BOLIVIA PREPARA SU SALTO
A LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL DE
LITIO
ASOCIET PRESS 12SEP19.-
A 3,663 metros de altura en el Salar de Uyuni, el mayor desierto de sal
del mundo, el trasiego de camiones entre piscinas donde se evaporan las sales
para extraer litio no cesa. Bolivia se prepara para dar el salto a la
producción industrial de este metal clave en la industria electromotriz que
lidera China.
El país altiplánico, que cuenta con los mayores recursos del
mundo, se suma de forma activa al llamado “Triángulo del litio” junto con Chile
y Argentina, dos de los mayores productores actuales de este “oro blanco”,
junto con Australia y China.
Utilizado sobre todo en la fabricación de baterías
recargables de ion litio para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos,
el carbonato de litio, un polvo blanco fino como harina de repostería, también
se usa para fabricar cerámica, vidrio y hasta medicinas.
Cuando la actual planta piloto de Llipi -resguardada por el
ejército boliviano- pase a la producción industrial a finales de 2020, tendrá
“una capacidad de producción de 15,000 toneladas” de carbonato de litio, dice a
la AFP el jefe de implementación del proyecto, Marco Antonio Condoretty.
Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), la empresa estatal
creada en 2008 por el gobierno del presidente Evo Morales para explotar los
recursos evaporíticos de los salares, espera convertir a Bolivia en el cuarto
productor mundial de litio y el segundo de Sudamérica para 2021.
Lejos del trajín del Salar de Uyuni, el mayor atractivo
turístico de Bolivia, que ocupa 10,000 km2, la explotación del metal más
liviano y con menor densidad de los elementos sólidos de la tabla periódica
solo ocupa el 3% de este mar de sal y utiliza “tecnologías limpias”, dice
Condoretty.
- Negocio estatal -
"Por ley, en Bolivia solo YLB puede explotar los
recursos evaporíticos", dice este ingeniero químico, lo que garantiza que
"la ganancia se quede en el país".
El litio sigue el mismo modelo de explotación que los hidrocarburos,
nacionalizados en 2006 por Morales, que en octubre aspira a ser reelegido para
un cuarto mandato.
No obstante, consciente de las limitaciones de poner en pie
una industria propia, YLB ha firmado acuerdos con “socios estratégicos” que
"traigan su tecnología y “garanticen el mercado”, como la alemana ACI
Systems para producir hidróxido de litio y fabricar materiales catódicos y
baterías de ion litio “made in Bolivia” destinadas al mercado europeo.
Y con la china Xinjiang Tbea Group-Baocheng, que a
diferencia de la alemana explotará los salares de Coipasa (Oruro) y Pastos
Grandes (Potosí) y procesará la materia prima en Asia.
En plena transición mundial a las energías limpias, la
ligereza y capacidad de almacenamiento energético de este metal es su principal
baza.
Sin embargo, los ambientalistas advierten de las
consecuencias para los ecosistemas vivos que albergan los salares, debido a la
enorme extracción de salmueras (agua salada) para la obtención de sales de
litio mediante evaporación.
Porque si bien es cierto que la popularización de vehículos
eléctricos puede reducir paulatinamente las emisiones de gases de efecto
invernadero y así contribuir a frenar el cambio climático, la extracción de
litio, si es realizada de forma excesiva, puede tener el efecto contrario,
según Pablo Solón, director de la Fundación Solón y del Observatorio Boliviano
de Cambio Climático y Desarrollo.
- China, principal mercado -
Con el 63% del mercado de baterías, China es el principal
consumidor de carbonato de litio del mundo, frente al 23% de Estados Unidos,
recuerda la académica de la Universidad de Antofagasta Ingrid Garcés.
La voracidad del gigante asiático le ha llevado a
posicionarse en los principales yacimientos del mundo para asegurarse el
suministro de este metal que, junto con las denominadas tierras raras, es la
base de las nuevas tecnologías. En diciembre pasado, la china Tianqi puso un
pie en el Salar de Atacama (Chile), una de las principales reservas del mundo,
al hacerse con el 24% de la chilena SQM.
El gigante asiático necesitará a partir de 2025 unas 800,000
toneladas de carbonato de litio anuales para satisfacer la demanda creciente de
vehículos eléctricos.
Y es precisamente en el Triángulo de litio donde se
encuentran cerca del 80% de las reservas mundiales y donde mayor esfuerzo se
espera para satisfacer la demanda.
La producción mundial de este metal no ha parado de crecer
en los últimos años. En 2018, aumentó un 23%, a más de 85.000 toneladas de
litio (equivalentes a unas 446,000 toneladas de carbonato de litio), según el
informe anual “Mineral Commodity Summaries”, del Servicio Geológico de Estados
Unidos (USGS).
Australia, con 51,000 toneladas, lidera la producción de
litio, seguida de Chile (16,000), China (8,000) y Argentina (6,200).
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