LECTURAS INTERESANTES Nº 895
LIMA
PERU 31 MAYO
2019
JAQUE MATE
César Hildebrandt
Tomado
de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE” N° 447, 31MAY19
Q
|
ué bien, señor Vizcarra.
Ha hecho usted lo único que cabía hacer.
Rosita Bartra ha sido depuesta, Mulder destituido,
Becerril apartado. Es como si se hubiesen abierto las ventanas y un aire
fresco auxiliara nuestros bronquios. Qué buena noticia.
Entre ser monigote o volver a ser presidente, ha
elegido usted ser presidente.
No se ha enfrentado usted al Congreso desde la
arbitrariedad y el capricho, que eso hubiese sido un gesto golpista.
El problema ni siquiera es el Congreso. El problema
es que el Congreso ha sido secuestrado por las dos organizaciones políticas más
próximas a la mafia que hayamos padecido.
Lo que ha hecho usted es devolverle al Perú el
Congreso rehén, rescatar el recinto de las leyes de manos de quienes son socios
de Chávarry, amigos de Hinostroza, protectores de Donayre, compinches de
Mamani.
Entre el llamado de la inercia y la solicitud del
deber ha elegido usted el cumplimiento de la Constitución.
La gente se lo agradece, señor presidente.
Quizá no tenga usted una idea cabal de lo harto que
está el pueblo, de la situación exasperada de mucha gente que no veía una
salida ante este empantanamiento que esteriliza y confunde.
Esa gente siente ahora que hay una esperanza.
Un Congreso malparido, donde el 20% de los votos
populares se transformó en el 51% de los asientos parlamentarios, ha sido derrotado.
No importa cuánto quiera disimular esa debacle y qué es lo que chillen sus
voceros. Lo cierto es que la arrogancia de sus representantes ha quedado en
entredicho. Parece que hubieran pasado años y no horas desde aquel momento en
que el cuello blanco Pedro Gonzalo Chávarry agravió al Ejecutivo y a los
fiscales del caso Lava Jato ante la excitada complacencia de sus secuaces.
Heduardo |
Esa insolencia de arrabal -ella sí golpista,
ancestralmente fujimorista- merecía la cuestión de confianza y la enérgica carta
que Salvador del Solar le dirigió al Congreso este jueves último.
Sé que algunos ministros de su gabinete plantearon
sus dudas y miedos. Hizo
bien en no hacerles caso. Esos buenos señores (y
buenas señoras) no han entendido la matriz de este juego: complacer al hampa
política es duplicar su apetito, volverla insaciable, desatar sus furias. El
fujimorismo no es un partido político sino una federación de astucias. Y el
Apra es como el coliseo romano: lo que queda de una gloria ida (con Nerón
suicida y todo). Mientras más obtiene el fujimorismo, más requiere y demanda.
Mechain |
El único lenguaje que entiende y respeta es el de
la fuerza. Quizá sea porque eso les recuerda al patriarca fundador.
No lo dude, señor presidente. Ha hecho lo único que
podía hacer si quería evitar el destino de zombi que le tenían preparado.
Ahora viene lo bueno, el partido de verdad, la mitad
más seria de la batalla.
Les pide usted a los guardaespaldas del delincuente
que fue Fiscal de la Nación que aprueben ya no sólo los cinco proyectos
presentados en su mensaje a la nación sino los doce del paquete original de
reformas. Y plantea usted que el límite de plazo esté determinado por el
término de esta legislatura. Añade usted, a través del primer ministro, que el
concepto que cada proyecto encierra no debe ser desnaturalizado. Eso supone
que el tamiz neuronal de Rosita Bartra no será, como hasta ahora, factor
protagónico en el proceso del debate.
De modo que, al margen de lo que digan los
congresistas del Congreso abominable que pretende seguir lastrándonos, lo
cierto es que los partidos que irguieron un gobierno clandestino están ahora
contra la pared. O el Apra y el fujimorismo aceptan las condiciones propuestas
o tendrá que producirse el cierre de ese poder del estado y su renovación a
través de elecciones.
Si ese fuera el caso, la Comisión Permanente,
dominada por el fujimorismo gracias a un cuoteo anacrónico (Juan Sheput
considera que el partido del reo debiera tener 12 y no 19 representantes en su
seno), creerá llegado su momento para sabotear las reformas y seguir blindando
a los Chávarry del pantano. Pero que no se equivoque: hay constitucionalistas
que ya empiezan a poner en duda los alcances de esa atribución sosteniendo la
tesis de que en ese periodo serán las leyes del Ejecutivo las que deberán
prevalecer.
No lo olvidemos: las reformas fueron convertidas en
aspiración popular gracias a un referéndum en el que el fujiaprismo salió derrotado.
No se trata, entonces, de una ocurrencia presidencial sino de un mandato
surgido del voto.
¿Aceptará el Congreso que avala a Chávarry las
condiciones propuestas por el Ejecutivo?
¡Qué dilema! Si no las aceptan, es posible que
tengan que irse a casa (algo espantoso para casi todos). Si las aceptan, el
mapa político habrá cambiado radicalmente. Capablanca diría que se trata de un
jaque mate.
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