sábado, 27 de enero de 2024
PARA LA HISTORIA POLITICA DEL PERU
MI CARAMELO
En una demostración casi psiquiátrica de
inconsciencia moral y ceguera política, la autora mediata de 49 muertes fue a
Ayacucho a repartir golosinas. La mecha estaba prendida y los servicios de
inteligencia se lo habían advertido
Ricardo Velazco
Hildebrandt
en sus Trece Nº 670 26ENE24
D |
ina Boluarte estaba
avisada: varios reportes de inteligencia habían advertido de los riesgos de un
viaje a Ayacucho. Uno de los informes es de hace tres semanas y lo elaboró la
Dirección de Inteligencia (DI- RIN) de la Policía Nacional. El documento tiene
carácter de reservado y señala explícitamente que los viajes de la presidenta
a Puno, Ayacucho, Apurímac y Junín son de “alto riesgo”, dice a esta
publicación una fuente de la comandancia general de la PNP. La Dirección
Nacional de Inteligencia (DINI) también emitió varios reportes similares. Los
pronósticos policiales se cumplieron y en Palacio aprovecharon para sacarle el
jugo al apanado ayacuchano.
Al día siguiente de la
agresión, Boluarte ordenó el despido intempestivo del jefe de la DINI, el
general (r) PNP Roger Arista. Lo reemplazó el contraalmirante (r) Luis García
Barrionuevo.
Fuentes del entorno de
confianza de Arista señalan que la razón de su despido no fue la agresión
presidencial. Se trataría de una exigencia del hermanísimo de la presidenta,
Nicanor Boluarte. “Nicanor siempre reclamaba que Arista reportaba a Otárola y
no le daba información a la presidenta. Que era un empleado del premier y que
los últimos reportajes sobre el partido político y los prefectos venían de la
DINI. Por esa razón, se habría colocado a Luis García, quien trabajó en
proyectos mineros en Cajamarca, una de las áreas de influencia del hermano de
la mandataria”, señala la fuente.
Boluarte también expectoró
al excomandante general de la Policía Jorge Angulo acusándolo de “negligencias
muy graves en el comando de la institución policial”. La resolución de despido
lleva la firma de la presidenta y del ministro del Interior Víctor Torres. El
general Angulo denunció que la agresión de Ayacucho fue una coartada para
removerlo. “Todo apunta a que esos cambios buscan acabar con el equipo policial
del coronel Harvey Colchado que investiga al poder”, señalan en el círculo del
defenestrado general.
Boluarte acudió a
Ayacucho el pasado 20 de enero por invitación de la ministra de Vivienda Hania
Pérez de Cuéllar. El tour se organizó para inaugurar dos obras de agua y
saneamiento. De armar la portátil que aplaudió a la jefa de Estado durante el
paseo se encargó el gobernador Wilfredo Oscorima. Aunque el ambiente era tenso,
todo parecía ir según lo planeado cuando, en medio del recorrido, Ruth Bárcena
e Hilaria Ayme, ambas hondamente afectadas por la masacre de Ayacucho
perpetrada por el Ejército en diciembre del 2022, aprovecharon las deficiencias
del cordón policial que protegía a la mandataria y la agredieron físicamente.
Ruth Bárcena es la presidenta
de la Asociación de Víctimas y Heridos del 15 de diciembre del 2022. Hilaria
Ayme es la tesorera.
“Ya le habíamos gritado
asesina, pero ella nos miró y se rio. Yo me acerqué porque fue la única manera
de decirle que yo era la que estaba gritando, que estaba esperando justicia”,
relata Ruth Bárcena, quien, tras romper el cerco de seguridad, jaloneó del
brazo a Boluarte. Dice que mientras la zarandeaba le exigió explicaciones por
el crimen de su esposo.
La Fiscalía Penal de
Ayacucho le abrió un proceso a Bárcena y le imputó el delito de obstrucción a
la función pública.
“Hace 29 años nací en el distrito de Ocros, en Huamanga. Mi familia es de agricultores. Tengo parientes a los que el Ejército desapareció durante los ochenta y mi familia siempre habló con bastante temor sobre ese tema”, cuenta Bárcena.
A su marido, Leonardo
Hancco, lo conoció en el 2012. Él había llegado a su pueblo buscando trabajo.
“Nos hicimos amigos, intercambiamos números de teléfono y comenzamos a
hablar. Luego nació el sentimiento de amor”, recuerda la dirigente. Se casaron
y tuvieron una hija.
“Durante la pandemia mi
esposo se quedó sin trabajo, así que incursionó en el transporte de
pasajeros”, dice Bárcena. Le fue bien y no tardó mucho tiempo en convertirse en
uno de los líderes del gremio en la zona.
“Yo le increpé porque no
me interesaba el tema político. Él comenzó a participar de los paros para
pedir que el combustible baje de precio”, recuerda su viuda.
El primer paro en el que
participó Hancco tras la implosión del régimen de Castillo fue para condenar
las dos muertes en las protestas contra Boluarte en Apurímac.
El 15 de diciembre el dirigente
salió a la calle con un cartel que decía “Nueva Constitución”. “Nosotros
vivíamos a cinco cuadras del aeropuerto. Yo me enteré que a él le habían
disparado cuando entré a una transmisión de Facebook y vi que lo estaban
cargando. Salí a buscarlo y en el camino vi a soldados disparar”, dice Bárcena.
Ella entonces estaba embarazada de gemelos.
Hancco fue trasladado al
hospital con un balazo en el tórax. Falleció dos días después. Al shock
de la muerte de su marido, Bárcena sumó otra doble pena: sufrió un aborto y
perdió a los gemelos que estaba gestando.
“La asociación de
víctimas se formó el 27 de diciembre y me eligieron presidenta porque era la
más joven. Yo no sabía hablar en público, ni siquiera sabía arengar”, cuenta
Bárcena.
La dirigente señala que
asumir la presidencia de la asociación le trajo represalias. “En enero dos
personas de civil se metieron a mi casa, me golpearon y me interrogaron sobre
la toma del aeropuerto y de las instalaciones de la Sunat. En mayo, en Lima,
‘La Resistencia’ me acusó de terrorista”, dice la viuda de Hancco.
En agosto Bárcena pasó a
la ofensiva y acudió al teatro municipal de Huamanga para encarar a la entonces
Fiscal de la Nación, Patricia Benavides. “¡Estarás feliz de que haya impunidad,
maldita! ¡Lárgate con tu presidenta!”, le gritó a Benavides.
“La gente de la asociación
estaba muy enojada. Hace unos días el gobierno premió con ascensos a los
oficiales a cargo de las operaciones durante los paros. Cuando se enteraron de
que la presidenta pensaba viajar a Ayacucho, planearon emitir un comunicado,
pero al final cada familiar actuó por cuenta propia”, dice Henry Mercado,
abogado de la asociación de víctimas.
El pasado 20 de enero se
enteró por televisión que Boluarte acababa de aterrizar en Ayacucho.
Inmediatamente decidió ir a su encuentro. La acompañó Hilaria Ayme, madre de
Christopher Ramos, el adolescente de quince años también asesinado de un
balazo en el tórax el 15 de diciembre del 2022. Fue Ayme quien se acercó a Boluarte
por la espalda y puso a prueba la entintada cabellera presidencial.
“Yo nací hace 39 años en
Pampa de la Quinua. Durante el terrorismo, el Ejército se metía a nuestra casa
para pegarles a mi papá y mis hermanos mayores”, recuerda Ayme.
Madre soltera de cuatro
hijos a los que sacó adelante vendiendo salchipapas, Ayme está acostumbrada a
lidiar con la adversidad. “Logré comprar un terreno y luego vivimos en una
choza hasta que hicimos cuartos de adobe”, dice.
Su hijo Christopher la ayudaba trabajando en el cementerio y cuidando a sus hermanos cuando ella salía a vender comida. Ayme, que ahora subsiste trabajando en chacras y lavando ropa, todavía está pagando la deuda de 10 mil soles que contrajo para el entierro de su hijo.
Durante algunos meses, la gestión de Oscorima la contrató como vigilante nocturna, pero fue despedida en noviembre pasado.
Ayme dice que lo que más
la indignó del viaje de Boluarte fue el tono festivo del evento. “Pasamos el
círculo de seguridad aprovechando varios huecos entre la gente. Yo estaba
gritando que me devuelvan a mi hijo cuando vi que Ruth ya se había acercado a
Boluarte, los agentes de seguridad la habían arrinconado y la estaban
golpeando. Por eso yo entré a jalarle, pero me cargaron y me llevaron”, recuerda
Ayme. <>
viernes, 26 de enero de 2024
OPINION: HILDEBRANDT SOBRE FUTBOL PERUANO
GARECA NOS HA HECHO UN FAVOR
César Hildebrandt
En HILDEBRANDT
EN SUS TRECE Nº 670, 26ENE24
R |
icardo
Gareca, el tigre, entrenará a los futbolistas chilenos que compiten por una plaza
para el próximo Mundial.
¿Cómo?
¿No era
que el Perú era su segunda patria, su bandera alternativa, su cuna por adopción?
No,
hombre. Gareca es un hombre práctico, el fútbol es un negocio y Chile sigue
siendo, de mil maneras, el perro obstinado que va oliendo nuestras huellas. Nos
odia pero sigue el rastro del amo varias veces mordido.
¿Traidor
Gareca?
Nada de
eso. Firmó por Chile porque le ofrecieron lo que quería mientras que aquí el
triste Agustín Lozano apostó por un uruguayo que sacó el primer puesto en la
liga de porquería que padecemos.
Si
habláramos de traiciones, tendríamos que citar a Carlos Saúl Menem, el
presidente que, violando leyes internacionales, le fio armas largas y
artillería al Ecuador en plena guerra del Cenepa. Esa sí que fue plena
ingratitud si recordamos lo que el Perú hizo por Argentina en el conflicto de
Las Malvinas. Menem fue el compadrito de una casa rosada donde el peronismo se
depravó y salió a hacer la calle disfrazado de neoliberalismo venéreo.
Chi-chi-chi !!! le-le -le !!!!
Menem fue, mirado en perspectiva, el padre putativo de Milei.
No es el
caso de Gareca. Gareca no puede traicionar porque para eso se necesita un
compromiso auténtico, un yugo voluntario, una lealtad surgida de ciertos valores.
Los entrenadores, como las canchas, se alquilan. Nadie le pide al césped que
sea fiel a alguna bandería.
Tengo una
relación complicada con el fútbol. Me cautiva como entretenimiento, amo su
ciencia, celebro sus misterios, me emocionan sus velocidades y su aspecto de
ajedrez sudado. Y, al mismo tiempo, sé que es, cada día más, un negocio turbio,
una cochinada chauvinista, una devoción comarcal, un modo neroniano de evitar
maldades mayores. Para no matarse otra vez, los europeos gritan y cantan himnos
en las tribunas de los estadios. El clásico Madrid-Barcelona es la batalla del
Ebro en camiseta.
Gareca nos
na hecho un favor. Al aceptar dirigir a la selección de Chile nos está
recordando lo idiotas que podemos ser. Y es bueno que de vez en cuando alguien
como él, con el tamaño de icono de su sombra, nos refriegue en la carota la
ingenuidad siempre infantil que nos hace ridículos y vulnerables.
Gareca va
a Chile con un conocimiento que debe haber encarecido su contrato: sabe de
nuestros pies de barro, es un biógrafo de las virtudes y miserias de todos los
Orejas y los Cuevas de este reino, tiene el GPS del ánimo en el camarín,
investigó al monstruito desde dentro. Y Chile es un rival directo en las
eliminatorias mundialistas y el primer escollo en la Copa América de junio
próximo.
Gareca se ha vendido en el momento exacto y al precio que vale su experiencia con el once peruano. Chile ha comprado un know how con buzo puesto y su propósito tiene historia: asegurarse, esta vez, de no quedar por debajo del Perú. La mirada siniestra de Arturo Vidal y su emoticón festejando nuestra derrota ante Australia eran piezas sueltas. Ahora el rompecabezas está completo. Tiene la cara de un survecino siempre rencoroso que a la chirimoya le dice chilemoya y que asegura que el pisco no es de estos lares, que la papa ancestral es de Chiloé, que la quinua nadó de sus entrañas, que la causa criolla fue creada en Santiago y que hasta el suspiro limeño es por lo menos binacional.
¿Traición
de Gareca? Nada de eso. Negocio, money, faltriquera, hacienda, transacción,
cálculo, tintineo, ventanilla, billete, arruga, efectivo, divisas, guita,
pasta, bolsa, peculio, caudal, morlacos, cash, perras, numerario, patrimonio.
En resumen, Scotiabank. Hablemos en serio. <>
martes, 23 de enero de 2024
PINTORES PUNEÑOS: HONOR AL MÈRITO
Tras un difícil proceso de revisión, hemos sido seleccionados 4 artistas peruanos para participar en el II Festival internacional de Acuarela de Córdoba España, Estoy alegre porque comparto la representación con el artista lampeño Jasmani Condori, ambos del IWS Titicaca Puno Perú.
(Alcides Catacora Pinazo)
lunes, 22 de enero de 2024
NOTICIAS DE LA TIERRA NUESTRA
NOTIPUNO22ENE24
NI BOLUARTE NI OTÁROLA SERÁN INVITADOS
A FESTIVIDAD DE LA CANDELARIA.
Liubomir
Fernández, Claudia Beltrán En LA REPUBLICA 19ENE24
El Consejo de Autoridades Originarias, conformada
por aimaras y quechuas, participará en la Fiesta de la Candelaria 2024 y
consideraron que sería una provocación la llegada a Puno de
cualquier representante del Gobierno.
A días de celebrarse la Fiesta de la
Candelaria, el Consejo de Autoridades Originarias
de Puno exhortó tanto a la Federación Regional de Folklore y Cultura
como al Gobierno regional a no invitar ni permitir que Dina Boluarte ni
Alberto Otárola, así como ningún congresista por Puno ni funcionario de la
actual gestión, participen de las actividades en honor a la patrona de
ciudad del Altiplano. Su pedido fue escuchado.
“Las comunidades participaremos de la fiesta.
Estaremos en el concurso de danzas autóctonas. El Gobierno ha dicho que
Puno no es el Perú y encima han matado a nuestros paisanos. Por tal razón,
las comunidades que estaremos en la fiesta no queremos que nadie del Gobierno
esté en nuestra fiesta cultural religiosa. Si insisten les vamos a decir que se
retiren. Que se vayan”, dijo Rubén Apaza, vocero del Consejo de Autoridades
Originarias.
Ante esta situación, se pronunció el presidente de la Federación Regional de Folklore y Cultura, Néstor Hancco Mamani, quien sostuvo que ni Dina Boluarte ni nadie del Gobierno central será invitado a las actividades en honor a la Virgen de la Candelaria.
Con relación a la posible llegada de un
representante del Gobierno a tierras puneñas, mencionó que
"definitivamente nadie llegará porque la región de Puno está muy
resentida".
Puno
sí es el Perú
Rubén Apaza recordó que la festividad volverá a
recobrar vida después de tres años. Asimismo, precisó que en febrero del 2023
se suspendió la festividad porque el Gobierno pretendió que se lleve a
cabo con el propósito de dividir las protestas y para que la ciudadanía se
olvide de la masacre del 9 de enero, en el que perdieron la vida 18 personas en
manos de las Fuerzas Armadas.
“Si viene alguien del Gobierno sería provocar. Los
que hemos estado en defensa de la democracia vamos a bailar. Después de
todo lo que han hecho, de todo lo que han insultado, no queremos a nadie del
Gobierno. Esta fiesta es de Puno y solo se va a demostrar que Puno sí
es el Perú”, expresó.
“En nuestra
fiesta no queremos asesinos, nos han estigmatizado. Más bien que vengan
personas de todas partes del país a conocer nuestra historia, nuestra cultura y
nuestras costumbres”, manifestó Apaza.
La posición que sentaron las autoridades originarias
fue escuchada por la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno,
desde la cual explicaron que la Festividad de la Candelaria este año tendrá
lugar entre el 1 y 15 de febrero.
LA
REBELIÓN QUE NO CESA
Por: Carlos Contreras Carranza. EL
COMERCIO 11/1/2024
“No fue la típica protesta de colonos o
yanaconas contra un hacendado, sino la de pobladores que se rebelaron contra
los notables de la capital provincial”.
Esta
semana se ha rememorado la masacre de Juliaca, en la que un año atrás
murieron 19 personas y resultaron heridas más de un centenar, con ocasión del
ataque al aeropuerto de la ciudad, punto neurálgico de la comunicación
regional. Pero en estos días se ha cumplido también un siglo de unos sucesos
mucho más cruentos y esperpénticos, que la historiografía conoce como la
rebelión de Huancané, una de las provincias más antiguas del departamento de
Puno.
Cien años
atrás, la región del sur sufría el paulatino colapso de lo que durante media
centuria había sido el nervio de su economía y el eje de su modernización
productiva: la exportación de lana de oveja y fibra de camélidos. Golpeada por
la introducción de la lana artificial, los ganaderos del sur nunca pudieron
recuperarse y las lanas salieron del elenco de las principales exportaciones
nacionales después de la Primera Guerra Mundial. Pero durante su apogeo, entre
1870 y 1920, el negocio lanero desató un voraz apetito por los pastos en los
departamentos de Cusco y Puno, que llevó a la expansión de las haciendas sobre
tierras que antaño pertenecieron o eran utilizadas por comunidades campesinas.
Dicha
expansión provocó una secuela de rebeliones en Puno desde 1915, así como la
aparición en Lima de organizaciones preocupadas por la defensa de los recursos
indígenas, como la Asociación Pro Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Pero quizás
más perturbador que el latifundismo fue el gamonalismo, que consistía en la
imposición a la población campesina de faenas o trabajos en favor de las autoridades
locales, como el juez de paz, el gobernador del distrito o el cura. Tales
trabajos no eran remunerados, o lo eran con dádivas, puesto que se entendían
como un tributo de los indios a las autoridades estatales o religiosas.
Liberados del tributo indígena en 1854, la obligación de conducir la
correspondencia de las autoridades, traer alcacer para los caballos del
gobernador o limpiar la plaza del pueblo, vino a reemplazar a la antigua
gabela. Las autoridades locales justificaban estas prácticas con el argumento
de que sus oficinas carecían de presupuesto y que ellos mismos ejercían sus
oficios de forma graciosa; es decir, sin percibir un salario.
La rebelión
de Huancané sucedió contra este orden gamonal. Sus estudiosos, como José Tamayo
Herrera y Luis Bustamante, han destacado que no fue la típica protesta de
colonos o yanaconas contra un hacendado, sino la de pobladores que se rebelaron
contra los notables de la capital provincial que les imponían faenas a modo de
tributo y fijaban precios máximos para los productos que los campesinos traían
al mercado local, mientras que el aguardiente o la coca que ellos les vendían
tenían precios libres. Los comuneros planearon sacudirse del yugo gamonal
fundando una nueva capital para el distrito, para lo que, asesorados por la
Asociación Pro Indígena, viajaron hasta Lima, a pedir el apoyo del presidente
Augusto B. Leguía. Este los recibió de buen grado en Palacio de Gobierno, les
regaló un plano de la capital como modelo del nuevo pueblo y les prometió apoyo
para sus escuelas. Fue así como en 1922 se fundó el pueblo de Huancho–Lima, con
la idea de reemplazar a la villa de Huancané como capital distrital. Tenía su
plaza, iglesia, escuela y barrios para las distintas clases de artesanos. Se
estableció el día de mercado y la prohibición de hablar en lengua aymara. Todos
debían expresarse en castellano. Tal era el deseo de integración nacional que
animaba a los fundadores.
¿Por qué
esta acción desafiante, pero pacífica se tornó en diciembre de 1923 y enero de
1924 en una rebelión violenta? Es fuente de debate entre los historiadores
regionales. Unos hablan de instigadores mistis que, deseosos de justificar una
acción represiva y destructora del nuevo pueblo, movieron a los campesinos a la
rebelión. Otros, de un doble juego de los dirigentes, que, por un lado,
buscaban apoyo oficial, pero, por el otro, procuraban forjar una nueva
república donde toda la tierra fuera solo de los indios y se expulsara a los
terratenientes blancos y mestizos. El hecho es que, ante la rebelión abierta,
en la que los campesinos marcharon a tomar la villa de los mistis de Huancané
(que sería el equivalente del aeropuerto de Juliaca de
nuestros tiempos), el prefecto del departamento despachó tropas del ejército
que la aplastaron, dejando un saldo de víctimas mortales que el historiador
Nils Jacobsen ha estimado en dos mil y José Luis Rénique, en mil. Como fuere,
parece que, al menos en la cantidad de víctimas, las cosas habrían mejorado en
el último siglo.
Jacobsen
traza, asimismo, una conclusión interesante: aunque el objetivo de una nueva
república solo india o un nuevo Tahuantinsuyo, si lo hubo, fracasó, los
propósitos más concretos de conseguir un mercado libre, la erradicación de los
trabajos gratuitos, la construcción de escuelas rurales y la autonomía de las
comunidades y la defensa de sus tierras, tuvieron en los años siguientes
enormes progresos y, en tal sentido, los rebeldes de Huancané triunfaron. Sobre
la rebelión más reciente, llegará el turno de su balance.
DURO RETO PARA LA ORGANIZACIÓN
DE LA PARADA
Por Los
Andes. 22/01/2024
Ciudad
partida por el pasacalle
El pasacalle
organizado con motivo del aniversario de la Federación Regional de Folklore,
confirmó que, por una vez más, la ciudad de Puno se verá dividida en dos en la
parada pues el transporte público no puede cruzar de norte a sur por el jirón
Lampa.
El transporte
público se vio interrumpido de manera que, desde el sur de la ciudad las
unidades de transporte de pasajeros tuvieron como punto final, el óvalo Ramón
Castilla. De igual manera, desde el norte, las unidades de transporte tuvieron
como punto final de su ruta, la avenida Floral.
Cabe
recordar que la ruta para el pasacalle de aniversario es la misma que será
usada durante la parada por la festividad Virgen de la Candelaria por lo cual
se anticipan graves problemas de transporte pues la concurrencia de público es
muchas veces mayor el día del evento.
Los
usuarios de transporte se quejaron de maltratos de parte de los cobradores y
conductores de las unidades de transporte y, por otro lado, los usuarios de
taxis se quejaron por el aumento en su tarifas.
Establecida
la ruta, mediante la aplicación Google Earth, de gran precisión, se puede
precisar que el recorrido mínimo que realizarán los participantes de las
agrupaciones de danza en la Festividad de la Candelaria 2024 será de 3
kilómetros y 550 metros.
El tramo
más largo se encuentra en la avenida Simón Bolívar, entre el cruce con el jirón
Lampa y el jirón Branden, con una longitud de 1.83 Km, considerando los pesados
trajes de los danzarines, sobre todo de los de las morenadas.
Hay danzas como
la diablada o la saya que incluyen, en sus pasos, muchos saltos y movimiento
atléticos, por lo que el recorrido equivale a un poco más que algunas pruebas
de medio fondo en atletismo.
De igual
manera, los músicos tendrán que tocar a todo pulmón o pulso, a lo largo de esa
distancia.
Los
participantes en la parada de ayer indicaron que es común sufrir de molestias
musculares días después del evento y que, durante el pasacalle, es normal que
los integrantes que tienen trajes pesados acaben con los hombros rojos y otros
problemas físicos.
Sin
embargo, se debe recordar que hay varios descansos para los danzarines en la
ruta; además, el consumo de licor permite seguir adelante durante las largas
horas del recorrido, según los participantes de ediciones anteriores.
Finalmente,
se tiene que apuntar que, décadas atrás, el traje de morenada era el más
pesado, llegando a los 50 kilos, y que los antiguos danzarines aumentaban este
peso con toda intención, para hacer de su recorrido una suerte de sacrificio
por la Virgen de la Candelaria.
AIMARAS
NO ACEPTARÁN A POLICÍAS EN ILAVE HASTA QUE SE SANCIONE A QUIEN MATÓ A ISIDRO
ARCATA
Liubomir
Fernández, LA
REPUBLICA 20ENE24.- Los agentes del orden estarán vetados hasta que se sancione
y se conozca el nombre del policía que mató al comunero aimara. Sus deudos
marcharon exigiendo justicia.
Debido a
que a la fecha no se castiga a los implicados en la muerte de Isidro Arcata
Mamani, los vecinos aimaras de Ilave (Puno) acordaron no permitir el ingreso de
los agentes de la Policía Nacional del Perú hasta que las
autoridades sancionen al responsable de este crimen, que se ejecutó durante las
protestas contra la presidenta de la República, Dina Boluarte, en diciembre del
2022.
Recordemos
que el hecho se registró cuando la víctima llegó a Ilave para
abastecerse de alimentos, sin embargo, una bala le perforó sus órganos vitales.
Esto sucedió cuando policías reprimían a balazos a sus paisanos, a una cuadra
del puesto policial y a metros del mercado central.
¿Qué
exige la familia de Isidro Arcata Mamani?
Tras esta
situación, los familiares de la víctima, quienes participaron de una misa en
conmemoración a su fallecimiento, exigieron justicia. “Queremos justicia.
Sabemos que un policía es el que lo mató, pero no sabemos su nombre. No es
posible que le hayan quitado la vida. Queremos justicia y sanción de una vez”,
aseguró Sonia Arcata Flores,
hija del fallecido.
Guillermina Flores Atencio,
esposa de Isidro Arcata, aseguró que su esposo no hizo nada para que lo
mataran. El cuerpo de la víctima cayó abatido a una cuadra de la comisaría, en
las afueras de la Institución Educativa Primaria N. ° 70315 Glorioso.
Cabe
destacar que, tras la muerte de Isidro,
los vecinos incendiaron la dependencia policial de Ilave, por lo que los
agentes de la dependencia policial se retiraron y a la fecha no retornan por
temor a que atenten contra sus vidas.
Humberto
Mamani, autoridad comunal de Urani
Marccacollo, sostuvo que se tiene que saber el nombre del policía que le
quitó la vida a su paisano. Le parece injusto que hasta la fecha las
investigaciones en el Ministerio Público estén detenidas. “Estos policías
vinieron a matar. Eso no puede quedar así. Todo eso se tiene que sancionar.
Nosotros no vamos a aceptar que eso quede así nomás”, aseguró Leónidas Vilca,
dirigente de la zona.
Los aymaras ratificaron que no permitirán la instalación de la comisaría
de Ilave, ni
se permitirá el funcionamiento del Ministerio Público y el Poder Judicial,
mientras no se indique al responsable de la muerte de Arcata Mamani.
“A nuestro hermano lo mató un policía y queremos saber su identidad y que
este sea juzgado y pida perdón a sus familiares. A la vez, consideramos que el
Ministerio Público y el Poder Judicial son sus cómplices por eso no
permitiremos que funcionen en Ilave las sedes del Poder Judicial y Ministerio
Público, no solo lo digo yo sino todo el pueblo ilaveño”, señaló Humberto Luis
Mamani.
Al respecto, Johnny Mamani, sobrino de la víctima, respalda la medida,
pues sostiene que el culpable debe ser llevado a pedir perdón en público en la
plaza. Hasta
entonces no se permitirá el funcionamiento de dichas entidades.
Cabe indicar que las autoridades originarias en reunión acordaron dicha
medida por la cual no permitirán la presencia de la policía en la provincia de
El Collao-Ilave, pese
al anuncio de diálogo del jefe de la X Macro Región Policial de Puno, el cual
rechazaron.
Como se sabe, la Municipalidad Provincial de El Collao declaró ayer duelo
provincial por el primer año del irreparable fallecimiento de Arcata Mamani. La comuna collavina dispuso el
izamiento del Pabellón Nacional como la Bandera de la provincia de El Collao
Ilave, a media asta en todas las instituciones públicas y privadas, así como en
los hogares de la ciudad de Ilave, como un gesto simbólico.
SUMAN
383 LOS POZOS DE AGUA HABILITADOS EN LA REGIÓN PARA ENFRENTAR DÉFICIT HÍDRICO
RADIO
DECANA enero 22, 2024.- Pobladores de Puno se beneficiarán con la
habilitación de 383 pozos de agua habilitados por la Autoridad Nacional del
Agua (ANA) en dicha región como medida de prevención ante un eventual déficit
hídrico. Los pozos se ubican en 48 distritos
“De manera excepcional, la ANA ha rehabilitado 353
pozos y ha construido, desde cero, otros 30 pozos; cumpliendo con lo solicitado
por la emergencia, en el marco del Decreto de Urgencia 030-2023-MIDAGRI”, resaltó el jefe de la ANA, Juan
Carlos Castro.
Cabe precisar que, la intervención de la ANA está centrada en la
elaboración de normas y procedimientos para una gestión sostenible del recurso hídrico; más no en
la provisión o abastecimiento de agua, ya sea para el sector agrario o para el
consumo humano. <>
domingo, 21 de enero de 2024
COSTUMBRES DE MI TIERRA [III]
LA JIWK'ICHA
(En: Llanque
Chana, Domingo. LOS RITOS Y CREENCIAS AYMARAS. Capitulo
II. Ritos y Creencias Agrícolas,1. Rito de la siembra.)
E |
ste
rito se realiza desde tiempos inmemoriales por los aimaras antiguos y lo siguen
practicando los integrantes de este pueblo. Este rito se realiza en la época de
la siembra, generalmente en los meses de octubre-noviembre como también en la
época de la cosecha en los meses de marzo-abril y mayo.
En
la época de la siembra tiene por objeto pedir la fecundidad de las semillas, y
en la época de la cosecha para dar agradecimiento por los frutos cosechados de
las entrañas de la tierra. Las anteriores ceremonias se ofrecen a la pachamama.
Generalmente, se hace para agradecer, con preferencia, por la cosecha de la
papa, por ser ésta el alimento primordial del hogar y del ayllu.
La
papa ha sido y es el alimento principal del pueblo aimara y de ahí su importancia.
En
otros lugares aimaras también acostumbran realizar esta ceremonia para otros
productos, así como para la quinua, habas, izañu, y con su respectiva “ayt’a” o sea dando gracias a la
"santa tierra".
PROCEDIMIENTO:
Llegada la época de la siembra, las comunidades aimaras asumen el afán de
dedicar su tiempo a labores del sembrío. Para llevar a cabo esta actividad tan
importante, los integrantes de la familia se preparan con varios días de
anticipación.
El jefe de familia, juntamente con los miembros de su hogar acuerdan democráticamente los días que dedicarán para el trabajo. Con esto fin cada cual se dedica a hacer los preparativos. Así, el jefe de familia alistará los instrumentos de labranza (el yugo y el arado); también se dispondrá a alimentar los bueyes con forrajes sustanciosos para que rindan en el trabajo. En lo que concierne a la esposa, también hace lo propio, alistando la semilla y el abono, en especial se preocupará de los alimentos que compartirán como merienda con sus “aynis” (allegados). Los hijos también participan bajo el mandato del jefe del hogar, ayudan en cualquier trabajo, ya sea cuidar los animales (ovejas, puercos) o arrear las bestias de carga.
De una manera especial el padre de familia, siendo jefe tiene ya alistadas las cosas sacrificiales de la jiwk'icha.
Para
ejecutar el rito se requiere el siguiente material: a. Bostas, (para la fogata)
b. Llamp'u (Cebo de llama) c. Incienso
(especie de sahúma aromática) d. Coca (para ofrecer el ayt’a o ayt’u) e.
Alcohol, (para la libación) f. K'oa. (hierva aromática)
El día en que la familia agrícola se constituye en el terreno determinado para el sembrío, se aprestan a hacer el rito de la jiwk'icha. Este acto se realiza antes de empezar el trabajo agrícola para pedir el permiso a los achachilas tutelares o para cualquier otro rito donde tendrían que Invocarse los nombres de dichos espíritus.
Teniendo
todo lo necesario para este acto religioso, el jefe de familia prende el fuego en
la bosta, para que de esta manera el fuego esté bien atizado a la hora del
acto, que generalmente también se realiza después de concluida la faena. Este
rito se hace con la idea de hacer sahumerios a los achachilas y a la
"pachamama”, para que estos espíritus brinden el cuidado respectivo, para
lo cual dicen: "Jatha junt'uchuñawa
pacharonmawrí aculliñawa" ("Hay que abrigar a la semilla, hay que
picchar la coca a la
pachamama").
En
el caso de término de la labor agrícola, el padre de familia o la persona encargada,
da comienzo al rito tradicional de la jiwk'icha. Inicia el acto pidiendo
permiso a los achachilas, la pachamama y a los concurrentes que se han
congregado, y empieza a preparar el “ayt’a”.
Para esto escoge las hojas más perfectas de la coca los cuales agrupa de tres
en tres y los coloca junto al llamp'u
amasado en forma cuadrada que se encuentra en un papel limpio de color blanco.
Luego hace arder el incienso y la k'oa,
e invita a todos los concurrentes a añadir sus hojas de coca expresando al
mismo tiempo sus intenciones suplicatorias. Finalmente añade un terrón que
representa a la pachamama.
Al
nombrar a los achachilas se refiere a
todos los cerros más altos del lugar y al mencionar dichos montes el celebrante
dirige una mirada suplicatoria al tiempo que los invoca. Así, después de haber puesto
el puñado de tierra, levanta en alto la ofrenda que se ha preparado (a la que se
denomina el "k'intu") en
señal de ofrecimiento, y rezando entre suspiros lo muestra a los cuatro puntos
cardinales, al mismo tiempo que sopla sus intenciones sobre la ofrenda, la que
es llevada y colocada sobre la fogata puesta previamente en lugar céntrico del
sembrío.
Todo
esto se hace en la siembra con la intención de que la pachamama reciba la
simiente en su seno y que los achachilas o demiurgos hagan fecundas y
fructíferas las semillas, al mismo tiempo que las cuiden hasta su maduración.
El rito es similar tratándose de la cosecha, en el que se cumple la finalidad
de agradecer a la pachamama y a los achachilas por los frutos obtenidos,
sobre todo cuando estos han colmado las expectativas del sembrío.
En
acción de gracias a la pachamama se hace la libación del alcohol con todos los
miembros mayores de la familia, cuando se disponen hacer el laboreo agrícola o
cuando lo han concluido.