El pasado viernes 2 el Presidente Ollanta Humala estuvo en Puno y habló en Umachiri. Por primera vez, desde que fue electo, se dirigió a la audiencia regional en torno a los problemas de Puno, en medio del calor campesino, especialmente de quechuas, provenientes de las comunidades de Cupi, Llalli, Macarí y otras cercanas pertenecientes a la Provincia de Melgar. Más tarde hizo lo propio en Tirapata
Su mensaje fue claro y contundente y podemos centrarlo en la exposición de las siguientes ideas:
· Se trabajará en incluir a las áreas más pobres de Puno en todos los programas sociales que se emprendan, en especial los dirigidos a proteger a niños de la primera infancia y adultos mayores de 65 años.
· Se propiciarán proyectos productivos, por cuanto la pobreza no se supera sólo con proyectos sociales. Señaló que: “… vamos a crear programas de segunda generación, productivos, más que asistencialistas. Vamos a crear la oportunidad de que podamos, a base de trabajo productivo lograr el desarrollo. Este es nuestro compromiso…”.
· Que para Puno eso significa que “… una de las primeras acciones será trabajar en sistemas de riego tecnificado para mejorar los pastos, el ganado y la calidad de los productos lácteos…”
· También señaló que “… los recursos naturales son importantes, pero sin educación no habrá cómo hacer que esos recursos se conviertan en desarrollo…”
Fue un discurso de extraordinario valor regional. La impresión general es que el Presidente tiene claro de cómo sacar de la pobreza a cientos de miles de puneños y que en ello se va la posibilidad de dar tranquilidad y progreso a la región sur del país.
Y AHORA ¿DÓNDE ESTAN LOS PROYECTOS?
Hace apenas unas semanas destacábamos el riesgo de que el peso de los proyectos sociales opacara el de los productivos, subrayando que la pobreza sólo se supera con más producción. El Presidente Humala opina lo mismo. Todo lo cual es una buena noticia. Pero bueno, se trata de seguir avanzando. Ahora la tarea es instrumentar esa política y para ello lo más importante es presentar los proyectos a desarrollar.
¿Quién tiene esos proyectos?. ¿De qué tratan?, ¿Cuánto valen? a ¿quiénes favorece por su localización y operatividad?, etc. Por lo que conozco lo que existen son pequeños proyectos de cambio tecnológico. El “Gran Proyecto Puno” para trabajar 150 mil hectáreas tecnificadas, con nueva ganadería y que estaría por el orden de los 400 millones de dólares, apenas es un enunciado, no existiendo documento a firme. El otro gran proyecto de Granjas intensivas, tecnificadas, en las orillas del Lago Titicaca, con propósitos ganaderos, es también otro enunciado y que demandaría otros 300 millones de dólares, sobre lo cual tampoco hay proyecto avanzado.
Pueden haber otras muchas iniciativas, tanto mineras como pesqueras, hidroenergéticos, etc. etc. Pero si sólo hiciésemos los dos proyectos rurales mencionados, Puno sería otro y estaríamos en la ruta de solucionar la pobreza. Es decir, inicialmente, deberíamos crear una nueva base económica regional, a través de una nueva ganadería. Desafortunadamente, Puno no está instrumentando nada de gran trascendencia, pese a que proyectos de sustitución de pasturas, como los de CARITAS y el PELT, son un éxito promisorio (ya van por 15 mil hectáreas de pastos cultivados).
Todo depende ahora de las autoridades regionales. Se debe dedicar un pequeño porcentaje del gasto regional a estudios de pre inversión de estos grandes proyectos y luego pedir el endeudamiento nacional para financiar su ejecución. Mientras tanto la buena voluntad presidencial se puede diluir en pequeñas iniciativas, incapaces de insuflar optimismo y plantear las ambiciosas nuevas rutas que el desarrollo regional de Puno necesita. Arequipa tiene Majes; Ancash Chinecas; La Libertad Chavimochic; Lambayeque Olmos ¿y Puno? ¡ Nada!. Es hora de hacer algo.
(*) verajuanjose@hotmail.com Director Técnico de la Asociación Kausa
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