LECTURAS
INTERESANTES N° 885
LIMA
PERU 14ABR19
SANGRE CAMPESINA DERRAMADA
Otro conflicto. El Perú es un polvorín, se prende la
mecha y estalla un conflicto. Policía Antidrogas y Corah instalaron en un
centro poblado de San Gabán un campamento para erradicar cultivos de hoja
de coca. En la versión policial, un grupo de pobladores los atacaron con
piedras, palos y machetes. Para defenderse, sostiene la versión oficial,
usaron armas de fuego y bombas lacrimógenas. Kleber Sánchez LA REPUBLICA 13 Abr 2019
Escribe: Milcíades Ruiz
U
|
n
futbolista recibe tarjeta amarilla cuando derriba por detrás a un jugador que
está en posesión de la pelota. Se le saca tarjeta roja y es expulsado del campo
de juego cuando agrede al jugador adversario. Esto es normal y justo en el
futbol pero no, en las reglas del sistema de dominación. En este, es al revés.
Se castiga al que cae y no el que lo hace caer con juego sucio. Se le saca
tarjeta roja al agredido para que gane el agresor. Esta es una característica
del juego de poder de EE UU y sus testaferros nacionales.
Al servicio del imperio |
Más
concretamente se aplica lo dicho a lo que sucede en el sistema de dominación
nacional con respecto a los agricultores que cultivan coca. Con medidas de
gobierno las autoridades del Congreso, Ejecutivo, magistrados y otros, agreden
a los agricultores y campesinos arrebatándoles todo margen de rentabilidad.
Después de hacerle caer en la pobreza, se les saca del mercado con tarjeta roja
por no ser competitivo como manda el neoliberalismo.
Los niños
y niñas campesinas tienen hambre pero no hay plata para nutrirlos, ni para
comprarles zapatos ni para llevarlos al médico. Se tiene que curar con hierbas
silvestres o, morir. ¿Qué haríamos nosotros en esta situación? Es muy triste
vivir así, pero la necesidad obliga. ¿Quiénes lo obligan a migrar? El campesino
no quiere desprenderse de la tierra, no saben hacer otra cosa porque su pobreza
no se lo permite. ¿Quiénes son los culpables de esta desgracia? Pues los
campesinos, por no ser competitivos, dirán los defensores del sistema.
Les
pregunto: Si los precios de los productos campesinos no compensan los costos de
producción y tienen que trabajar a pérdida, si lo que reciben a cambio de su
trabajo no alcanza ni al 30% del sueldo mínimo vital, ¿Podemos ser tan crueles,
de pedirles que compren tecnología para ser más competitivos? ¿Es que nadie se
da cuenta, que mientras en otros sectores se trabaja con maquinaria robotizada,
el campesino del ande lo hace con chaquitaclla, como en los tiempos pre hispánicos?
Pero claro, “la culpa es del campesino por no modernizarse”.
¿Es que a
nadie le importa? ¿A la izquierda tampoco por que los campesinos no son
proletarios sino pequeños burgueses? No se culpa al gobernante ni se le exige y
este, solo acude cuando la desesperación campesina recurre al bloqueo de
carreteras. Entonces se culpa a las víctimas del sistema invocando el
“principio de autoridad” y se reprime como escarmiento, como lo hace EE UU con
los pueblos que se rebelan.
En este
caso, los agricultores se ven obligados contra su voluntad a migrar a la selva,
depredan bosque amazónico y siembran coca, ¿Pero acaso son ellos los culpables
de esta migración? ¿Quiénes lo han obligado a sembrar coca? ¿Acaso ellos son
culpables de que el café, arroz, yuca, plátano, algodón, maíz y otros cultivos
de la selva no sean rentables y que la coca tenga mejores precios?
Entonces, ¿Por qué los matan? Acaban de matar a varios agricultores en la selva puneña y el Ministerio del interior en su comunicado los culpa (como siempre) de haber sido ellos los que agredieron a los policías. ¿Pero qué hacían los policías metidos en los predios campesinos en horas de la madrugada? ¿Quién les ordenó que se metieran allí? ¿Quién dio la orden de enviar tropas a San Gabán? ¿Por qué se dio la orden de disparar bombas lacrimógenas y balas a la población indefensa? Se dispararon solos, diría cierta ex parlamentaria fujimorista.
Como
siempre, se justificará la represión y todo pasará al olvido porque las vidas
campesinas no valen nada para el sistema de dominación. No soportamos las
ofensas ajenas ni que los ricachones corruptos tengan detención preliminar,
pero que se maten campesinos, no indigna a nadie. No hay gobierno que se libre
del asesinato de gente pobre. Los ricos, están libres de toda culpa y son
protegidos en los barrios aristocráticos.
Este
gobierno está salpicado de sangre popular y una vez más, el imperio mete sus
narices porque sus serviles “Felipillos” no hacen más que cumplir las
disposiciones del amo imperial. El Proyecto Especial de Control y
Reducción de Cultivos Ilegales (Corah) es una disposición norteamericana que es
la que financia estos proyectos antidrogas con ataques a los campesinos
cocaleros.
Pero
estas actividades son solo estratagema que aparenta una falsa lucha contra las
drogas. Al igual que se utiliza el término ilegal para las protestas
sindicales, para los trabajadores ambulantes, para los pequeños mineros, para
cerrar pequeños negocios, para los pequeños servicios, así también, se utiliza
el término cultivo “ilegal” para el cultivo de coca.
En el
cultivo no está el delito, sino en su procesamiento con fines de lucro por
drogadicción. Eso lo saben los gringos como saben también, que el mejor
estímulo para mantener el abastecimiento de coca para el narcotráfico es el
precio. Sin ese incentivo el narcotráfico perdería abastecedores. Se erradican
plantaciones precisamente para provocar escasez y eso hace subir el precio por
encima de cualquier otro cultivo.
Este es
el real objetivo del CORAH. Así son llevados los campesinos a cultivar coca
como la mejor opción. Así los maneja el narcotráfico cuya sede es EE UU. De lo
contrario, el precio bajaría y nadie lo sembraría. El gobierno sabe de esta
jugarreta y sus economistas también, pero todos se hacen los distraídos y miran
hacia otro lado.
Este es, aquí está el responsable |
Los
gringos nos hacen el mismo cuento de la guerra de opio, mediante el cual
Inglaterra invadió China estableciendo la venta libre de la droga y como
reparación de guerra que ellos mismos emprendieron, se apropiaron de Hong Kong
por cincuenta años. Ahora, los descendientes de ingleses también nos hacen
creer que ellos están contra el narcotráfico. “A otro perro con ese hueso” ¿Por
qué entonces, solo van presos los capos latinoamericanos y no, los gringos que
son los dueños del negocio?
¿Se
imaginan ustedes el peso económico y político del narcotráfico en EE UU? La
cantidad de dinero que mueve el narcotráfico en ese país es inmensa. Ellos
compran flotas de aviones, barcos, submarinos, helicópteros, armamento,
empresas de inversionistas que lavan dinero, poseen fábricas, casinos, cine,
medios de comunicación, bancos y red financiera mundial. ¿Qué pasaría si el
negocio del narcotráfico se cae?
Si el
narcotráfico es el sostén de la economía norteamericana, ¿Podemos ser tan
ingenuos al creer que el imperialismo está interesado en combatirlo? Muchos
dirán que estoy equivocado y otros quizá se sientan ofendidos. Pido las
disculpas del caso. Pero creo que esta temática merece debatirse en el seno de
la izquierda.
El que
calla otorga y si los defensores del pueblo no se manifiestan, creo que es de
miserables, ir después a pedirle apoyo electoral al campesinado. Las
organizaciones populares como tales, están en la obligación de solidarizarse
con las luchas campesinas. Con mayor razón las organizaciones agrarias, pero en
general toda la izquierda debe hacer escuchar su voz en defensa de los
agricultores cocaleros como lo hizo en su tiempo, Evo Morales. Salvo mejor
parecer.
Abril 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario