LECTURAS
INTERESANTES Nº 704
LIMA PERU
1 JULIO 2016
CARTA ABIERTA A PPK
César Hildebrandt
Tomado de “HILDEBRANDT EN SUS TRECE”
N° 306 1JUL16 p. 12
Vamos,
PPK: tú no tienes por qué llamar a Keiko Fujimori.
Ya
no eres el candidato ni el bromista prognático ni el viejito que encarnaba la esperanza.
Ahora
eres el presidente de la república.
Y
no puedes decir que tienes el teléfono y vas a insistir en llamar a quien
apenas ha reconocido tu cargo por tuíter y no quiere hablar contigo siendo la
jefa de la organización que ha copado el Congreso.
No
puedes demostrar esa avidez patética por hablar con quien te niega legitimidad
y afirma, a través de la Chávez y el Spadaro, que ganaste con trampa y que el Congreso
le pertenece.
Ese
bloqueo, en todo caso, se enfrenta haciendo política, no llamaditas anunciadas
por la prensa.
Y
se hace política, señor presidente, desde la dignidad. Hay una calle esperando
ayudarte, hay una opinión pública que sabrá juzgar, hay una prensa que dirá lo suyo
cuando el chantaje y el sabotaje empantanen al país.
Un
presidente no le ruega a la jefa de una organización como el fujimorismo, así
esté el Congreso secuestrado por sus miembros.
Un
presidente que nos salvó del autoritarismo podrido no se arrodilla ante quien nos
hubiera arrollado si se hacía también con el Poder Ejecutivo.
Una
cosa es que el proceso electoral haya terminado. Otra es que Carlos Bruce,
decida, a su manera, cuál debe ser la política de alianzas y con qué
desesperación hay que tocar las puertas de la mafia que vende protección.
Tú
eres el presidente, PPK. Ahora nos representas. Representas a quienes temieron
que esta vez ei crimen organizado, con indumentaria de partido político billonario
y regalón, nos impusiera su agenda, sus modales, su modo de regurgitar, su vocación
por la sanguaza. Los politólogos del oportunismo y los sociólogos de la decadencia
llaman "el mayor partido político" a la organización que recoge el legado
del gobierno más corrupto de nuestra historia. Me niego a considerar "políticas"
esas prácticas que consisten en reclutar adherentes con dádivas, promesas dictadas
por la mercadotecnia, financiamiento oscuro y desmemoria. Resignarse a eso es
morir como ciudadano. Y de esos zombis se nutre la prensa fujimorista que nos quiere
engatusar.
Representas,
PPK, a quienes salieron a las calles para gritarnos su alarma y a los que te
dieron su apoyo instigados por el miedo, que es un potente consejero.
Y
este era un miedo saludable, robusto, legítimo. Era el miedo al círculo
vicioso, al regreso a las Chávez, a las recaídas. Por miedo a perder el país por
segunda vez, es que mucha gente, a última hora decidió la batalla, PPK.
Esa
gente no quiere verte de hinojos pidiendo que te contesten el teléfono y que te
digan lo que ya sabemos que te dirán: que aprobarán lo que les de la gana,
porque ellos tienen sus planes y tú los tuyos, que son los del país.
Ellos
han tomado el Congreso como un botín -y en eso tienen vasta experiencia-. Y de ese
parapeto sólo los sacará el éxito de tu gobierno, no la súplica que a ellos
excita como la sangre al depredador.
Ya
tuvimos un presidente débil y muchas veces indigno. Está terminando su período
en medio de la nada. Se lo merece. No queremos otro "Cosito" en
palacio.
Sabemos
que tu gobierno será de derechas. Así votó la gente y eso hay que respetarlo.
Pero lo que mucha gente que votó por ti espera es que una derecha decente y lista,
moderna e incluyente, rompa con la tradición de ineptitud histérica del
conservadurismo peruano. Se puede ser de derechas y ser honrado con el gasto
público, imaginativo con las prioridades, patriótico en las decisiones,
inteligente a la hora de impedir que la descentralización desemboque en un
archipiélago de califatos. Se puede ser de derechas y dedicar un presupuesto importante
a la educación y a la investigación.
En
suma, se puede ser de derechas y hacer progresar al país. Sólo el paporretismo
izquierdoso cree que hay recetas únicas y soluciones solidarias para todo.
Pero
desde ahora, PPK, señor presidente de la república, es importante dar muestras
del carácter presidencial. No más telefonitos, por favor. Eso déjeselo a Yola,
la chica eterna del 4. <*>
por Chillico Aguilar en "HILDEBRANDT EN SUS TRECE" |
No hay comentarios:
Publicar un comentario