LA SEUDO IZQUIERDA
Escribe: Milcíades
Ruiz
Decían que estaban por la UNIDAD de la izquierda pero
dividían. Quisieron imponer la unidad hasta con Toledo y Simon pero derrotados
se desprendieron para ir a un vientre de alquiler con “Diálogo Vecinal” y el
engendro fue un fracaso. Se coaligaron con los “quemados” de izquierda,
progresistas y ex ollantistas persistiendo con otro frente unitario para ir al
vientre de alquiler fonavista y se toparon con peores que ellos pues estos
progresistas les “quemaron la película” dejándolos con los crespos hechos.
El descalabro provocó un desbande de “sálvense quien pueda”
y mientras unos se subían al carro de Keiko, otros se fueron a los brazos del
terrorista de Estado, Urresti. Los demás, se acuñaron en Alianza para el
Progreso y tocaron otras puertas al paso que los fonavistas le cedieron la
candidatura al líder encarcelado de una izquierda MAS intransigente que desde
mucho antes quería la unidad pero bajo su mando.
A los “quemados” no les quedó otra vergüenza que arrimarse
al frente amplio que antes, habían despreciado pero aquí también las aguas
estaban turbias tras un proceso con resultados amargos para el mayor
componente. No valieron los méritos de lucha sino cerrarle el paso al
precandidato indeseable que era el “dueño de la pelota” como quisieron hacer
los “quemados” con el fonavismo pero fracasaron y explosionaron.
Hay otros grupos diseminados y en camino que siguen pugnando
por su viabilidad pero el grueso de la izquierda que se ha mantenido
al margen de las disputas pero a la expectativa del proceso unitario
posiblemente esté perdiendo la fe en las posibilidades reales. Es que los
procesos sociales se desarrollan dentro de una realidad y no como mandan
nuestros deseos. En las condiciones actuales, las cúpulas sin ser
representativas son las que marcan el paso mientras que el grueso, al no tener
injerencia en las decisiones solo se supedita a lo que venga pero muy a la distancia,
esperanzado a una solución feliz.
Pero ese grueso es el que impidió la elección de Vargas
Llosa en 1990, el que impidió que ganara Keiko la segunda vuelta en el 2011 y
posiblemente lo hará en el 2016 para evitar lo peor. De no haberlo hecho en el
2011, Keiko estaría gobernando actualmente, estarían libres Fujimori y
Montesinos y tendríamos en marcha actualmente el fraude para la reelección de
la susodicha. El peso de la izquierda está allí esperando el desenlace.
Pero lo que tenemos por ahora en la escena es la
izquierda de cúpulas como producto de las condiciones en que se ha venido
desarrollando el proceso sociopolítico en la pugna electorera. Las deserciones,
decepciones y frustraciones son evacuaciones de este proceso y lo que viene
decantando nos debe conducir a sacar lecciones para no volver a empezar con el
borrón y cuenta nueva con los mismos que defraudaron. Mucho cuidado con los
seudo izquierdistas, con los oportunistas electoreros y con los “progresistas”
que aparentan estar con el pueblo, pero que solo buscan el provecho personal.
En la fisiología universal, las condiciones materiales
determinan el resultado de un proceso. Un producto es el resultado de esas
condiciones como lo es el destino de muchas cosas. Siempre que se tengan las
mismas condiciones o ingredientes, el producto esperado será el mismo. Pero si
queremos un resultado diferente tendríamos que cambiar las condiciones e
insumos. Tenemos un poder legislativo repudiable como resultado de un proceso
electoral cuyas condicionantes arrojan ese producto necesariamente y mientras
estas no se modifiquen el resultado siempre será el mismo.
Eso es lo que tenemos que aprender con los procesos
políticos. Las condiciones jurídicas responden a las condiciones de la
estructura económica y son las ataduras que garantizan el orden establecido.
Bajo estas condiciones está la participación política en una seudo-democracia
con sujeción a dichas ataduras. La jurisprudencia política responde al interés
político de las clases dominantes económicamente las mismas que, poseen los
medios informativos como insumos para generan opinión pública direccionada.
Estos medios han desarrollado tecnologías de reflejos
condicionados mediante reactivos neurofisiológicos para lavar el cerebro
masivamente y lo verifican mediante encuestas de opinión prefabricada con el
que miden los grados de influencia que han logrado en la mente de la población
durante meses de manipulación psicosocial. Los resultados son publicitados para
demostrar como mayoritaria la falsa opinión prefabricada a fin de forzar a los
indecisos y sellar el reflejo condicionado obtenido.
Es contra estas condiciones estructurales y super
estructurales que las clases dominadas tienen que luchar en todo terreno,
incluyendo el político. El régimen electoral vigente está condicionado para
favorecer a las clases dominantes. En el punto de partida de la competencia
electoral no hay igualdad de condiciones y durante el proceso, la
manipulación mediática promoverá a los agentes de la dominación. Esta desigualdad
está jurídicamente estatuida. El resultado de estas condiciones está previsto y
si queremos un resultado diferente necesariamente se tendrían que cambiar las
condiciones preestablecidas.
No obstante, la izquierda peruana aceptó las condiciones
antidemocráticas del sistema electoral vigente a pesar de que eran
desfavorables. Nunca se opusieron. Solo se sometieron. La premisa es que
juntando cascarones se puede ganar la desigual competencia electoral,
derrotando a la poderosa derecha y gobernar a partir del 2016. Conscientes de
la debilidad política se invocó la unidad de la izquierda dispersa y reforzarse
con personalidades progresistas de la derecha compartiendo coincidencias
programáticas aunque no ideológicas. Esta ha sido la tendencia general y los
resultados lo estamos viendo.
Aquí hay un factor determinante que es la dispersión y que
condiciona el proceso. Otro es factor la orfandad popular que condiciona
la debilidad orgánica. No tener inscripción legal en el Jurado Nacional de
Elecciones ha condicionado la actuación y conducta política de muchos grupos de
izquierda (algunos con historial político). Esta carencia los ha llevado a
perder identidad ideológica, ocultar nombre propio, faltar a los principios y
alinearse con los “dueños de la pelota” aunque fueran repudiables.
Entonces tenemos plataformas programáticas que poco se
diferencian de los competidores de derecha. Hay un temor soterrado de
presentarse como socialistas lo que condiciona una falta de sinceridad política
y un daño para las generaciones de jóvenes que son los líderes del futuro.
Someterse al dominio político de supuestos “progresistas” impide avanzar
ideológicamente distorsionando la doctrina para caer en el
populismo. Tenemos que tener el coraje de luchar contra la satanización de
la izquierda y el socialismo.
El plan de gobierno presentado por la candidata del “Frente
Amplio” bien puede ser presentado en su mayor parte por un partido de derecha
porque no son medidas que cambiarán el sistema ni marcan una diferencia
sustancial con el modelo económico vigente. “Se acabaron las repartijas” dijo
su candidata pero vemos que si las hay. Ofrece dinero para aumentar el
paternalismo y como crédito para las microempresas como si no hubiera este
servicio desconociendo cuáles son las demandas básicas de las mismas.
Le hicieron decir que en el nuevo Perú que propugna (¿?) hará una revolución productiva dando asistencia técnica a 750 mil familias campesinas. (¿?). Pero millón y medio tienen menos de 3 has. Esta puede ser una apreciación afuerina pero no una demanda campesina como lo ha sido la denigrante pensión 65. Tampoco es una concepción de izquierda ofrecer dinero a diestra y siniestra como tampoco lo es “combatir firmemente a la minería ilegal” sin considerar las causas del problema y no, solo las consecuencias.
Le hicieron decir que en el nuevo Perú que propugna (¿?) hará una revolución productiva dando asistencia técnica a 750 mil familias campesinas. (¿?). Pero millón y medio tienen menos de 3 has. Esta puede ser una apreciación afuerina pero no una demanda campesina como lo ha sido la denigrante pensión 65. Tampoco es una concepción de izquierda ofrecer dinero a diestra y siniestra como tampoco lo es “combatir firmemente a la minería ilegal” sin considerar las causas del problema y no, solo las consecuencias.
Si bien el programa ambientalista es explicable por la
influencia del líder de Tierra y Libertad, es necesario hacer ver que esta
corriente no es necesariamente de izquierda y que sectores de derecha lo
comparten porque no está dirigido al cambio de sistema de opresión. El
ecologismo político pretende estar por encima de la izquierda y de la derecha
pero bien sabemos que el poder supramundial es el que determina y condiciona la
vida en el planeta como reiteradamente sucede en las cumbres por el cambio
climático.
Se podrá decir que la candidata del Frente Amplio ha tenido
más de 4 años para haber presentado los respectivos proyectos de ley de cada
una de las propuestas que ahora nos ofrece ya que nada le impedía como
congresista. Pero no lo hizo y no se la recuerda como una luchadora de la
oposición contra el gobierno derechista actual. Esto ya es un mal antecedente
porque el luchador se forja en la acción revolucionaria y no en la campaña
electoral.
Pero esta opción es la que más apoyo recibe de la izquierda
y probablemente no tengamos otra mejor. Esta es nuestra realidad como sucede
con la selección de futbol. Eso es lo que arrojan las condiciones materiales y
mal hacemos en criticarlos severamente si no tenemos mejores representantes.
Seguramente los hay pero las condiciones no permiten que aparezcan. Todas estas
condicionantes impiden que por lo menos aprovechemos la oportunidad para
avanzar estratégicamente en la divulgación de nuestros planteamientos
socialistas en contraste con lo que plantean los representantes de la derecha.
Estoy seguro que nadie está conforme con lo que tenemos y
que hubiésemos preferido una mejor opción pero si las condiciones objetivas no
cambian no podemos esperar mejores perspectivas salvo que en los meses que
quedan suceda lo imprevisto. En todo caso, habrá que esperar como se
desarrolla el proceso para poder optar a consciencia. Si la mejor opción no
tiene chance más vale apostar por una que lleve el sello de izquierda honesta
aunque no tenga posibilidades. Más vale perder con honor que por deshonra.
Lo dicho es solo una opinión discordante y polémica
para muchos pero es solo eso: una simple opinión. Todos tenemos ese derecho y
la sinceridad no siempre agrada a todos ni pretendo que otros piensen como yo.
Mis equivocaciones las asumo y estoy dispuesto a rectificarme pero me gustaría
que no me malinterpreten distorsionando mis apreciaciones. Disculpen la
molestia.
Diciembre, 2015
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