LECTURAS
INTERESANTES Nº 931
LIMA
PERU 29 NOVIEMBRE
2019
KEIKO FUJIMORI EN LIBERTAD
César
Hildebrandt
Tomado de HILDEBRANDT
EN SUS TRECE N° 470, 29NOV19
N
|
os merecemos a
Keiko Fujimori.
Nos merecemos a
Chávarry.
Nos merecemos a
Ernesto Blume.
Nos merecemos a
Luis Castañeda, al Congreso que reconstruiremos en enero próximo, al Jurado
Nacional de Elecciones tramposo.
Nos merecemos a
Pedro Olaechea, a Ollanta Humala y señora, a la televisión que pudre, a la
radio del guarapo, a la prensa aturdida por el miedo.
Sí, merecemos
estas penurias. Son las que toleramos, las que seguimos permitiendo.
Algo de
chancaca hay en nuestro carácter. Un dulzor horrible nos hace beatos,
sirvientes, obedientes, ujieres, churrupacos, agachados y rastreros.
Mechain, Peru21 |
Y esta semana
el club del delito, al que pertenecemos obligatoriamente por haber nacido en
estas tierras, ha vuelto a tener un éxito loco.
Keiko está
libre. Volverá a asustar testigos, a borrar huellas, a desaparecer documentos,
a perder libros contables, a cambiar declaraciones y a inventar cócteles.
Volverá a fingir que está en la política cuando, en realidad, lo que dirige es
una organización presta al delito, digna heredera de aquel padre ladrón que
compraba opositores e indemnizaba a Montesinos con dinero encostalado
disponible en Palacio. La ayudará el Poder Judicial que ha eximido a Pedro
Chávarry. Colaborará con ella el lado de la Fiscalía que César Villanueva ya
había infectado.
La seguirán
ayudando los empresarios miserables que amaron a Fujimori porque él convirtió
al Estado en fantasma y a los sindicatos en espectros y a la justicia en la
dama de la noche que sigue siendo. No es un país el que necesitan esos
señorones: lo que quieren -y quisieron siempre- es una hacienda con leyes
propias y cárcel adjunta.
Y eso es lo que
el Perú seguirá siendo: una hacienda donde Roberto Abusada es el gurú de la
economía y Villa Stein el jurisconsulto de moda. No aspiramos a más. Para qué.
Sería como interrumpir la siesta ventral que tanto nos gusta y que dormimos
desde hace dos siglos.
Cuando vuelvo a
la historia del Perú, allí están las mentiras que sustentaron la ficción de
país que fabricamos desde la autocomplacencia más patética. Nacimos con una
doble traición -la de Riva Agüero, la de Torre Tagle-, nos independizaron a la
fuerza y convertimos a Bolívar en “dictador vitahcio” y probador de mujeres,
nos corrompimos por vocación. Leer a Alfonso Quiroz es un deber. También lo es
leer a Emilio Romero. Basadre, aunque tibio, es el autor del extenso obituario
de este país fallido que habrá de celebrar el bicentenario de lo que pudo ser.
Si Cioran
hablaba de un universo aquejado de inutilidad, este columnista, modestamente,
podría hablar de un país que resume la derrota de la teoría del progreso.
Heduardo. La Republica |
Miren a su
alrededor. ¿Este caos es lo que nos propusimos ser? ¿Esta vulgaridad fue nuestro
proyecto? ¿Esta abyección fue nuestro sueño? ¿Este olor a hediondez es lo que
esperábamos?
Mientras el Tribunal Constitucional le concede
a la señora Fujimori el derecho de seguir complotando, presencialmente, en
contra del proceso que por lavado de activos tiene abierto, se presenta el
libro del hombre que se mató cuando todas las pistas conducían a sus bienes
malhabidos y a sus cuentas de hollín en trance de viudez. Y se presenta como el
testimonio de un cuasi mártir de la democracia y del abuso judicial. La suya
será otra mentira fundacional. Vivimos de mentiras. Vivimos para mentirnos.
Decimos que
tenemos instituciones. Mentira. Las instituciones no son abstracciones y en
el Perú gran parte de ellas han sido desquiciadas por haber sido secuestradas
por la delincuencia. Miren en qué acabó el Consejo Nacional de la Magistratura.
Pregúntenle al “tribuno” Ramos en qué club de alterne celebrará la liberación
de Keiko Fujimori y por qué esgrimió el argumento del cierre del Congreso para
sostener su voto. Recuerden qué fue el “parlamento” que Vizcarra tuvo que
cerrar por razones respiratorias. Miren a los Cuellos Blancos y entérense qué
puede ser la judicatura (a pesar de que el informante Uceda quiera limpiar al
capo Hinostroza). No se hagan los locos: revisen la lista de candidatos al
Congreso de enero y díganme si de esos nombres puede salir la esperanza de un
cambio.
¿Qué quiero decir?
¿Que estamos condenados? Sí, eso es precisamente lo que quiero decir.
Estamos
condenados porque hemos permitido que la plutocracia y sus trovadores
mediáticos nos instalen en este sopor. A la plutocracia y a los pavos reales de
su narrativa les interesa que el Perú siga siendo lo que es: un prefacio de
país, un terral donde la barbarie se impone, un gran silencio.
Ramos delivery . Carlin |
La plutocracia
y sus hechiceros insisten en que no debemos cambiar la Constitución-Candado
impuesta por el corrupto fujimorismo. Le interesa a la plutocracia que “lo
privado” sea beatificado y que “lo público” se someta siempre a sus
inquisidores. La plutocracia gobernante aspira a que el fujimorismo de 1992
dure mil años, como Hitler pretendió que durara su reino de terror.
Y ya es tiempo
de parar esto.
Chile empieza a
librarse de las cadenas del pinochetismo. Honor a su gente. Honor a sus
protestantes. Bienvenida la nueva república que en Santiago comienza a asomar.
No necesitamos incendiar el país para empezar a cambiar. Bastaría, por ahora,
con no votar por la podre. La podre es el fujimorismo, la derecha siempre
vencedora y cutrera, los empresarios del aceite. Sería un buen comienzo. Lo
demás consistirá en jalar la cadena y ver que en ese remolino liberador se va
nuestra debilidad, nuestro estoicismo, nuestra condición de hipnotizados. La
libertad puede empezar en el váter.
______________
POSDATA; reitero, por enésima vez, que no
uso las redes sociales y que los textos que el bandolerismo virtual me suele
atribuir son apócrifos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario