuentros tiene lugar la gran batalla de Tucapel, en la que Valdivia es tomado
preso y ajusticiado, como cuenta Alonso de Ercilla en el poema épico “La
Araucana”, clásico de la historia americana.
Otros líderes toman sucesivamente la posta.
Galvarino, Caupolicán y Pelantaro, hasta que –sin cesar en la lucha- Lientur y
Butapichon firman un tratado con los españoles en Quilin el 6 de enero de 1641,
dando fin a una guerra de 91 años. Ese tratado (“Parlamento” le decían)
reconoce la independencia del territorio y pueblo mapuches, como no
perteneciente a la Capitanía General de Chile, sino relacionados directamente
con la corona como nación independiente. Esa larga guerra costó un millón de
muertos.
Los hispanos violan recurrentemente los acuerdos y
después de un segundo periodo de guerra, se realiza el “parlamento de Negrete” (13
de febrero de 1726) por el cual se ratifica la frontera de Bio Bio, se pacta
una independencia relativa y se confirma la sujeción de la nación mapuche a la
corona española.
Durante el periodo republicano la nación mapuche
no perdió su identidad y mantuvo su accidentada existencia hasta nuestros días.
Intolerancia, exclusión y soterrada
discriminación dirigida al exterminio y desaparición de los mapuches han sido
una de las constantes políticas durante toda la historia republicana de Chile.
Después
de 200 años de accidentada vida independiente, nuestro vecino “pelinco” y usurpador
de territorios de países limítrofes, muestra una sociedad dominante que busca
desaparecer a la “gente diferente”, es decir a los pueblos originarios,
indígenas, que aún habitan su territorio. Entre ellos está una parte de la
nación aimara, asentada en espacios que fueron del Perú y de Bolivia, y están
los mapuches, la mayor nación indígena de Chile.
Chile
se ufana de ser país criollo, europeo (preferentemente alemán), cristiano
occidental. Se dice civilizado pero trata de acabar con los indios. Se autoproclama
un país “diverso e integrado
que promueve la cultura de la tolerancia y la no discriminación, los
diálogos interculturales y la inclusión de la comunidades discriminadas”, pero no solo mantiene sino que ha avivado recurrentes
políticas de postergación contra ese antiguo y valiente pueblo indígena.
Según el Censo de Chile de 2002, existían 1.281.651
mapuches, aproximadamente. Es una nación existente y actuante. Ha venido
luchando por su autonomía basándose en el principio internacional fundamental de
libre determinación de los pueblos.
En la actualidad, además de la recuperación de
tierras ancestrales, luchan por el autogobierno, el que “además de constituir
un proceso legitimo e imprescindible es la medida apropiada para adoptar las decisiones
propias que afectan al pueblo mapuche y asimismo garantizar, salvaguardar y hacer
respetar los derechos territoriales y los recursos del suelo y subsuelo que
están seriamente amenazados", según reza un muy difundido comunicado de
sus representantes.
Recientemente, las políticas de exclusión,
desaparición y persecución de los mapuches por los gobiernos chilenos se han
hecho patentes en recientes disposiciones legales “antiterroristas”, bajo la
acusación de que las FARC colombianas han entrenado combatientes mapuches.
Ya concita la atención mundial la huelga de hambre
por la recuperación de tierras y contra las normas “antiterroristas” (pero en
realidad “antimapuches”) que lleva ya poco más de 70 días por parte de 34
mapuches en distintas cárceles de Chile. Frente a ese hecho que marca y empaña
la serie de festejos, el presidente Piñera en su discurso central de la Plaza
de Armas de Santiago con motivo del bicentenario, en un esfuerzo por amenguar
los efectos político-sociales de la huelga, ha ofrecido invertir más de 4 mil millones de dólares en las
regiones mapuches y establecer –por fín- una mesa de diálogo para discutir las
pretensiones de la nación indígena.
Un gran movimiento de apoyo a la causa mapuche
atraviesa la misma sociedad chilena y americana. Indígenas de distintos países,
intelectuales, sacerdotes de variadas creencias, se han puesto de pie a favor
de los mapuches.
Tendrá que darse el triunfo de esa causa indígena
americana. ()
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*Septiembre 2010, REPRODUCIDO a propósito de la reciente marcha de los Mapuches en Santiago de Chile: