LECTURAS
INTERESANTES Nº 825
LIMA PERU
11 MAYO 2018
LO QUE ESTÁ EN JUEGO
César Hildebrandt
Tomado de “HILDEBRANDT
EN SUS TRECE” 11MAY18
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l
sistema judicial se ha resentido esta semana. La afección se la ha producido el
juez Richard Concepción Carhuancho y a ella ha contribuido, con una buena dosis
de cepas viciosas, el fiscal Juárez Atoche.
No me
cabe duda de que los Humala-Heredia recibieron dinero con hollín de Venezuela y
Brasil dizque para hacer “un gobierno de izquierdas”. No me cabe duda de que
su patrimonio inmobiliario se adquirió con esos trasiegos de dinero que sólo
pudimos conocer por el escándalo del caso Odebrecht.
Pero el
asunto de la incautación, ordenada poco después de que el Tribunal
Constitucional los excarcelara, es una grandiosa metedura de pata. La gentita
de la Fiscalía pretende justificar esa operación -gente armada hasta los
dientes que veía desfilar colchones y cambiar cerraduras- apelando a esos
formalismos que son el menú viscoso de los abogados. Allá ellos.
VOLVIÓ COSITO !!!. Hildebrandt en sus Trece N° 395 |
El juez
del zigzag beodo pretende decir ahora que jamás retrocedió, que nunca se
retractó, que jamás se contradijo. Allá él. El ridículo es enteramente suyo y
no sería raro que con todo lo hecho sea próximamente erradicado del proceso.
Se lo merecería.
Se
necesita mucho talento inverso para convertir a dos sinvergüenzas en víctimas.
Concepción Carhuancho y Juárez Atoche han demostrado tener un brillo
particular en este asunto.
Pero,
más allá de la anécdota, lo que está en juego es la lucha contra la corrupción.
Los errores de un juez y de un fiscal no pueden comprometer la tarea de
fumigación de la administración pública y el escenario de la política. Nadie
debería ampararse en las faltas de criterio y oportunidad de Concepción
Carhuancho y Juárez Atoche para intentar debilitar la cruzada saneadora en la
que se nos va la vida. O derrotamos a la corrupción o la corrupción terminará por
devorarlo todo.
Las
señales no son alentadoras. Allí está el Congreso fujimorista encubriendo a los
suyos (inclusive a los sospechosos de narcotráfico), las maniobras dilatorias
en el caso de la extradición de Alejandro Toledo, la lentitud fiscal para procesar
el caso del congresista Edwin Vergara, la impunidad vitalicia de la que parecen
disfrutar Alan García y Keiko Fujimori, la oscuridad en las cuentas de Luis
Castañeda Lossio, el atasco en la investigación sobre los aportes clandestinos recibidos
por Susana Villarán. Y, como si esto fuera poco, allí están, a lo largo de todo
el Perú, las decenas de casos de forajidos liberados por jueces y/o fiscales
malolientes y la masiva participación de efectivos de la policía en bandas de
ladrones, asesinos y traficantes de tierras.
Es
básico separar la paja del trigo. Que Concepción Carhuancho y Juárez Atoche
hayan cometido un error mayúsculo no significa que los Humala sean santos. Ni
debe debilitar el combate a la corrupción que acogota al país todos los días.
Y ante un Ejecutivo débil y un Congreso gobernado desde la oscuridad por muy
turbios intereses, corresponde a jueces y fiscales la gran tarea de arrinconar
a los podridos. Esa es su responsabilidad. Por eso no deberían permitirse cometer
los desatinos que han alimentado las primeras planas de los diarios durante
toda la semana que pasó.
Hay un
interés en traerse abajo la lucha contra la corrupción. Qué no darían el
fujimorismo y el Apra (y las sobras del nacionalismo farsante) por ver al
Poder Judicial y al Ministerio Público sometidos a la censura pública y despojados
de credibilidad y prerrogativas. Eso es lo que hay que evitar. En eso debieron
pensar, antes de buscar los operativos telegénicos y la emulación de algún juez
brasileño, tanto Concepción Carhuancho como Juárez Atoche. Ojalá haya
aprendido la lección.
MECHAIN PERU21 11MAY18 |