Escribe: OMAR ZEVALLOS VELARDE
CORREO SUR, Arequipa 29jul15
Hace unos días, una ilustre hija del lago Titicaca y residente en la Blanca Ciudad, se quejaba amargamente en las redes sociales sobre el exacerbado chauvinismo arequipeño que se manifiesta en agosto y recomendaba a sus paisanos no entrar al Facebook, ni leer los comentarios de esos "arequipeños verdaderos" y sus insoportables post discriminatorios y pre-juiciosos que aluden a la invasión puneña. Y tiene razón, porque el estereotipo de ese arequipeño insoportable existe y es ese que cree que discriminando a los migrantes, son más arequipeños y no hay nada más falso que eso. Es como esos que dicen: "No soy homofóbico, pero...".
¿NO SABEN LO QUE SE PUEDEN PERDER?
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Puno y Arequipa tienen una relación ancestral y de un rico intercambio cultural que deberíamos rescatar y no ponernos en orillas diferentes; la migración es un fenómeno natural en las grandes ciudades y quienes vienen, llegan con sus costumbres, su cultura y sus querencias, como cuando los arequipeños salimos y nos llevamos ese "arequipeñismo" en el alma; exactamente igual. Así que esta fiesta es de todos, de los que llegaron y los que nacimos allí. Finalmente, como dijo Doris Gibson, un arequipeño nace donde le da la gana. ¡Feliz día de Arequipa, hermano puneño!
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