EL
PERUANO 11SET14.
En nuestro país existen no menos de 10 millones de personas que tenemos como lengua materna alguno de nuestros idiomas originarios y que en pleno siglo XXI, a más de 500 años de la llegada de los europeos a nuestras costas, el Estado no nos tiene en cuenta en materia de protección de nuestros derechos, en tanto ciudadanos e incluso como consumidores.
En nuestro país existen no menos de 10 millones de personas que tenemos como lengua materna alguno de nuestros idiomas originarios y que en pleno siglo XXI, a más de 500 años de la llegada de los europeos a nuestras costas, el Estado no nos tiene en cuenta en materia de protección de nuestros derechos, en tanto ciudadanos e incluso como consumidores.
Aimaras |
En efecto, es importante señalar que el Código de Protección
y Defensa del Consumidor, aprobado por la Ley Nº 29571, tiene como uno de sus
principios fundamentales el fomento de las decisiones libres e informadas de
los consumidores.
Se entiende que la decisión de consumir tal o cual producto
o servicio debe estar basada en un conocimiento cabal de sus características
básicas, sus limitaciones y los riesgos inherentes a su uso o consumo.
Pues bien, nos hemos preguntado, ¿cómo es posible que
nosotros, los millones de connacionales que hablamos solo quechua o aimara
podamos recibir toda esta información de manera cabal, si esta información solo
se ofrece en idioma castellano?
Es evidente que estamos frente a una carencia que debe ser
subsanada, para que el Código de Protección y Defensa del Consumidor pueda ser
un efectivo instrumento de protección ciudadana para una enorme cantidad de
personas que no tenemos el castellano como lengua materna.
Los pueblos quechuas, aimaras, awajún, etcétera, somos
consumidores de productos agrícolas, veterinarios, de salud, entre otros.
También somos consumidores de servicios básicos de telefonía, de electricidad,
de servicios sanitarios, de servicios comerciales, bancarios, etcétera, cuyas
características, especificaciones y limitaciones son brindadas de manera oral y
escrita en un idioma que no es nuestro y que por otra parte está en muchos
casos presentado de manera engañosa, que incluso embauca a quienes hablan
perfectamente el castellano.
Quechuas |
Por estas razones, consideramos que es importante corregir
la Ley Nº 29571, para obligar a que toda la información oral o escrita sobre
los bienes o servicios que se ofrecen en las zonas en las que se habla con
preeminencia lenguas originarias pueda ser ofrecida en estos idiomas e
inclusive pueda prohibirse el uso de las habituales triquiñuelas de la letra
pequeñita, que nadie puede leer en las especificaciones de los productos o
contratos, y por otro lado, en la publicidad radial o televisiva, las palabras
aceleradas que nadie puede escuchar o ver adecuadamente.
Somos una nación unitaria, pero multicultural y multiétnica,
por tanto, estamos obligados a ofrecer a todos nuestros habitantes las mismas
posibilidades de desarrollo, respetando y protegiendo sus manifestaciones
culturales, sus idiomas y sus formas de entender la vida.
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