LECTURAS INTERESANTES N° 859
LIMA
PERU 5DIC18
EL REFERENDUM DEL 9
Por Gustavo Espinoza M.
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diversas opiniones en torno al referéndum que, finalmente, se celebrará el
domingo 9 del presente en todo el país. La falta de tiempo, y los candentes
acontecimientos políticos que se operaran aquí desde los primeros días de
octubre, signados por la detención de Keiko Fujimori; hasta el reciente
frustrado “asilo” de Alan García; han cautivado tanto el interés ciudadano, que
el tema de la próxima consulta quedó largamente relegado.
Pero, como todos los plazos de cumplen, y todas fechas se
vencen; es claro que este domingo se habrá de definir el sentido de la consulta
formulada por el Poder Ejecutivo, y aprobada a regañadientes –y con trampas-
por el Congreso de la República. En torno a ella, sin embargo, subsiste un
clima de confusión que ha desorientado incluso a segmentos de la sociedad
ganados siempre por el debate político.
En los predios de la izquierda, ha ganado puntos también
este clima de confusión. Ha habido quienes han dicho que el Referéndum es tan
sólo una “maniobra distractiva”, una “cortina de humo”, o una “treta del
Gobierno” para sorprender incauto. Es bueno, entonces esbozar una explicación
de asuntos que pueden ayudar a entender la esencia de los temas en cuestión.
Veamos.
Lo primero que se debe precisar es la actitud que han
asumido las fuerzas que hoy copan el escenario nacional. Por el lado de “la
derecha”, Fuerza Popular y el cogollo alanista del APRA; se ha objetado
categóricamente la consulta en marcha. No sólo lo voceros del Keiskismo se
refirieron a ella como “un mamarracho”, sino que acusaron también al gobierno
de usarla para “dar paso” a la instauración de una supuesta ”dictadura”.
Arguyendo esa tesis, se ha comparado las diligencias
judiciales incoadas contra Keiko Fujimori y su equipo de gestión; con los
“procesos de Moscú” en los años 30 del siglo pasado; se ha sustentado la idea
de un “Golpe” en marcha y se ha publicitado hasta la saciedad una presunta –e
inexistente- persecución política contra algunas de las figuras del Perú de
hoy.
Desde algunos predios de la izquierda se han usado otros
argumentos pero curiosamente, se ha coincidido con los portavoces de la Mafia
en materia concreta. En efecto, se ha llamado a “derrotar el referéndum”
logrando que la ciudadanía vote en contra de todas las propuestas: No. No. No y
No, se ha alzado como una suerte de “fórmula mágica” que habrá de servir para
“derrotar a Vizcarra”. Ha sido esa la recomendación de Keiko, del APRA, y hasta
de Flórez Araoz, por si necesiten nuevos aliados.
En esa línea se ha usado un planteo falso: Lo que el país
requiere -se ha dicho- no es un Referéndum sino una nueva Constitución. En
otras palabras, en nombre de la demanda grande, se ha descalificado los pasos
chicos; sin reparar –claro- que la “demanda grande” es, por ahora, inviable. No
hay quien la convoque, ni quien la ejecute. Por lo demás tampoco hay un
proyecto, o un modelo, de lo que debiera ser la “nueva” Constitución. En otras
palabras, objetivamente, el tema está aún en pañales.
Eso no significa que la exigencia no sea justa. Lo es,
enteramente. Sólo que no ha de caer del cielo;, ni tampoco, ser producto de la
voluntad personal de nadie. Será el resultado natural de una lucha concreta, en
la que resulta indispensable “armar” el proyecto, ganar voluntad y conciencia
ciudadana, y derrotar a los sectores reaccionarios descalificando
definitivamente su opción. Ese proceso está en marcha, por cierto, pero aun no
está definido. Es preciso, todavía, caminar un trecho con las masas enfrentando
la corrupción venciendo a sus agentes más aviesos: el keikismo y el alanismo.
¿Es difícil entenderlo? En los predios de la Mafia está aún
la Fiscalía de la Nación con todo el Poder que ella presupone. Buena parte de
Jueces y Fiscales. También la mayoría parlamentaria. Y hasta la “Prensa
Grande”, que si bien se ha mimetizado un poco, no abandona sus viejas prédicas
y su campaña contra el pueblo.
Pero también toda la estructura burocrática del Estado que
facilite los planes de la Mafia para hacer de las suyas: poner a buen recaudo a
César Hinostroza Pariachi, ayudar a Garcia, compadecer a Keiko, blindara
Donayre, proteger a Maman; a mas de muchas otras acciones que suelen pasar
inadvertidas pero que van corroyendo la conciencia de los peruanos para
invitarlos a “bajar la guardia” en nombre de “la necesidad de olvidar rencores”
, “perdonar generosamente a los demás”, “construir conciencia de paz”; y otras
expresiones del mismo signo que se repiten cotidianamente en radio, televisión
y prensa y que las sustentan todos los panegiristas invitados en su condición
de “personalidades” o “analistas”.
Ellos buscan, en verdad, distraernos para que no nos demos
cuenta que hay una peligrosa ofensiva en marcha: Ella, por ahora, solo necesita
librar pequeñas escaramuzas, vencer en algunas batallas y, sobre todo, ganar
tiempo para lograr que la gente se aburra, pierda la fe, piense que “nada habrá
de suceder” y que, finalmente, esta lucha “es inútil” .
Por eso es que el tema del Referéndum rebasa los límites de
una consulta formal. Si la ciudadanía finalmente rechazara los temas planteados
–como buscan los que llaman a votar por el NO en todos los ítems-, la Mafia
habría alcanzado un respiro tangible. No olvidemos que así sucedió en Colombia
cuando, contra todos los pronósticos, pudo ganar el “referéndum por la paz”.
Eso le permitió retomar la iniciativa, y luego ganar las elecciones y colocar a
Iván Duque en la conducción del Estado. Mutatis
mutandi, así sucedió también en Brasil: desacreditando a Lula en una lucha
“contra corrupción” abrieron paso a Bolsonaro, la expresión del fascismo en
toda la línea.
Aquí, bien podría ocurrir algo parecido: descalificando a
Vizcarra –que ofrece muchos flancos- bien podría ganar una opción -el domingo
9- que finalmente recuse las propuestas planteadas y más bien promueva un
“cambio radical” que aliente a las fuerzas más reaccionarias.
Se ha dicho, y es verdad, que el Referéndum no habrá de
resolver problemas de fondo. Pero si servirá para definir bien los campos y
colocar a cada quien en su lugar.
Por eso, la recomendación más racional y sensata, no es
votar de cualquier modo, ni intercalar un SI y un NO en la célula de sufragio.
Hay que votar por el SI para buscar un nuevo modo de nombrar jueces, para
impedir que las grandes empresas y mafias financien impunemente las campañas
electorales de los Partidos y para impedir la reelección de congresistas. Y
poner NO en la cuarta opción -la bicameralidad- porque, independientemente de
unas u otra, está planteado el juego de la Mafia, que aspira a convertir a sus
principales voceros en Senadores a la vuelta de la esquina.
El Referéndum no es sólo una consulta. Es también una
nueva oportunidad para que nuestro pueblo confirme la validez de su conciencia
y acere su voluntad de lucha. ▒
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