viernes, 14 de enero de 2022
PUNO: UNA CIUDAD CON IMPORTANTES CAMBIOS EN PROCES
DESCRIBIENDO EL CENTRO DE LA CIUDAD DE PUNO DE LOS AÑOS 60
Escribe: Roberto L. Tapia Infantes
Tomado de la
revista EL CAROLINO N° 3, noviembre de 2021
1.
PASEANDO
POR LA CALLE LIMA
Intersección con la calle
Coronel Ponce.
Iniciamos nuestro
recorrido en dirección norte. En la primera esquina de la derecha, ubicamos la
vivienda de la familia Serruto Barriga, cuyo patriarca fue el Sr. Isaías
Serruto Loayza. Hacendado, dedicado a la cría y explotación de camélidos,
vacunos y ovinos, cuya producción de carnes, mayormente tenían destino local y
para la exportación la fibra de alpaca y de ovino, pasando por una cadena de
intermediación: los llamados rescatistas, los intermediarios propiamente dichos
y las exportadoras como La Michell y Sarfatti, que operaban en Puno, en Juliaca
y Arequipa. La familia Serruto Barriga, expresamente ubica su residencia en
esa parte alta de la ciudad, debido a que por la época, por las inmediaciones
no circulaban vehículos motorizados que pudieran
espantar a los caballos, llamas y acémilas (importantes medios de transporte de la época) que llegaban de
Pichacani; operación que facilitaba a las tareas de carga, descarga y
alojamiento momentáneo de los animales.
Por la acera de
la izquierda, encontramos un solar amplio ocupado por los talleres, garaje y
algunas oficinas del Ministerio de Caminos. Al frente por la vereda derecha se
ubica el Hospital "San Juan de Dios" que estuvo a cargo de Las hijas
de la Caridad de San Vicente de Paúl. Por los años de 1953, las Hermanas
dejaron el Hospital por diversos motivos.
Al frente de la
fachada Norte del hospital, se encuentra la placita Daniel Alcides Carrión y a
la derecha de la plaza, se ubica la Cárcel de Puno, cuya historia se remonta al
año 1927 durante el Gobierno de Augusto B. Leguía, que norma, e implementa la
creación y funcionamiento de los establecimientos carcelarios del país.
En la
esquina por la vereda de la derecha, encontramos la casa vivienda del Dr.
Manuel Miranda, que en la época era Vocal de la Corte Superior de Justicia de
Puno. Luego seguía la casa de la familia de Don Benigno Pinazo, que colindaba
con la casa del Dr. Aramayo, conocido como el “Puca Aramayo". Por la misma
vereda llegamos a la casa del Dr. Belisario Soto, que llegaba hasta la esquina
de la calle Cajamarca.
En la
misma cuadra por la acera de la izquierda, vivía la familia de Don Víctor
Vidangos que se dedicaba a la pequeña minería, en esa recta destacaba la
familia Centellas y la vivienda del Dr. Traverso donde vivía el Dr. Deza
Pacheco, Juez en el palacio de Justicia y el Dr. Carlos Mariño V. farmacéutico
dueño de la Botica del Pueblo ubicada en la esquina de las calles Puno y
Arequipa.
Llegamos
al local de la antigua Corte Superior de Justicia de Puno, este local en un
tiempo anterior funcionó como albergue de
huérfanos, administrado por las monjitas "Jesús Obrero".
En la
esquina de la derecha la casa del Dr. Samuel Frisancho, las oficinas de los
escribanos Ángel Hernani y José Luis Rosado Rojo (padre de la profesora de
Inglés Leonor Rosado, GUE San Carlos), la casa de Doña Juana Pinazo, el Diario
"Los Andes", la oficina del Dr. Eduardo Beltrán Rivera, la Notaría
del Sr. Eladio Quiroga, la casa de Don Pedro Urday, la oficina del Dr.
Edilberto Aza, la Notaría de Don Guillermo Garnica Ormachea (padre del
basquetbolista Enrique "Pollo" Garnica) y la casa de la familia Salinas
que llegaba hasta la esquina de la Plaza de Armas.
Por la
vereda de la izquierda, empezaba la casa de la familia Montesinos, que pasó a
propiedad de Don Humberto Gallegos que construyó un moderno edificio de tres
pisos; el Consultorio Dental del Dr. Luis Garnica Tohalino, la casa de las
hacendadas Mejía Cotillo: Domitila, Angélica, Zoila y el hermano Dr. Víctor
Mejía Cotillo y su bufete; colindaban con las oficinas del Área de Salud de
Puno y que hoy lo ocupa el Ministerio de Educación; las oficinas de los
abogados Vicente Mendoza Díaz, Juan Rosendo Rodríguez, Jorge Achata Riega y
Juan Zea Gonzales.
Las
relaciones de convivencia social, entre los moradores de la calle Lima y los
del perímetro de la Plaza de Armas, hacen que orientemos nuestra descripción
variando el recorrido en dirección Oeste por la calle Puno, por todo el
perímetro de la plaza, para reanudar nuestro paseo, desde la esquina de las
calles Lima y Puno
Monumento
de estilo mestizo. La configuración física en cuanto a la planta y a la cúpula,
es de estilo barroco, típico del siglo XVIII. Fue construida gracias a la ayuda
de los mineros de la zona, en el siglo XVIII.
Trabajada
en piedra por el alarife peruano Simón Asto, cuyo nombre se encuentra en la
parte principal. Posee un altar mayor de marmolina, obra del arquitecto Emilio
Hart Terre. Se venera dos imágenes milagrosas: “El Señor del Quinario” (“El
Señor de la Bala”) y la “Virgen de los Remedios”. La Nave principal de la
catedral, es de plata y en los muros laterales se aprecian pinturas de
diferentes escuelas (cusqueña, italiana, etc). Se celebran Misas oficiales y
para familias notables..
La
Plaza está delimitada por las calles: Puno, llave, Deústua y Lima. De todas las
edificaciones públicas y privadas existentes, se destacan a las más importantes
y/o a las de mayor notoriedad.
Librería
“Cultura” y la Fotografía “El Arte”
Entre
Puno y Lima, a una casa de la esquina, encontramos un inmueble de dos plantas
que fue propiedad del Sr. Mariano Romero Núñez. En el primer piso funcionaba la
Librería “Cultura” de Don César Escobar y en el segundo el taller Foto Estudio
“El Arte”, del fotógrafo Velásquez. Estos establecimientos comerciales tenían
una importante preferencia en la ciudad.
Edificio
del Palacio de Justicia
Construido
en un solar adquirido de Don Mariano Tapia Linares (abuelo del compañero
Roberto L. Tapia Infantes). El edificio llega hasta la calle Ayacucho (calle de
los abogados).
La
Casona del Sr. Miguel Cordero Quiroga
Antigua
casa de dos pisos que se extendía desde la calle Ayacucho hasta la calle
Ancash. En el tiempo albergó a diferentes oficinas, negocios y familias; La
Notaría Ponce Robledo, la familia de Don Filomeno Macedo Palomino, la familia
Velásquez y otras. Esta casa encierra recuerdos y anécdotas para contar.
POR
LA CALLE ILAVE:parte de atrás
El
Colegio de Señoritas “Santa Rosa”
Importante
colegio creado el 10 de marzo de 1928 y abre sus puertas el 30 de abril del
mismo año, durante el Gobierno de Don Augusto B. Leguía. Fue fundado por la
Madre Ascensión Nicol Goñi, de las Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario,
hoy beatificada. Funciona como Institución Educativa Pública.
POR
LA CALLE DEÚSTUA
De la
calle llave a la derecha bajando por la calle Deústua
Edificio
del Obispado
En este
local por los años 1860, se fundó el Seminario-Colegio San Ambrosio, donde
estudio Santiago Giraldo, Ilustre Tribuno, parlamentario, precursor del
socialismo peruano y activo líder social (Historia de la República de J.
Basadre). El colegio tuvo presencia social, educativa y cultural. Regentado por
la Orden Maryknoll.
Balcón
de Conde de Lemos
Imponente
vivienda donde se alojó el Virrey Pedro Antonio Fernández de Castro - Conde de
Lemos. Fue Construido al mismo tiempo de la fundación de la ciudad (1668). El
Balcón tiene un estilo colonial y fue tallado totalmente en madera. Lleva ese
nombre en alusión al Virrey, se dice que el Virrey llegó al Altiplano para
sofocar la sublevación de los hermanos Salcedo y fundar la ciudad. Esta vivienda
cuenta con una galería de arte.
La
Casa Dreyer
Ubicada
en la esquina del Jr. Conde de Lemos N° 289, en la casa del coleccionista y
artista alemán Carlos Dreyer. Fue adquirido por el Municipio de Puno. Cuenta
con 8 salas de exhibición:
Salón
Inca: Objetos
de culturas de la Costa y Sierra. Muestras de Alfarería, armas de piedra,
tejidos, esculturas y momias; Moche, Nazca, Chimú, Chancay, Tiahuanaco, Pukara
e Inca. Salón Galería Lítica: Esculturas monolíticas de piedra de la
civilización Pukara.
Salón
Arqueológico Regional: Objetos de oro y plata. Esculturas en piedra. Culturas Pukara,
Tiahuanaco, Colla, Lupaca y Pacajes.
Salón
Muerte en el Altiplano: El tesoro de Sillustani, se exhiben 501 piezas de oro y plata. Una
réplica de la Chullpa del Lagarto.
Salón
Pinacoteca: Pinturas
de la colección de Carlos Dreyer y de pintores del círculo Laykakota.
Salón
Colonial: Objetos
de plata, prendedores, anillos, numismática, documentos de la fundación de
Puno.
Salón
Religioso: Cuadros
y objetos religiosos
Salón
Dreyer: Objetos
de bronce y ornamentos de guerra de la
época
republicana.
La
“Casa del Corregidor”
De
estilo colonial del siglo XVII, construida por el Cura Silvestre de Valdés, el
mismo que quedó encargado de la construcción de la catedral, luego de la visita
del Conde de Lemos a Puno en 1668. Es un espacio para todo tipo de expresiones
artístico culturales. Apunta a fortalecer la Identidad cultural de la vasta
altiplanicie peruana que sostiene culturas milenarias vivas. Cuenta con un Café
Bar, Biblioteca, Internet, Video Club. Se brinda información sobre turismo
rural.
El edificio
de la Prefectura.
La
historia de este local se inicia desde el 1er Prefecto Don Pedro Miguel Urbina
(cuyo busto estaba en el Salón de Actos). Fue un modesto local que funcionó hasta
1904, año en el que se construyó el actual edificio.
Hasta
1964, los alcaldes no eran elegidos por el voto popular, se requería pertenecer
a una familia notable de la época, siendo el primer alcalde republicano el Sr.
José Manuel Morel (1824). Dentro de estos notables, figura nuestro Alcalde y
Maestro Carolino Don Carlos Rubina Burgos (1953 - 1956 - 1958). El primer
Alcalde elegido por el voto popular fue el Dr. Remigio Cabala Pinazo (1964 -
1966).
La
Biblioteca y el Museo
Funcionaban
en un inmueble de dos plantas que pertenecía a la Municipalidad. Ingresando,
por un hall de la primera planta, el “Guerrero Inca”, hermosa escultura de 2.00
m de altura aproximadamente, que fue esculpida por el conocido escultor Tejada.
Vivienda
de la Familia del Dr. Emilio Molina
Luego
de la Biblioteca, se encontraba la casa del Dr. Emilio Molina Vocal de la Corte
Superior de Justicia, que se extendía hasta la esquina con la calle Lima.
Vista 2018
Entidad
tradicional que al 2021 cumple 89 años, primero funcionó como club deportivo
(CDK), luego como club social. Por sus salones han pasado puneños que, con el
correr de los años han dado lauros a Puno, en lo político, social y cultural.
Colindaba por el costado norte con la botica “Cornejo” que pasó a las hermanas
Zirena.
La Botica “Santa Rita” de las hermanas Zirena.
Colindaba
por el Norte, con el hall del Cine “Colón”.
Era la
sala de cine más popular y preferida de la época especialmente por los
escolares, por las seriales de los sábados, las matinées de los domingos y
feriados. Por las noches de lunes a domingo las películas mejicanas y
policiacas para adultos. El Ingreso a platea era por un hall que daba acceso a
la puerta principal, en ese espacio estaba la boletería. El Ingreso a galería,
era por la calle Deústua, que contaba con su propia boletería. Esta sala de
cine era de propiedad de Don Juan Lomelllni y era una sucursal del “Cine Colón”
del Cusco y estaba administrada por una familia Osorio.
Hacia
la esquina de la calle Deústua, una construcción de dos plantas, en el primer
piso funcionaba un amplio local de grandes portones, que pertenecían a las
tiendas “Lomemllini”, sucursal de las tiendas del mismo nombre en el Cusco. Se
vendían telas y frazadas de las fábricas cusqueñas “La Estrella’ y “Huascar”,
Eran de propiedad de Don Juan Lomellini. Al igual que el “Cine Colón”, las
tiendas estaban administradas por la misma familia Osorio.
Culminando
con el perímetro de la Plaza de Armas, continuamos nuestro recorrido en linea
recta por la calle Lima.
Continuamos
nuestro paseo en línea recta por la acera derecha de la calle Lima y
encontramos en la esquina, la casa que según la opinión de muchos debió ser
declarada monumento histórico de la ciudad (deben existir fundadas razones)
"La Casa de Piedra"
Fue una
construcción de dos pisos de piedra labrada y techo de concreto armado. Por las
características de la construcción, este edificio inconcluso debió proyectarse
para el funcionamiento de algo importante de interés público o particular,
lamentablemente esa información no se pudo conseguir. Se sabe que indebidamente
en el primer piso de esta construcción, funcionaron diferentes negocios, como
el bazar "La Camelia de la familia Ramírez procedentes de Arequipa, más
adelante se instaló una sucursal del bar-cantina del Sr. Arnés más conocido
como "El Chato Arnés".
Se
buscó proyectar el funcionamiento de un comedor popular en estas instalaciones
que no se concretó. Finalmente, sobrevino la demolición de esta casa contra la
oposición de un buen sector de la ciudadanía puneña, que buscaban se le dé un
tratamiento especial, acorde con su importancia histórica. Esta construcción
colindaba con:
El Edificio del Banco Popular
Avanzando
en línea recta por la misma acera de la derecha, destaca la casa de la familia
Peñaloza, que alquilaba sus ambientes para el funcionamiento de la farmacia
"El Progreso" de Rómulo Díaz Dianderas.
En la
esquina con el pasaje Grau, el bazar de telas de propiedad de Aurora Briceño de
Harada. Se mudaría siendo ocupado por otro bazar también de telas de un
migrante asiático "Kadri Kadur", que sufrió un grave incendió en
dicho local.
En la
misma cuadra, en la esquina de la izquierda la casa de dos pisos del Dr. Emilio
Molina. En el primer piso, había una confitería de la familia Chenpen. Contigua
a la confitería.
"La casa López del Solar"
Establecimiento
comercial que funcionaba como concesionaria de la "Casa Pedro P.
Díaz" de Arequipa-Venta de cueros, en esta tienda los escolares hacían
cola para comprar los galones escolares, insignias, correas y otros artículos
en cuero. Junto a la venta de cueros en esta tienda se vendían lápidas. A
"La Casa López del Solar", seguía una tienda de venta de ropa
infantil de la madre política de López del Solar,
La tienda del Mar
De Don
Luis del Mar. Este negocio era frecuentado mayormente por escolares, en esa
tienda se vendían, revistas, historietas, álbumes, figuritas para coleccionar.
Contigua a la Tienda del Mar se encontraba un pequeño bazar de Manuel Briceño
que colindaba con el edificio del Banco de Crédito del Perú.
"El
Banco de Crédito del Perú" . Edificio que se extiende hasta la
intersección con el Pasaje Grau.
Pasaje Grau
Intersección
con El Pasaje Grau
En la
esquina derecha la tienda de artículos deportivos y zapatería de Florencio
Ojeda.
Venta
de chocolates y manjares de casa. Viene La antigua sede del "Banco de
Fomento Agropecuario del Perú"
El Bazar de Aurora Briceño de Harada.
Por la
esquina izquierda, la casa de dos pisos, del intelectual puneño Dr. Emilio
Romero, esposo de la Sra. Blanca Morales hermana del popular e histórico personaje
conocido como el "Fiero Morales", en esta casa funcionaba el
establecimiento comercial, "Casa Simoni"
"Casa Simoni"
De
Francisco Simoni Vélez de padre italiano, casado con María Chamorro, dama
tacneña con quien tuvo 5 hijos: Guido, Orestes, María Antonieta, Francisco y
Janeth. Don Francisco se instaló en Puno por los años 50. En el primer piso
funcionaba la tienda, donde se vendían artefactos eléctricos, Joyería, telas,
bicicletas y motocicletas Honda... Por las inmediaciones:
"El
Chato Arnés", Bar - Pastelería... Paso tentador, entre Grau y Ayacucho. El
Sr. Arnés, era un destacado futbolista de la selección de Puno.
"Casa Secchi Hermanos"
Por la
calle Lima, es un establecimiento contiguo a la Casa Simoni, fundado por Don
Santos Secchi, de ascendencia italiana. El negocio era administrado por Jorge
Secchi Espinoza (hijo), y se dedicaba a la venta de artefactos eléctricos,
radios-Philips y otras marcas distintas a las de la competencia. Bicicletas
MONARK, artículos de bazar, etc.
"Casa Constantino Parodi S.A."
Fundada
en 1896 el mismo año de la fundación del Hotel Ferrocarril de la familia
Passano. Fue la casa más importante de la calle Lima. El terreno pasó por
diferentes propietarios, como el Sr. Adrián Cáceres Olazo y finalmente el Sr.
Constantino Parodi Isolavella, de origen italiano.
Intersección
con la calle Libertad
Por la
esquina de la derecha: La zapatería de un comerciante arequipeño Sr. Ramos. Se
debe destacar la vivienda de dos venerables damitas, que llevaban el apelativo
de:
"Las Almendras"
Verlas
de negro en su diario trajinar por la calle Lima, se hizo un obligado hábito
vecinal.
Continúa,
la casa de Don Andrés Romero Portugal que fue presidente de la CORPUNO, en cuya
casa funcionaba la:
Librería "La Estrella"
De
Pedro Quiroz Ylla, antigua librería de la ciudad. Llegamos a un solar de
propiedad de una familia Romero. La cuadra termina en una casa vivienda ubicada
en la esquina del "Parque Pino", donde se construyó un edificio que
fue sede del Banco de Fomento Agropecuario del Perú.
Volviendo
al inicio de la cuadra por la izquierda, la esquina - casa vivienda Parodi, que
colindaba con:
El "Bazar Arredondo"
De don Temístocles
Arredondo y esposa Hortensia Portocarrero, padres de 4 hijos: José Raúl, Betty,
Nora y Chela. Se vendían: Telas, ropa hecha y artículos de bazar. Continúa:
La
Zapatería "Secchi Hermanos" de la Sra. María Secchi de Grundy.
La Joyería de Ávila.
El
"Bazar Lux" de la Sra. Felicitas de Astete. Vendía artículos de bazar
y trajes de moda. Organizaba Desfiles de Modas en el Club "Kuntur".
El hijo Ing. César Barraza, conocido como el "Chino Barrazá",
trabajaba en construcción civil con Don Ciro Astete Yabar.
"Casa Maranganí"
Tienda
de venta de frazadas y tejidos de la Fábrica "MARANGANÍ" - Enclave
Industrial ubicado entre Cusco, Puno y Arequipa. El local llegaba hasta la
calle Lambayeque y fue alquilado de una de las familias Ávila Macedo.
Las
heridas de la Guerra del Pacífico dieron lugar a que se designara con los
nombres de los soldados inmolados, a las plazas y parques.
El Parque Pino, Se inauguró el 24 de setiembre del año 1901 con el monumento erigido en recuerdo al soldado del Batallón N° 4 de la Reserva Dr. Manuel Pino, héroe de la batalla de Miraflores (1881).
Su
escultura de cuerpo entero y en bronce se alza sobre un obelisco de mármol (del
escultor Alejandro Magnani). Circundan el obelisco los bustos en bronce del
Crnl. Buenaventura Aguirre, Crnl. Miguel Ríos, Tnte. Crnl. Manuel E. Roselló y
del Crnl. Belisario Barriga. Fue obra del Prefecto Crnl. Manuel E. Ponce. En el
epitafio se lee: "El Departamento de Puno a sus hijos muertos en la Guerra
del Pacífico".
El
parque es un espacio público de tradiciones. Bello lugar de encuentro para
recordar nuestra cultura, de acontecimientos pasados y presentes, lugar de
convivencia social y cultural, que antes era un lugar polvoriento, despejado de
paso y descanso de primigenios pobladores
Con la
Plaza de Armas, forman una atractiva zona de paseo de ida y de retorno por la
vía más importante de la ciudad la calle Lima, con oportunidades de visita a
tiendas, escaparates, cafés, etc. especialmente en las calles transversales.
Antes
del 60 era todo un deleite asistir al Parque Pino a escuchar música variada
para niños, para jóvenes y adultos, reproducidas por altoparlantes, los días
miércoles y viernes de 7:00 a 8:30 p.m.. Las retretas dominicales de medio día,
ofrecidas por la Banda del Batallón de Infantería N° 15.
El
Parque Pino, tiene lo suyo el Santuario de la Virgen de la
"Candelaria" Patrona de la dudad, el Bolivariano Colegio Nacional
"San Carlos", la Casa del Maestro, el Club Unión; entidades que dinamizan
tiempos e historias colectivas, porque el Parque, es el segundo espacio
socio-cultural de la ciudad de Puno.
Por
el perímetro del Parque- Esquina con Fermín Arbulú
Encontramos
la casa en la que vivía la familia Terrazas, aquí se construyó la nueva sede
del:
Banco
Agropecuario.
Bajando
en línea recta, continúa una casa de tres plantas de Julio Garnica, seguía la
casa en la que vivía el Pintor Anarko Grover Valencia Vargas (Ex Carolino de la
Promoción 62 de la GUE "San carlos"). Termina la cuadra en una
pequeña tienda ubicada en la esquina con la calle Arequipa. Al frente:
Esquina
con la calle Arequipa
La
"Farmacia Central". A la izquierda, La casona del actual
Colegio
Nacional "San Carlos".
Construida
en 1851, donde antiguamente funcionaban: El Colegio de Ciencias y Artes de
Puno, fundada por el Libertador Simón Bolívar en 1825 y la primera Universidad
de Puno. Ahora es reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación, es una
reliquia para los puneños.
Cuenta
la historia, que en este lugar, los Invasores Chilenos de la Guerra del
Pacífico, saquearon y quemaron toda la literatura puneña de esa época solo por
calentarse por el intenso frío que sintieron en las noches puneñas. La gente se
vio obligada a mudarse a ciudades vecinas como Arequipa y Tacna.
Esquina
con la calle Oquendo
En la
esquina del frente, una edificación de dos plantas, en la que funcionaban:
La
"Librería Escolar"
Ubicada
en la primera planta de la casa de Don José Rivas del Carpió. Fue una de las
más antiguas y surtidas de la época.
En la
segunda planta funcionaba: "Radio La Voz del Altiplano" Emisora
de Don Juan Zea Gonzales. Volteando en dirección Oeste, por la calle Oquendo
El
"Club Unión"
La
labor social y cultural de este Club, ha trascendido de tal forma que el
"Club Unión" forma parte de la historia de Puno. Avanzando en línea
recta, pasando por la casa de la familia Chire, llegamos
A la
"La Casa del Maestro"
Instalada
en una construcción inconclusa de dos plantas. En ese tiempo esta instalación
no funcionaba a plenitud acorde con sus fines y objetivos.
Volteando
a la izquierda, por la esquina de la calle Santiago Giraldo, la tienda de
abarrotes de la familia Solís, más conocida como la "Tienda del Loro
Solís". Continuaban las viviendas de la familia Zea y de la familia
Zegarra y llegamos a la
"Iglesia
San Juan"
Parroquia
San Juan Bautista fundada en 1562 desmembrada de la Parroquia de Paucarcolla.
Desde entonces fue una capilla que guarda la imagen de la Virgen de la
"Candelaria". La capilla estuvo a cargo de misioneras Jesuítas y
Dominicos. El primer Bautizo se celebró en 1675. Su construcción data desde
inicios del siglo XX.
El
Actual Templo Parroquial, colinda con una amplia casa que llega hasta la
esquina con Lambayeque, en la que vivían: el Rvdo. Padre Barrientos, las
familias Saravia, Núñez Beltrán y otras... <>
LA CALLE LIMA Y LA SOCIEDAD PUNEÑA DE
ENTONCES
Roberto
Ladislao Tapia Infantes
La
calle Lima, fue el centro social y cultural de la ciudad de Puno de antaño,
donde existían todo tipo de comercios que guardan historia, los más importantes
fueron de propiedad de migrantes extranjeros y nacionales, además de ser el
jirón preferido, para la ubicación de las viviendas de distinguidas familias de
puneños, que alcanzaron notoriedad.
Corrían
los años y la calle Lima, fue el centro de distracción para los puneños, que
paseaban de ida y de retorno, pasando por las intersecciones con las calles,
Coronel Ponce, Huancané, Cajamarca, Puno, Deústua, Grau, Libertad, Lambayeque,
Santiago Giraldo, Deza, Pardo, pasando por el histórico Arco Deústua. Los pasos
y paradas obligadas, eran, la Plaza de Armas y el Parque Pino, a la par de los
bares y huariques que existían en el trayecto, especialmente en las calles
transversales.
Era
usual encontrar los días domingos y fiestas de guardar, a familias bien
vestidas y a la moda, en su paso obligado a Misa en la Catedral, la iglesia San
Juán, el templo San Antonio del Jr. Ayacucho o la Capilla del colegio
Inmaculada de la calle Tacna. Oportunidad para jovencitas de lucirse, en su
intención de conseguir novio. Algunos caballeros, con terno, chaleco y sombrero
luciendo su reluciente reloj Longines cinco estrellas con cadena de oro.
La calle
Lima, es una vía histórica, presente en el imaginario popular y construido por
cada puneño que se desplaza a diario por las calles en busca de distracción.
Sin
embargo, para una mejor y buena descripción de la calle Lima, fue preciso
ubicarse en el contexto histórico de Puno como proceso de evolución, y vemos
que tuvo una consolidación progresiva de aldea a ciudad, este proceso ha sido
lento y demandó de actividades y hechos trascendentales que ubicaron a la
ciudad en lo que es hoy, un centro dinamizador de actividades comerciales, administrativas,
de servicios públicos y privados, financieros y turísticos. Analizando su progresivo
crecimiento, desde la época antigua, colonial, republicana y contemporánea.
En este
proceso evolutivo, se trató de recordar lo que fue la calle Lima, en la década
del año 1960, la vida social, cultural y comercial, en una época, cuando
aparecieron hábitos y costumbres que se convirtieron en tradiciones propias de
una sociedad influenciada, por la presencia de familias de inmigrantes nacionales y extranjeros, propietarios de importantes casas comerciales. Se
sumaban algunas distinguidas familias de puneños. Aparece la
"llamada" aristocracia de la ciudad.
Cuando
las danzas puneñas en la fiesta de la Virgen de la Candelaria, todavía no eran
de la preferencia general en estas familias. Estos eran los arrogantes y
déspotas espectadores en las fiestas y costumbres nativas y mestizas, que en el
tiempo, dado al importante valor cultural y
contagiante belleza, estas se convirtieron en el deleite general al punto de
convertirse en alegres y generalizadas prácticas, como expresión de la
identidad de los puneños, admirada y respetada en todo el mundo y que marcó el
ingreso de una nueva riqueza productiva sin humos, EL TURISMO.
Para
acercarnos a una descripción y evaluación real, se trató de resaltar a las
familias y comercios que alcanzaron notoriedad, a la presencia de instituciones
públicas y privadas, cuyas interrelaciones, sociales, culturales y políticas,
le dieron una clara distinción histórica a la calle Lima. Aclarando, no se
pretende expresar un sentimiento de pena, por la lejanía, la ausencia,
privación, pérdida de lo que fue, o de rememorar con añoranza, ese algo que fue
y no volverá. En esos tiempos, la población urbana representaba un 20 % y el 80
% lo constituía la población rural migrante. Hoy esos porcentajes se vienen
invirtiendo.
Por los
años del 60, la estreches de la calles Lima e Independencia, además por estar
conectadas en línea recta, juntas son el corazón de la ciudad, que unen a las
dos plazas más importantes y atractivas de la ciudad, surge el proyecto de
convertirlas en una sola vía exclusivamente peatonal.
Antes y
durante este periodo de tiempo, las autoridades municipales, así como otros
cargos públicos importantes, eran elegidos por la decisión de las familias más
influyentes de la ciudad, que generalmente estaban asentadas en la calle Lima,
lo que hace ver el peso que tenían.
UNESCO-1982:
"No se puede negar que el patrimonio cultural es nuestro legado del
pasado, del que disfrutamos hoy y que pasamos a las futuras generaciones,
siendo nuestra herencia cultural y natural, fuentes irremplazables de vida e
inspiración. Comprende las obras de artistas, arquitectos, músicos, escritores
y sabios, así como las creaciones anónimas, surgidas del alma popular, y el
conjunto de valores que dan un sentido a la vida.
Partiendo
de ese principio y considerando que la importancia de la conservación, de la
memoria colectiva de los puneños, de los primeros habitantes de la calle Lima,
no se establece partiendo de la jerarquía económica, sino de su identidad
heredada, única y diferenciada del espacio histórico - social.
Sin
embargo, a través del tiempo por la ubicación estratégica de la calle Lima,
como eje social y económico, y específicamente por las condiciones ventajosas
para la instalación de tiendas comerciales, la memoria colectiva sufre una
tendencia de subordinación al interés económico, social y comercial.
Aparecen
familias de mestizos notables y comerciantes entre nacionales y extranjeros que
se instalan en la calle Lima, y ofrecen una fuerte presión social y económica
buscando modificar los patrones culturales tratando de orientar la vida en la
calle Lima a sus propios intereses y desde allí a toda la población urbana de
la ciudad de Puno.
Estratégicamente
sus centros de diálogo y decisión eran los clubs locales (el
"Kuntur", "el Unión") y los de cobertura internacional
(Club de Leones, Rotary Club). Desde sus locales y otros lugares exclusivos de reunión,
partían las propuestas desde distintas perspectivas de influencia social,
económica y política, que orientaban la vida en la calle Lima, hasta en la toma
de decisiones de parte de los gobiernos de la ciudad de Puno. El resultado
acumulado observado lleva a reflexionar sobre estos procesos.
Esta
presión social, económica y política, ha sobrellevado una serie de cambios que
influyeron en una serie de acontecimientos, tanto naturales como socio
culturales y económicos, dándole a la
calle Lima una fisonomía muy particular, se insinuó una progresiva fusión del
espíritu del puneño con las corrientes de los migrantes nacionales y europeos,
fenómeno que se nota con claridad en el peculiar comportamiento de los puneños
asentados en todo el desarrollo de la calle Lima y de la calle Independencia.
Por
otro lado, la calle Lima se convirtió en el espacio de encuentro social para
los visitantes, especialmente de los del medio rural puneño.
En todo
este largo proceso, se dio paso a una nueva sociedad influenciada y hasta
dependiente de las preferencias foráneas.
Más
adelante sobrevino un fenómeno social, marcado por el proceso migratorio del
campo a la ciuda", más allá de las propias tradiciones y costumbres de la
ciudad, cuando el consumismo moderno se abría paso con fuerza, en América y el
mundo. Fue un final complejo, de una época en la historia de la sociedad
tradicional puneña.
La migración del campo a la ciudad, como fenómeno
económico social, está relacionada directamente con la movilización de la
fuerza de trabajo, cuya importancia radica en los efectos directos que tiene
sobre el área de destino.
En el caso puneño no son precisamente el hambre y la
miseria los que inducen a migrar sino lo que se puede encontrar en la sociedad receptora, para mejorar
las condiciones de vida, con los efectos sociales, económicos, culturales y
políticos que de todo ello se derivaron.
Cientos
de pobladores dejan el campo y se trasladan a la ciudad, ello principalmente
por la crisis de la agricultura, los fallidos procesos de la Reforma Agraria y
de otro lado el atractivo que significaba el comercio en la ciudad,
específicamente en la calle Lima. Un gran número de ciudadanos que producen
bienes y servicios abandonan sus lugares de origen sin que sus actividades
estuviesen reconocidas, estructuradas o
reglamentadas por las autoridades públicas.
Se
produce la inserción del inmigrante al comercio informal y es vista como una
respuesta popular espontánea y creativa ante la incapacidad estatal para
satisfacer las aspiraciones.
La
presión social, económica y política que ejercían en la calle Lima, las
familias notables, los comerciantes nacionales y de los comerciantes
extranjeros, van disminuyendo.
El
fenómeno migratorio del campo a la ciudad, y consecuentemente, los efectos
directos generados por la presencia de los migrantes dan paso a la nueva y
verdadera sociedad que en forma espontáneamente se viene restituyendo, dando
lugar a que en la calle Lima se insinúe el cambio de propietarios de los
establecimientos comerciales y de las propias viviendas, se empezó a instaurar
una nueva política de nombramiento de las autoridades. Se hace presente la
xenofobia al inmigrante rural.
La
fisonomía social de la ciudad viene cambiando, en una tendencia irreversible
viene, recuperando su propio rostro el de una sociedad nativa originaria de una
cultura milenaria impuesta como herencia.
UNESCO
1982, "No se puede negar que ei patrimonio cultural es nuestro legado del
pasado, del que disfrutamos hoy y que pasamos a las futuras generaciones,
siendo nuestra herencia cultural y natural, fuentes irremplazables de vida e
inspiración".
Se
observa que la calle Lima viene rescatando su verdadera identidad única y
diferenciada del espacio histórico social y cultural.
EL
CINE COLON
Escribe:
Arqto. Francisco Osorio Cárdenas
Año
1942, mi Sr. Padre trabajaba para una empresa establecida en la ciudad del
Cusco de propiedad de un ciudadano de apellido Italiano llamado Juan Lomellini.
Este señor tenía dos fábricas de telas y frazadas "La Estrella" y
"Huascar" y también era propietario de un cine llamado "Cine
Colon".
Por
encargo de Don Juan Lomellini, enviaron a mi padre a la ciudad de Puno para que
buscara un local o terreno para la instalación de una tienda sucursal de las
existentes en la ciudad del Cusco,
encontrándose
un lugar aparente en la calle Lima, frente a la mismísima Plaza de Armas. Por
las inmediaciones vivía en ese entonces el Dr. Rivera del Mar, junto a la
Librería del señor Illa, y otros conocidos vecinos, como la casa Ojeda, Casa
Parodi, casa Secchi, casa Beroldo, Burgos, Heresi , y otros. En esa época todas
las calles de la ciudad eran empedradas y por fin, en la calle Lima se
iniciaron los trabajos de pavimentación.
Esta
calle principal, con el tiempo se convirtió en una arteria netamente comercial.
Me
acuerdo que yo lo acompañé a mi padre a visitar el lugar que era una casa
antigua de dos pisos en la misma esquina de las Calles Lima y Deústua y por
encargo del señor Lomellini se compró esta casa de regular tamaño en su
interior para demolerla y construir una gran tienda comercial e integrarla con
la construcción de un cine, aprovechando que estaba en un sitio ideal frente a
la Plaza de Armas y la Catedral. Dicho espacio libre servía para el disfrute
del público en general. No tengo conocimiento exacto cuando se iniciaron los
respectivos trabajos pero si la obra se construyó con adobes de barro de
arcilla y yo veía como mezclaban con paja brava para darle la consistencia
tradicional en la zona. El tamaño de cada adobe era aproximado 0.80 cm. por
0.40 cm. La construcción conforme avanzaba se veía imponente e importante para
ese entonces. Se construyó de dos pisos con puertas anchas para el ingreso del
público a la tienda y al centro quedaba el ingreso al hall de boletería e
ingreso a la sala principal del "Cine Colón" (el mismo nombre del que
había en la ciudad del Cusco).
Los
muros del cine eran de adobe, doble ancho que le daba estabilidad al gran
espacio del local y para cubrir el techo colocaron tijerales de troncos de
eucalipto, en la cubierta calaminas de zinc. Para darle una buena visión a las
escenas del proscenio, donde se ubicaba el ecran, hizo excavar dejando en
pendiente la ubicación de las butacas en el centro y los costados laterales.
Contaba con una galería cuyo ingreso era por la calle Deústua, con sus
servicios higiénicos y boletería independientes,
respecto a la platea. Se contaba con espacios libres fuera del edificio como
salidas de escape.
Cuando
se inauguró el cine, comenzaron a pasar películas en castellano que gustaba
mucho al público, especialmente mejicanas, argentinas, españolas y los domingos
eran películas americanas los sábados eran las famosas seriales. Cuando
llegaban los carnavales la gente se divertía con serpentinas, mixtura y con los
famosos chisguetes perfumados de eter.
Por
decisión de mis padres estudie mi primaria y secundaria en el colegio
particular San Ambrosio de los padres americanos Maryknoll, mi hermana mayor
Aída, en el colegio Santa Rosa y mi hermano intermedio Hugo primaria en San
Carlos y secundaria en San Ambrosio, siendo becado, se fue a Usa y Canadá luego
estuvo en Puno como director del Cultural Peruano Norteamericano.
Por
motivo de estudios tuve que dejar a mi familia el año 1958 y a partir de esa
fecha no supe más del funcionamiento de estos locales hasta que mis padres
renunciaron a este trabajo mudándose a Lima por motivo de salud, cerraron el
cine y la tienda comercial. Me enteré que lo habían declarado monumento
histórico y cuyo local ha sido ocupado por el Banco de la Reserva hasta la
fecha. <>
jueves, 13 de enero de 2022
ANALIZANDO LA COYUNTURA POLITICA
“PEDRO CASTILLO
NO SABE GOBERNAR”
Escribe: Carlos Angulo Rivas
La hostilidad furiosa de una facción de la oposición en
el Congreso, de los sectores empresariales y los medios de comunicación
monopólicos contra el presidente Pedro Castillo no tiene cuando acabar. Todos
ellos no lo aceptan ni lo han aceptado en sus casi seis meses de gobierno.
Estas camarillas articuladas se sobrepasan y llegan al insulto cotidiano sin
medida ni clemencia porque todo vale en la carrera de cumplir la consigna de la
destitución o vacancia presidencial por “incapacidad moral” para colocar en la
presidencia a una persona de su cofradía, a un Sagasti, por ejemplo. Se
cansaron de llamarle “terruco” comunista, chavista, castrista, pro senderista;
y como estas “descalificaciones” no pegaban, se fueron por catalogarlo de
“incapaz” “ignorante” “torpe” “rústico” “burro que no sabe donde está parado” y
“sujeto que no da la talla” etc. La demolición continúa de manera bochornosa
creando escándalos sacados de la manga para terminar llamándole corrupto sin
tener pruebas fidedignas. La arremetida es cruel, despiadada y virulenta.
Es realmente repulsivo ver la acción de estos grupos
opositores conspirando, siendo su única misión terminar con Pedro Castillo
porque como repiten al cansancio “no sabe gobernar” claro está como ellos
quisieran. Lo más importante no es saber gobernar, eso se aprende, porque la
verdad en el país nadie supo hacerlo. Ni Fujimori, ni Toledo, ni García, ni
Humala, ni Kuczynski, ni Vizcarra, y menos el vendedor de humo Sagasti; de lo
contrario no estaríamos como estamos, es decir, hasta las patas. Ni se estaría
pidiendo a gritos el CAMBIO político, económico y social y NO a la continuidad
del brutal modelo neo-liberal. Al final, lo mas valioso es la intencionalidad
política de trabajar desde el gobierno a favor de las mayorías empobrecidas,
los trabajadores y campesinos. Aquí los periodistas honestos deben ayudar a
construir una nación próspera acogiendo las iniciativas de transformación
programática, haciendo frente a la saña maligna de destruir por destruir de los
medios de comunicación monopólicos, eco de los políticos mafiosos y de los
sectores empresariales corruptos; usando "periodistas" que no se
cansan de fregar la paciencia todos los días de manera insidiosa malévola y
mentirosa.
En lo fundamental nos preguntamos ¿fueron mejores los
supuestos inteligentes, doctos, hábiles, desenvueltos, profesionales,
instruidos y especialistas? La historia reciente nos demuestra que de ninguna
manera. Alberto Fujimori y sus huestes de “expertos” con Vladimiro Montesinos a
la cabeza dejaron un Estado corrupto y perverso, favorable a los ladrones y
saqueadores, ellos y los generales de la Fuerza Armada que los secundaron están
presos por delincuentes y criminales; Alejandro Toledo y su equipo técnico se
levantaron en peso medio Perú y acaban de confiscarle a este ex presidente
cinco propiedades y seis y medio millones de dólares, estando lista traída de
Estados Unidos para meterlo preso. Ni qué hablar de Alan García, ladrón
contumaz y genocida junto a la mafia aprista de Mantilla, Alva Castro, Garrido
Lecca, Del Castillo, Mulder, Velásquez Quesquén, etc.; de su primer gobierno
tuvo la habilidad de sobornar a jueces supremos para que sus latrocinios
“prescribieran” y de su segundo gobierno tenemos sus caballerosos tratos con el
club de la construcción y su íntimo “Pepe” Graña Miro Quesada, los negociados
de Collique, el tren eléctrico con Baratta y Marcelo Odebrecht, etc y su
extraño suicidio para no ir preso; Ollanta Humala y Nadine Heredia acusados por
actos de corrupción y enriquecimiento ilícito (Odebrecht). El inefable Pedro
Pablo Kuczynski y su equipo de tecnócratas ladrones y traidores entreguistas
desde el primer gobierno de Belaúnde, y luego con Toledo y él mismo por lo que
está con arresto domiciliario; Martín Vizcarra alias el “lagarto” con sus
negociados en Moquegua, Chincheros y cuando presidente destituido e
inhabilitado por corrupto y ladrón; finalmente, el Interino Sagasti con las
compras de vacunas, los bonos de emprestitos a cien años, la firma del
inconstitucional proyecto minero de Tambo Grande en Piura, y la firma a
escondidas de renovación de las concesiones ferroviarias con “Porky” López
Aliaga.
Está bastante claro que las elites desplazadas del
Estado putrefacto, donde se revolcaban complacidas, apostaron por la jefe del
crimen organizado en el país Keiko Fujimori con la finalidad de seguir
usufructuando del dinero fácil. En consecuencia, con sangre en el ojo por el
triunfo de Perú Libre y Pedro Castillo añoran recuperar el regimen de la
inmoralidad de los ex presidentes citados; y para tal propósito se valen de las
artimañas “legales” y las calumnias propaladas por una prensa basura a su
servicio, la misma que ha llegado a la ignominia del deshonor por un puñado de
billetes. Encima cuentan con un aparato del Estado colmado de organismos afines
a la corrupción y repleto de funcionarios rastreros, indignos y serviles,
herencia de los regímenes anteriores. Este primer gobierno de izquierda está,
pues, en un aparente callejón sin salida acosado por todos los flancos a la luz
de la conjura planificada de un Golpe de Estado disfrazado de legalidad, cuyo
objetivo es acabar de una buena vez con Castillo, Perú Libre y la izquierda en
su conjunto. Paso a paso la derecha de la mano de la MAFIA fujimorista prepara
su regreso para volver a coger la manija del Estado y restablecer a plenitud la
vigencia del continuísmo.
Sólo la población organizada en respaldo de Pedro
Castillo y el gobierno de Perú Libre y aliados puede resistir y afrontar esta
salvaje embestida de una guerra declarada por la DERECHA en defensa de sus
privilegios, los robos al Estado, el saqueo de los recursos naturales, la
corrupción y la impunidad.
_________________________________________________
LIBERTADES DE EXPRESIÓN E INFORMACIÓN, Y SUS LÍMITES
Por Jorge Rendón Vásquez
Cada vez que un periódico o un periodista son demandados por
la difusión de hechos o conceptos que afectan a alguna persona, sacan a
relucir, como medio de defensa, las libertades de expresión e información, casi
siempre en términos difusos y atribuyéndoles la ininpugnabilidad de una patente
de corso. Es muy raro, sin embargo, que condenen a alguien de la prensa grande.
Las pocas sentencias recaen sobre periodistas de la prensa chica o
independientes (free-lances).
Hace ya muchas décadas un periodista, que alquilaba un
espacio radial en Lima, se dedicaba a denunciar a determinadas personas imputándoles
ciertos hechos con cuya difusión pretendía desprestigiarlas. Se dijo entonces
que le pagaban por esos ataques y también que los agraviados arreglaban con él
su silencio subsiguiente. Sus numerosos oyentes alimentaban su intelecto con
esos chismes que comentaban profusamente con parientes y amigos, y, por
supuesto, las autoridades nunca miraban hacia ese lado.
Antes y después, la crítica política por los medios de
prensa, siguiendo un camino parecido al de ese periodista radial, ha tenido por
regla execrar a determinados personajes adversarios del establishment,
publicando cuanto pueden averiguar, deducir o imaginar de su vida pública y
privada.
Las libertades de expresión e información son derechos de
las personas constitutivos de la democracia y del Estado de Derecho. La
libertad de prensa fue registrada por vez primera en la Declaración de Derechos
de Virginia (Estados Unidos), de junio de 1776, “como uno de los grandes
baluartes de la libertad” (art. XII). Con mayor precisión, la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano, de la Revolución Francesa de 1789, la
consagró con el siguiente texto: “La libre comunicación de los pensamientos y
de las opiniones es uno de los derechos más valiosos del hombre; todo ciudadano
puede por tanto hablar, escribir, e imprimir libremente, sin perjuicio de
responder por el abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley.”
(art. 11º). Con términos semejantes, estos derechos se reprodujeron en las
constituciones políticas democráticas y en las declaraciones universales de
derechos.
La libre comunicación de los pensamientos y opiniones no es absoluta, sin embargo; tiene límites legales y fácticos.
Los legales surgen de la misma estructura de los derechos
fundamentales de las personas que no deben ser afectados. “La libertad –dice la
Declaración de los Derechos del hombre y del Ciudadano– consiste en poder hacer
todo lo que no dañe a otro: así el ejercicio de los derechos naturales de cada
hombre no tiene otros límites que los que aseguran a los demás miembros de la
sociedad el goce de estos mismos derechos.” (art. 4º).
Por lo tanto, la libertad de información y de prensa no debe
dañar ni vulnerar los derechos de las personas. Esto quiere decir que se debe
respetar a la persona humana y a su dignidad, su honor y buena reputación y su
intimidad personal y familiar; que no se le debe discriminar por su origen,
raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier otra
índole; que no se debe afectar su identidad étnica y cultural ni la presunción
de su inocencia; y, asimismo, que no se debe atentar contra los otros derechos
reconocidos por la Constitución.
La nuestra dice: “Toda persona afectada por afirmaciones
inexactas o agraviada en cualquier medio de comunicación social tiene derecho a
que este se rectifique en forma gratuita inmediata y proporcional, sin
perjuicio de las responsabilidades de ley.” (art. 2º-7).
Vale decir que no basta decir la verdad, una obligación
esencial de los medios de comunicación social; además, no se debe agraviar a
las personas. Estos medios y quienes trabajan en ellos no están exceptuados de
los artículos del Código Penal que reprimen la difamación, la injuria y la
calumnia, incluso si repiten las afirmaciones de otros o de publicaciones
precedentes.
Los límites fácticos de la libertad de expresión y
comunicación social están dados por la libertad de empresa y la contratación
laboral. Esta libertad es, en realidad, privativa de los dueños de los medios
de comunicación social; no de los periodistas contratados para las tareas de
recolección de la información, redacción, dibujo, tratamiento de texto,
programación y otras labores conexas. El periodista contratado debe atenerse a
los términos del contrato de trabajo que tiene como ejes el poder de dirección del
empleador y la correspondiente obligación de obedecer del trabajador. Esto
quiere decir que el periodista y otros trabajadores de la prensa no pueden
decir lo que deseen, sino sólo lo que se les ha ordenado, a condición, se
sobreentiende, de que los textos a difundir no violenten la ley. Si
infringieran esta obligación podrían ser despedidos por falta grave (Decreto
Legislativo 728, art. 25º-a, b, d). En otros países la situación es similar
(por ejemplo en Francia y en Italia [i]). Así resulta que en los
periódicos de derecha, los periodistas no pueden emitir opiniones de izquierda,
ni en los de izquierda criterios de derecha.
Si el periodista entiende que la libertad de expresión y de
prensa le pertenece debe manifestarlo antes de ser contratado. Es casi seguro,
sin embargo, de que si opusiera reparos a esta condición, no lo contratarían o
no le publicarían sus artículos. Tal la razón de que en los periódicos, la TV y
la radio, tanto la información de las noticias como las opiniones críticas,
firmadas o no, expongan los deseos de sus propietarios, puesto que son estos
los titulares de la libertad de expresión y de prensa. Lamentablemente, los
periodistas son convertidos así en mercenarios de la prensa y muchos se someten
a esta manera de ser, sobre todo, si es su fuente profesional de ingresos[ii]. Es evidente que un contrato de trabajo o de
edición sería nulo si en él se estipulase que el periodista se obliga a
escribir o publicar artículos o material que no digan la verdad o que agravien
a determinadas personas a voluntad del propietario del medio de prensa. Sería
lo mismo que si otro profesional o trabajador se comprometiera a producir
mercancías dañinas o sin las características ofrecidas. En tales casos, sin
embargo, las infracciones a la ley no se documentan; quedan implícitas como
convenios tácitos que no dejan de ser nulas, aunque los periodistas las acaten
por necesidad o conveniencia. Si un periodista digno rehusase obedecer una
orden del propietario del medio de prensa que transgrediese una ley o faltase a
la verdad, no cometería falta grave y no podría ser despedido válidamente por
ello, puesto que esa orden sería nula.
El poder enorme que
la prensa tiene, manejando la información y la crítica, procede de su capacidad
de influir en la mente de la mayor parte de personas. Es un proceso semejante
al de la propaganda comercial que se vale de la difusión de las virtudes,
ciertas o pretendidamente ciertas, de las mercancías, para inducir su consumo.
En el caso de la información y la crítica de la prensa, los
destinatarios son los ciudadanos y su mercancía es la
instilación en las mentes de estos de determinadas opiniones y preferencias
políticas. Es un procedimiento de alienación de la opinión pública para que
esta crea que lo que ellos dicen es la verdad, que los buenos son los que ellos
santifican y los malos los que vituperan, que los únicos literatos y
científicos son los que ellos entrevistan o aparecen en sus páginas y los demás
no existen.
La difusión de noticias y opiniones por Internet los ha
neutralizado bastante y ha abierto un campo cada vez más extenso de expresión
para las personas que quieren decir lo que piensan o saben o mostrar sus
habilidades.
Por la importancia de los medios de prensa, se ha limitado su
concentración. Lo hace la Constitución peruana, aunque en términos imprecisos
(art. 61º), y la Ley de Organizaciones Políticas, 28094, ha sido modificada
(por la ley 31046 de setiembre de 2020) para regular la franja electoral de
manera de darles a los partidos políticos cierta equidad en los espacios de
radio y TV (art. 38º) y en la publicidad contratada (art. 39º).
Estas disposiciones no han podido impedir, sin embargo, que
en la reciente campaña electoral los propietarios de los medios de prensa
escrita y hablada hayan intervenido abiertamente, favoreciendo a los candidatos
de su preferencia y denostando a los demás y, en particular, al maestro de
escuela y al partido que lo postuló, y que su campaña demoledora continúe,
acumulando inexactitudes, falsedades y agravios y dirigiendo sus reflectores a
la vida privada de las personas que tienen en la mira. Este comportamiento
agresivo tiende a constituir un nuevo ilícito penal que podría denominarse
acoso periodístico.
Es evidente que el cuadro legal de base de los medios de
prensa es insuficiente y que será necesario que en la próxima Constitución
política de nuestro país se incorporen disposiciones que prescriban claramente un
porcentaje máximo de concentración de los medios de prensa, cualesquiera que
sean, no superior al 30%, su obligación de decir la verdad y su responsabilidad
por sus hechos ilícitos.
(Comentos, 12/1/2022)
________________________
[i]
En Francia, Code du Travail
Dalloz, L.122.6, Faute grave, 1, 34; y en Italia, Statuto dei Laboratori,
art. 1, en Commentario breve alle Leggi sul Lavoro por Mario Grandi y
Giuseppe Pera, CEDAM, 1996, pág. 453, 4.
[ii]
En mi relato Un proletario como
otro cualquiera trato de un periodista con un pasado de izquierda que
trabajaba en un diario de la Capital; mi libro Una ráfaga de amable brisa,
Lima, Tárpuy, 2015.