domingo, 7 de abril de 2013

Noticias de Puno



NOTIPUNO7ABR2013
ALPACA YA ES SÍMBOLO DE LA REGIÓN ALTIPLÁNICA
Correo Puno 06 abril 2013 .- La alpaca fue declarada como representativa, típica y ancestral de la región Puno, tras la promulgación de la ordenanza regional número 905 por el presidente del Gobierno Regional de Puno, Mauricio Rodríguez Rodríguez, también publicada en el diario oficial El Peruano.
Asimismo se declaró de prioridad e interés regional la implementación de políticas regionales de promoción para la crianza de alpacas de la región Puno, mediante proyectos que permitan fomentar la producción, mejoramiento y preservación de la biodiversidad genética de la alpaca.
El proyecto de la ordenanza regional fue formulado por el consejero de la provincia de Carabaya, Martín Alemán Vilca, en sesión de consejo regional realizada el 7 de marzo del 2013. En esta sesión los consejeros regionales aprobaron la propuesta por unanimidad.
Tras esta promulgación, el Gobierno Regional de Puno deberá implementar esta ordenanza regional en un plazo de 60 días, mediante un decreto regional.
PROYECTO. El director ejecutivo del Proyecto Especial de Camélidos Sudamericanos (PECSA), Higinio Porto Huasco, informó que actualmente se viene elaborando una propuesta denominada "Cadena Productiva de Comercialización de Fibra de Alpaca", que se encuentra en la etapa de factibilidad.
Según el funcionario, este proyecto contará con una asignación presupuestal de 48 a 50 millones de nuevos soles.
"Es necesaria la implementación de políticas y planes para el mejoramiento genético de la alpaca en Puno, por eso actualmente se viene elaborando un proyecto para este sector", expresó Porto Huasco.
Otro de los factores que se deberá tener en cuenta es que cada uno de los distritos debe garantizar 300 hectáreas de terreno para la implementación del centro de mejoramiento genético de la alpaca en la región Puno.
HAY 4 POSTORES PARA GASODUCTO SUR PERUANO
Correo Puno 06 abril 2013.- Cuatro empresas han adquirido hasta la fecha las bases para participar del proceso de licitación para la concesión de la construcción, operación y mantenimiento del proyectado Gasoducto Sur Peruano, informó ProInversión.
Se dijo que el 27 de setiembre próximo ProInversión deberá recibir los sobres 2 y 3 de parte de los postores que precalifiquen para competir en la licitación para concesionar.
El cronograma establece que la apertura del sobre N° 3 y el consiguiente otorgamiento de la buena pro, se adjudique el 7 de octubre del año en curso. Empero, según medios nacionales, aún no se ha definido la fecha de cierre del concurso, tras lo cual se debería firmar el contrato de concesión.
CRONOGRAMA. De acuerdo al referido cronograma, el 28 de agosto próximo las empresas interesadas deberán hacer la presentación del Sobre N° 1, con lo cual se determinará si cumplen los requisitos para ser consideradas como postores calificados.
Según informó Gestión, en esa misma fecha vence el plazo para integrar los consorcios que pretendan participar en esta licitación, o determinar cambios en la composición de interesados calificados, o para que un integrante de un consorcio interesado calificado decida retirarse del proceso.
Posteriormente, el 17 de setiembre ProInversión deberá anunciar qué postores han sido los que resultaron calificados.
El Ministerio de Energía y Minas había señalado que Kuntur, concesionario del proyecto del Gasoducto Sur Peruano (que quedó suspendido por falta de financiamiento) también ha expresado su deseo de participar en esta licitación.

                                               

CONTAMINACION: EL MAS GRAVE PROBLEMA EN PUNO



Contaminación en Ramis y Suches: “Mecidas” de diálogo de la PCM
Escribe: Pablo Najarro Carnero
LOS ANDES 7ABR13
Después de una lucha de años, el año 2007, las comunidades afectadas por la contaminación de la minería informal de la provincia de Azángaro, logran que el gobierno de García emita el 3 de julio de dicho año, el Decreto Supremo Nº 034-2007-EM, que aprueba el “Plan de Acción dirigido a lograr la recuperación de la Cuenca Río Ramis”.
Después de nuevos reclamos, el año 2011, el gobierno emite el Decreto de Urgencia 028 que tenía como prioridad la recuperación ambiental de la cuenca del río Ramis y el río Suches. Después de estos documentos declaratorios, y muchos más posteriores que dicen que “declaran de interés” el tema y proponen estudios, financiamiento, responsables y quienes la supervisan, han pasado ya seis largos años y no hay hasta ahora nada.
Cada reunión propiciada por la PCM o por el MINEM, no han sido nada más que reuniones para darle largas al asunto y mantenerlos tranquilos, pero sin soluciones visibles y reales al problema de años. De verdad que duele que el gobierno, más aún un gobierno llamado “nacionalista” como el de nuestro actual presidente Comandante Ollanta Humala, continúe con la burla de siempre. Nada cambió con su llegada.
Veo con mucha pena que la hoy Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (de la minería), antes Oficina de Gestión de Conflictos Sociales, sigue con las “mecidas” (mesas) de diálogo de siempre. Lo más penoso es que dicha oficina dice que en para la próxima reunión (dicen) del Consejo de Ministros aquí en Puno, que “los proyectos para la remediación de las cuencas Ramis y Suches deben ser incluidos en la agenda que el Gobierno regional debe estar preparando para el próximo consejo de ministros que se realizará en Puno”.
La verdad es que los proyectos fueron presentados ya en el 2011. Es verdad que muchos de ellos no cumplían el fin primigenio que era la remediación, es verdad que muchos de ellos no se ajustaban al SNIP. Eso lo sabían los funcionarios de Minas, Agricultura y Vivienda y los mismos alcaldes de la zona. Lo malo, por el lado de los afectados, era que los proyectados estuvieron mal elaborados, técnicamente hablando.
En muchos casos fueron elaborados sin razones válidas que los sustenten y por otra, era una burla lo pedido. Recuerdo, por mencionar un caso, una instalación de agua potable donde las casas eran distantes por más de cien metros, en una zona de población dispersa.
Por otra, del lado del gobierno, la idea era ayudar a que dichos proyectos tengan viabilidad y sean
técnicamente elaborados, por ello, estando en la PCM se promovió que se abrieran aquí en Puno oficinas del MEF llamadas ConectaMef cuyo fin era justamente ayudar a las autoridades y técnicos a superar las dificultades para la viabilidad de los proyectos. La idea era que las autoridades no tuvieran que viajar a cada nada a Lima al MEF para subsanar observaciones a sus proyectos. Esta oficina ya funciona desde el año pasado aquí en Puno. Y la solución no llega, llegan las excusas y los validos del gobierno a prolongar la esperanza. Lo cierto es que por un lado, para este
año no habrá presupuesto, el mismo ya fue programado y planificado el año pasado.
Como saben los que mueven gasto público, las partidas presupuestales para este año 2013 ya se definieron en octubre del año pasado. Nada se podrá mover hasta inicios del 2014. Desde el 2011, muchos proyectos se direccionaron hacia los ministerios relacionados como Vivienda, Agricultura y Minas. El tema agricultura se lo reenvió hacia el PELT, que como sabemos es un mal ejecutor de proyectos aquí en Puno y que durante tantos años no ha significado nada para el mejoramiento del tema agua y agricultura.
El problema de fondo, como me lo decía un experto en el tema, es político. Si de verdad se quiere solucionar el problema, la PCM a través del MEF puede asignar un monto destinado al cumplimiento de dichos decretos y resoluciones. Pero no hay interés político en solucionar el problema y evitar el daño a la población de la zona que por años viene siendo afectada en cuanto a su producción y salud sobre todo.
El daño de por si es irremediable, quizá por ello el gobierno no quiere hacer nada. Total no son tantos votos que se pierden en una zona de por sí ya devastada. Los congresistas de Puno, bien gracias sobre el tema. Pero para apoyar la construcción de un súper estadio, de un edificio de quince pisos para la universidad, cuya inversión bordea los 72 millones de soles, allí si le ponen ganas. Pan y circo.

Eso si se apoya, porque se trata de una inversión política, el candidato rector y el congresista propulsor de esos fondos, en su momento lo aprovecharán. Mientras, los azangarinos que sigan su vía crucis. Hay que ilusionarlos y dormirlos para que este año no se subleven y sigan esperando con esperanza. Mandan a un “asesor” para que les haga ver que si hay interés. Total, en el cielo verán el paraíso y serán felices. Por otra, la promesa de siempre es que se intervendrá a los mineros informales.
Se anuncia la intervención, esto para que los informales saquen sus super maquinarias a tiempo. La policía y el ejército que deben intervenir, ponen siempre las trabas y objeciones para intervenir. El ejército y recuerdo al general que ahora quiere ser candidato, explicaba el problema logístico de mover a cien hombres, digo yo, si la guerra fuera mañana, dicen que están preparados para ayer, ya fuimos, este ejército no le ha ganado a nadie. Recuerdo al coronel policial de operaciones especiales del MININTER, decía que no se podía intervenir en Ananea “porque allí había mucha población, trata de blancas, etc.” (sic), lo único claro era que confundían Ananea con Rinconada. No conocían la realidad o no querían entrar. La verdad es que chocan con muchos intereses. Ya sabemos cómo nuestro congresista minero informal promovió un decreto para que no se intervenga a la minería informal y contaminante. La muerte sigue. ¿Hasta cuándo?.
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URANIO EN CARABAYA



El uranio que duerme en las alturas
En la meseta de Macusani, Puno, existen enormes reservas de uranio y ya se anuncia la posibilidad de que contemos con la primera compañía que explote ese mineral. Domingo llegó hasta el lugar para conocer de cerca cómo avanza esta exploración.
Texto: Raúl Mendoza.
En LA REPUBLICA 7 de abril de 2013. Suplemento DOMINGO pp. 8 a 10
El ingeniero Yony Enríquez pasa un espectómetro por encima de una formación rocosa de tono amarillo mostaza. El instrumento suena de inmediato. Por momentos emite un sonido como el de un silbato y por otros como el de una radio cuando alguien trata de sintonizar una emisora. El terreno tiene presencia de uranio a nivel superficial y el aparato marca un alto nivel de radiación. En el lugar incluso se puede ver una línea de color marrón rojizo que avanza entre las piedras y se hunde en el subsuelo. “Eso puede ser una veta”, dice Enríquez, casco blanco, lentes oscuros y bloqueador en el rostro para evitar otro tipo de radiación: la solar.
El Sol brilla fuerte, pero sopla un viento helado y el frío se cuela a través de las manos y los pies. Estamos a 4.300 metros de altura, en el área de Chilcuno Chico, meseta de Macusani, provincia de Carabaya, Puno. En esta zona, rodeada por montañas que lucen caprichosas formaciones rocosas, la empresa Global Gold –subsidiaria de la canadiense Macusani Yellowcake– realiza labores de exploración para verificar cuánto uranio existe y a qué nivel se encuentra. Una cosa es segura: esta meseta puneña guarda las más grandes reservas de uranio de todo el país.
Eso explica la presencia de uno de los campamentos de perforación de la empresa –tiene dos más– en la inmensidad de la pampa altiplánica. Con taladros que funcionan con tubos de 3 metros de largo y que se van acoplando, los obreros hacen pequeños hoyos en distintos lugares y extraen muestras del terreno a distintas profundidades. La punta perforante llega a 200, 250 metros y trae pequeños ‘testigos’ del terreno. Esas muestras son enviadas a un laboratorio para su análisis químico y con esos datos se verifica la riqueza o no de la zona explorada. En el área de Chilcuno Chico, el uranio puede estar a 100 o 200 metros bajo el suelo.
-¿Estas muestras que acaban de extraer tienen alto nivel de radiación?– preguntamos, mientras observamos varios ‘testigos’ en unos contenedores azules.
–No. Tienen niveles normales. Aquí indica niveles de 200, 300, que no son peligrosos– contesta el ingeniero Enriquez con el espectómetro en la mano.
A pesar de ello todos los trabajadores que participan de la exploración tienen que llevar adheridos a sus trajes unos aparatitos llamados ‘dosímetros’, que miden el nivel de radiación al que puede estar expuesto cada trabajador. Cada fin de mes, los dosímetros se llevan a Lima para hacer la medición y les envían nuevos. Por ahora los niveles encontrados no han sido altos.
El trabajo en estas zonas alejadas de Puno no es fácil: a esa altura hay poco oxígeno y en las noches las temperaturas pueden descender a varios grados bajo cero. A lo lejos, incluso se pueden ver algunos nevados.
Lo llamativo es que aquí el uranio está por todos lados: en las tierras de cultivo de las comunidades cercanas, en los pastos que crecen en los cerros y hasta en el material arcilloso con que los pobladores construyen sus casas. Se puede identificar por el tono amarillento que presenta. Se dice que hasta las papas que cosechan los comuneros “salen con uranio” en toda la zona de Macusani. Desde siempre los comuneros han convivido con él mineral. En su forma natural este material no es peligroso para la salud y los niveles de radiación “son bajos”, según los especialistas del Instituto Peruano de Energía Nuclear.
La empresa canadiense Macusani Yellowcake, a través de Global Gold en el Perú, ha realizado exploraciones en esta zona lejana desde el año 2007. No es la única empresa que hace estudios en el lugar pero podría ser la primera minera que explote uranio en el Perú y la segunda en América Latina. Parecen decididos a hacerlo: concluirán un estudio de factibilidad en junio próximo y presentarían su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) a mediados de 2014. Sus estudios señalan que en los terrenos dentro de su concesión podría haber un volumen superior a las 30 mil toneladas, lo suficiente como para pasar a la etapa de explotación.
Vivir con el uranio
Los pobladores de las comunidades pertenecientes al distrito de Macusani saben desde hace varias décadas que donde viven hay uranio. En los años 80, expertos del IPEN llegaron hasta aquí para realizar investigaciones y calcularon la existencia de unas 30 mil toneladas, con un horizonte a futuro de hasta 200 mil toneladas. En los años siguientes, algunos mineros informales se aventuraron a extraer el uranio, pero la actividad no prosperó porque el mineral no tenía un destino preciso. Ahora, con las concesiones dadas por el Estado y la presencia de las compañías que hacen exploración, esa situación ya no ocurre.
Son varias las comunidades que están dentro de la zona de influencia de las operaciones actuales. Martín Yacsa, 43 años, vicepresidente de la comunidad de Isivilla, cuenta que ellos aprobaron firmar un acuerdo con Global Gold con la condición de que las exploraciones no afecten los pastos y terrenos, y que se remedie la superficie que haya sido removida. También han conseguido que la empresa se comprometa a financiar parte de la construcción de un recinto ferial donde planean hacer festivales de camélidos, artesanía, productos agrícolas y platos típicos. En el local municipal del pueblo puede verse la maqueta de la futura construcción.
Corani, otra comunidad cercana, logró mediante un convenio con la misma empresa que se les construya una carretera que los comunica con otros pueblos. En Tantamaco la población ha pedido ayuda económica para hacer mejoras urbanas, y apoyo con médicos y medicinas. Les han cumplido el pedido. Aquí encontramos hace unos días a Filomena Pacco con un saco de papas nativas, al lado de su chacra. Se ríe cuando le preguntamos si los tubérculos tienen uranio. Produce para su consumo, como todos en el pueblo. En general, todas las comunidades de esta zona se dedican al cultivo de papas, ocas, cebada, y a la crianza de alpacas, llamas, ovejas y vacas.
La empresa Global Gold tiene convenios firmados con las tres comunidades mencionadas y está en conversaciones con otras más, como la comunidad de Pacaje. “Queremos tener una relación sana con la población, mantenerlos informados y realizar todas nuestras actividades con su anuencia”, explica José Corzo, responsable de relaciones comunitarias. Las empresas que operan aquí buscan superar la desconfianza que algunos poblados tienen con respecto a la actividad minera. Hay antecedentes: en 2008, por ejemplo, las rondas campesinas de Carabaya se declararon en contra de la explotación de uranio por considerarla peligrosa. Actualmente las concesiones abarcarían alrededor de 1.000 kilómetros cuadrados.
Las empresas apuntan a producir en unos años el óxido de uranio o “torta amarilla”, un producto inicial que todavía no contiene altos niveles de radiación. “Es un concentrado de uranio con valor comercial que en el caso del Perú se podrá exportar como se hace con otros concentrados minerales que producimos. Ese material debe pasar todavía por procesos finos, de alta metalurgia, para convertirse en uranio 235, de alto poder. Eso sólo lo hacen algunos países desarrollados”, explica el geólogo Jacinto Valencia, del IPEN, quien ha realizado estudios en Macusani. Como dice el científico peruano Modesto Montoya “existe un largo trecho tecnológico entre el uranio natural y el combustible propiamente dicho”.  
Interés por el mineral
Desde que el IPEN descubrió el potencial de la meseta de Macusani, el interés de las empresas ha ido en aumento. Hoy además de Global Gold también están operando en esta zona Vena Resources y Fission Energy. “Para los próximos años habrá un aumento de la demanda de uranio porque otros combustibles como el petróleo cada vez son más caros y escasos, además que se considera una energía limpia”, explica Jacinto Valencia. En el mundo también hay más centrales nucleares o eléctricas que lo necesitarán para sus reactores. Otra ventaja es que una sola ‘pastilla’ enriquecida de uranio equivale a una gran cantidad de otros combustibles.
“Países como Estados Unidos, Francia, Japón tienen una gran demanda actual de este tipo de combustible. Y lo mismo ocurrirá muy pronto con China, India y Rusia. El Perú mismo puede potenciar la central nuclear que tiene (Huarangal) y los estudios en el tema nuclear, al convertirse en un país productor de uranio. Hay además otras zonas, en varias regiones, con presencia del mineral”, explica el especialista en técnicas nucleares del IPEN. En el caso peruano, el material se exportaría a plantas de Estados Unidos y Asia.  
En el mundo, unos 20 países tienen reservas superiores a las 50.000 toneladas de uranio. En América Latina, Argentina y Perú son los mayores productores de este mineral. Pero ahora que en unos años nuestro país podría entrar a la producción de “torta amarilla” hay un aspecto sobre el que se ha llamado la atención: no hay normatividad específica para la explotación de uranio en el Perú, se teme que pueda ponerse en peligro cerca de 100 sitios que contienen pinturas rupestres en Macusani y que también se destruyan los bosques de rocas que existen ahí. “Antes de pensar en posibles proyectos de explotación de minerales radioactivos se debe diseñar e implementar regulaciones ambientales específicas para este tipo de minería, comprometiendo al propio IPEN en este esfuerzo”, dice el especialista en temas ambientales José de Echave.
Para Jacinto Valencia, del IPEN, la explotación de uranio en el mundo se realiza con los mayores estándares de seguridad y no hay razón para pensar que eso no pase en el Perú. “Se trata de empresas con experiencia en el tema, con protocolos establecidos y ya probados en otros países. Hay explotación de uranio en Australia, Canadá, Sudáfrica, Argentina. En el Perú puede hacerse, exigiendo que esos estándares se cumplan”, dice. Mientras tanto, las exploraciones continúan en Macusani. Los pobladores esperan –ya sea que se exploten los yacimientos o no– que su forma de vida no se vea afectada. Lo que sí es seguro es que el mineral amarillo seguirá muy presente en la vida de estas comunidades puneñas.

                                                                                                   

martes, 2 de abril de 2013

POR QUÉ LOS LLAMAN "MATACURAS"



BREVE HISTORIA DE HUANCANÉ
Extracto del libro “LA FESTIVIDAD DE LA SANTÍSIMA CRUZ DE HUANCANÉ”, Ediciones APPU, Lima setiembre 2012, pp. 17 a 26, cuyo autor es el sociólogo limeño JORGE LUIS COTRINA ESPINOZA, casado con doña Magdalena Huahuamullu, natural de Rosaspata, Huancané. El Licenciado Cotrina viene investigando desde hace varios años
el siku y el sikuri altiplánico.

Los primeros pueblos en arribar a Huancané estaban conformados por las primitivas poblaciones de cazadores y recolectores que se fueron ubicando en los alrededores del lago Titicaca, ya que allí encontraron condiciones ideales para prosperar: un clima moderado, la vegetación y los animales que la naturaleza les brindaba de manera abundante. En cierto momento aprendieron a domesticar los animales y comenzaron a sembrar los primeros cultivos. Poco a poco se fueron agrupando en hordas y tribus originadas a partir de la creencia en un antepasado común. Los primeros pueblos que poblaron Huancané están inmersos en este proceso universal.
Con el transcurrir de los años fueron creando adaptaciones y respuestas a los desafíos que les imponía la agreste geografía en la cual eligieron vivir, creando cultura y civilización, su idioma, vestimenta, costumbres que los diferenciaba del resto de pueblos del Altiplano.
Se transformaron en señoríos y reinos que años más tarde serían anexados por los incas.
Según el testimonio de José Portugal Catacora, Huancané y su nombre se enmarcan en medio de la leyenda de los últimos años del imperio incaico.
Cuenta la historia que, cuando la corte del Cusco obligó a abdicar a Amaru Inca Yupanqui en favor de su hermano Túpac Yupanqui, lo primero que este hizo fue encarar la solución del problema de la anarquía que se había suscitado en la región noreste del lago por las incursiones e influencias negativas de los chiriguanos. Dispuso que se trasladase a una de las tribus del Chinchasuyo, más leales a la corona, el ayllu de los huancas, pues demostró gran fidelidad al Cusco.
Una vez reunido el Consejo de los Orejones, el inca propuso que el curaca huanca fuera asimilado a la corte imperial como miembro de la familia real, hablando más o menos del siguiente modo:
"Respetados mayores: Recién sabemos que el curaca del gran pueblo huanca ha decidido marchar con su pueblo a la región del Collasuyo para ser fiel guardián de nuestras heredades constantemente amenazadas, y últimamente puestas en grave peligro por los bárbaros chiriguanos. Esta decisión nos reconforta y nos llena del más justo orgullo, al saber que contamos con pueblos de lealtad incondicional; por tanto, es decisión mía ungirlo con el cetro familiar de nuestra estirpe".
Unos días después de aquella memorable asamblea, arribó al Cusco la tribu elegida, siendo recibida con gran júbilo y homenajes de parte del pueblo y la corte. El curaca Huanca y su familia fueron alojados en el palacio de Callcampata. Y su pueblo fue hospedado en los tampus reales.
Tras de muchos días de viaje por quebradas, cordilleras y punas, una tarde serena, llena de quietud y recogimiento, el pueblo huanca arribó a Taraco, donde se hospedaron por la noche.
Al día siguiente continuaron su marcha en busca de un sitio que ofreciese favorables condiciones para el establecimiento de la tribu, y que fuese también un centro estratégico para el cumplimiento de la misión que traían.
Pero grande sería el asombro de Huanca y los suyos, cuando, al trasponer la quebrada de Pucarani irrumpieron de los cerros hordas bárbaras que los atacaron inesperadamente. El ejército que lo acompañaba y los hombres del pueblo huanca, detuvieron la marcha y se aprestaron para la lucha, protegiendo a las mujeres y a los niños.
La lucha fue encarnizada, por momentos Huanca sufría la sensación de que aquel mismo día fracasaría su misión, porque los naturales, azuzados por las salvajes hordas de chiriguanos eran en número muy superior. La lucha se tornaba cada vez más difícil y peligrosa, los soldados imperiales y los hombres huancas llevaban todas las de perder; pero en un rapto de desesperación las mujeres huancas entraron en la lucha y ello decidió su triunfo en aquella batalla memorable.
Los chiriguanos y los demás lugareños nunca habían visto luchar a las mujeres, de modo que la presencia de ellas en la batalla los desconcertó y tuvieron que dispersarse, dejando el campo y el paso completamente en manos de los vencedores.
El curaca Huanca ordenó que la tribu acampase en el mismo campo de batalla. Así fue. Y cuando al día siguiente exploraron los alrededores y se dieron cuenta de que la región contaba con tierras ubérrimas, decidióestablecerse en aquel lugar, que también resultaba un punto estratégico, ya que de allí nunca habían pasado las incursiones de los chiriguanos.
El lugar donde se libró aquella batalla, y en que las mujeres asumieron funciones militares, y donde Huanca dispuso el establecimiento de su tienda de campaña para la pacificación de la zona soliviantada, es el mismo en que actualmente se levanta la ciudad de Huancané.
El curaca Huanca, luego de establecerse de acuerdo con las costumbres que regían la instalación del mitimayaje, inició una sabia campaña de pacificación. En primer lugar ordenó que todos los miembros de su pueblo aprendieran a hablar el idioma de los nativos de la región, al mismo tiempo que buscaran su amistad ofreciéndoles presentes para ganarse sus simpatías.
Esta primera fase de la campaña se cumplió con suma eficacia. Los huancas aprendieron el aymara en poco tiempo; pero en forma mezclada con su propia lengua, característica que ha quedado hasta hoy, y por lo que es fácil distinguir el aymara huancaneño, que presenta voces típicas que no corresponden al aymara general del Altiplano.
En una segunda fase iniciaron una intensa campaña de persuasión para que los naturales repudiaran a los chiriguanos y se sometieran a la corona del Cusco con lealtad. Esta campaña dio también muy buenos resultados; pues pronto los naturales se dieron cuenta de que los chiriguanos eran hombres de cultura inferior a ellos y que no merecían llamarlos sus "salvadores y libertadores", como se habían enseñoreado hasta entonces. Muchos de los habitantes llegaron a internarse hasta las viviendas de los chiriguanos, dándose cuenta de la vida bárbara y salvaje que llevaban y muy pronto se despojaron de su influencia. Desde entonces quedó la costumbre de que los habitantes del Altiplano bajen a los valles del Beni en busca de las especies que cultivan ya que antes sólo los chiriguanos les traían dichas especies.
En una última fase, el curaca Huanca organizó las tribus dispersas de la región en comunidades y ayllus de Anansaya, los de las serranías y ayllus de Urinsaya, los de los bajíos, próximos al lago.
La campaña unificadora de Huanca y su pueblo repercutieron en el Cusco y en todo el imperio como ejemplo de un nuevo sistema de conquista. Y su ascendencia sobre los pueblos pacificados llegó a tener memoria rayana en lo mitológico. Pues se decía que si el lago había parido, para el imperio de los hijos del Sol, a Manco Cápac, el curaca Huanca representaba la restitución cósmica de las quebradas a los picachos, de los valles a las punas, y de los ríos el lago milenario, en un intercambio de fuerzas telúricas, haciendo hombres conductores y salvadores de la humanidad.
El curaca Huanca vivió muchos años y murió muy anciano. Le sucedió su hijo mayor, Huancarani, quien gobernó la región siempre con la misma fidelidad que su padre para la corona del Cusco. Huancarani fue sucedido a su vez por su hijo Huancané.
Cuando al imperio inca llegó el reinado de Huayna Cápac, asumió el gobierno de la zona el joven curaca Huancané. Y en estas circunstancias volvieron a insurreccionarse los chiriguanos al mando de Yagualtinte.
Huancané organizó un ejército y partió hacia las selvas, en busca de los insurrectos; pero en el camino se tropezó con la vivienda solitaria del yatiri Pacharia. Este le pronosticó la inutilidad de esa campaña, aconsejándole que se quedara a gobernar y proteger solamente la zona andina. Pero Huancané, teniendo en sus venas el ardor de la juventud y la pujanza de sus mayores, prosiguió su marcha sin oír consejos. Más, como le había vaticinado Pacharia, la suerte le fue adversa en la campaña: fracasó en sus propósitos. Con su ejército casi diezmado por el clima antes que por el propio enemigo, insistió inútilmente en avasallar a los indomables chiriguanos. Pedía refuerzos al Cusco y estos no llegaron nunca. Y un mal día llegó la noticia de que Huayna Cápac había muerto, y peor aún: que sus hijos Huáscar y Atahualpa se debatían en cruentas luchas.
Años más tarde supo que Huáscar había caído en manos de Atahualpa, y este en manos de los desconocidos españoles. Entonces organizó un nuevo ejército para ir a luchar por el reino de su soberano. Y cuentan que cuando los españoles llegaron al Cusco y Manco Inca se fugó preparando el primer intento de liberación de su pueblo, buena parte de los soldados indios que sitiaron el Cusco, en 1636, fueron súbditos de Huancané. Y que cuando recibió la noticia de la definitiva derrota de Manco Segundo, se declaró Inca sucesor de Huayna Cápac y pretendió marchar él mismo en busca de los españoles; pero su ancianidad le impidió encabezar una campaña militar.
El inca Huancané vivió sus últimos años atormentado por el dolor de ver y sentir derrumbarse el imperio de sus mayores. Y empleó sus últimas energías en sembrar en el alma y el corazón de su pueblo la idea de que nunca se dejaran avasallar por los hombres blancos y barbudos que habían exterminado la estirpe de los reyes incas. Aquella siembra se enraizó en la conciencia de los pueblos de la zona como un designio, que con el correr de los tiempos se ha convertido en lema y norma de conducta social de los huancaneños, los viriles descendientes del inca Huancané.
De esta manera, un poco mítica y rodeada de leyenda, Portugal Catacora nos explica el porqué de la denominación de esta parte del territorio altiplánico, lo cual debe ser tomado con las reservas del caso debido a que, como todo lo mítico, este contiene elementos reales y otros imaginarios, que deben ser valorados adecuadamente. En todo caso, esta historia nos muestra la importancia de Huancané desde tiempos muy antiguos.
Con la llegada de la Conquista y asentada la dominación española, el pueblo de Huancané se convirtió en uno de los asentamientos más importantes. Con la organización de las reducciones por el virrey Toledo se conformó un núcleo urbano sobre la base de las antiguas encomiendas de Juan Gonzáles Sotelo, otorgadas por el licenciado Castro, y la de Juan Maldonado de Buendía, a quien la dio de merced el virrey Enríquez. Dicha reducción estuvo conformada por un total de 3.394 indígenas, de los cuales 753 eran tributarios; 480 de ellos aymaras y los 273 restantes uros.
En 1780, cuando el levantamiento de Túpac Amaru, Pedro Vilcapaza incendió Huancané, y según Romero, "desde entonces labró la decadencia le este pueblo", pues sus habitantes emigraron en masa hacia otros lares.
Es precisamente por estos años de profundo odio, resentimiento y rebeliones por los abusos cometidos por los españoles que se gesta el apelativo “matacura”.
Como es sabido, la gesta revolucionaria de José Gabriel Túpac Amaru II, despertaría la más grande esperanza por parte del pueblo indígena oprimido, quien puso la sangre, el sudor y las lágrimas para sacudirse de las pesadas cadenas a las que estaba sometido.
Pero de la misma manera generó el más acendrado y desesperado odio de los detentadores del poder, y uno de estos fue el clero, quien se convirtió en acérrimo defensor del viejo orden. Los sacerdotes corruptos, concupiscentes, avaros, vividores del trabajo ajeno, no escatimaron fuerzas para denigrar, calumniar a las huestes revolucionarias, ofreciendo el perdón y el cielo a quien denunciara a los tupacamaristas, es por ello que muchos de los curas españófilos fueron ajusticiados en medio de la tormenta revolucionaria desatada.
Huancané fue uno de estos lugares donde la opresión de la Iglesia fue castigada con la muerte, es de allí que nace el apelativo de “huancaneño matacura”.
Con el correr del tiempo se produce la Independencia, en la cual grupos criollos descontentos con el Gobierno colonial deciden cambiarlo.., para que todo siga igual. Entonces Huancané entrará en la República con todos sus problemas y perspectivas, las cuales se mantienen hasta hoy.
Huancané y su creación política se enmarcan en medio de los continuos conflictos e intereses de los grupos terratenientes subsistentes a la Independencia; estos presionan de una u otra manera al débil y naciente Estado peruano para establecer territorios y delimitaciones que favorezcan sus intereses económicos y comerciales, es por ello que las demarcaciones son tan imprecisas y favorecen a los que detentan el poder en una región.
Según el historiador huancaneño, Juan Luis Ayala Loayza, la provincia de Huancané fue creada por Decreto Supremo del 21 de junio de 1825. Por Ley del 19 de setiembre de 1827, Huancané es señalado específicamente como capital de la provincia del mismo nombre.
Precisamente esta creación se da por intereses muy particulares, en este caso de personajes que permanecen ocultos pero que la historia debe desentrañar.
En 1828-1830 llega a Huancané el laureado ciudadano arequipeño don Antonio Riveros, que después de poco tiempo contrajo matrimonio con Estela Gonzales, hija del entonces capitán y vecino notable de Huancané, Juan Gonzáles De La Rivera. El matrimonio Riveros Gonzáles adquirió una gran influencia por toda las ciudades del sur: Puno, Chucuito, Lampa, Azángaro, incluso en las ciudades de Lima y Arequipa, quienes con su influencia y en su afán de controlar e intensificar la producción lanera, impulsan el reconocimiento de Huancané como uno de los pueblos más importantes en el Altiplano, por lo que posteriormente muchos comerciantes o empresas se interesarían en exportar la fibra de alpaca y lana de oveja de Huancané hacia Inglaterra, destacándose, por ejemplo, el caso de Hipólito Sánchez, que fue uno de los famosos comerciantes laneros de la región, quien además ocupó cargos como diputado por Huancané y alcalde de Cojata.
Antonio Riveros, al ser personaje notable de la ciudad de Huancané y respetado por sus grandes influencias políticas en Lima, planeaba adquirir algunas haciendas que estaban en Cojata. Llegando allí en 1835 se apodera de extensos terrenos y pastizales, engañando a los pobladores con productos de primera necesidad, como "trueque", conformando una vasta hacienda en base a descaradas estafas.
En cuanto a la población urbana, Riveros en forma dinámica cambió la dependencia de los pueblos de la zona de Moho a Huancané, ya que este adquirió grandes porciones de terreno urbano, y además gestionó la capitalización de Huancané como provincia, después del decreto dictatorial fechado el 2 de mayo de 1854, modificado por el Congreso el 29 de diciembre de 1856.
Durante la República, Huancané se distinguió por las valerosas y persistentes rebeliones contra el gamonalismo.
En 1915 se produce la insurrección de gran trascendencia al mando del mayor Teodomiro Gutiérrez Cuevas, quien con el seudónimo de Rumi Maqui lideró el ataque contra los hacendados de esta parte del Altiplano. Los huancaneños nuevamente hicieron sentir su fuerza viril y aguerrida, haciendo gala del apelativo de huancaneño rebelde.
En los años 1921 — 1924, Huancané vivió la época de rebeldía, esta vez encabezado por líderes campesinos de la provincia, como Carlos Condorena, Mariano Paco, Mariano Wawaluque, Eduardo Quispe, Mariano Luque, Rita Puma y otros, teniendo como epicentro el lugar denominado Fluancho, el mismo que mediante un magno Congreso Campesino fuera declarado como capital de la nueva República Tahuantinsuyana del Perú, con el nombre de la Ciudad de la Nieves de Huancho Lima.
Desde los inicios de 1900, en pleno proceso de consolidación del colonialismo interno, los grandes dueños de tierras crearon el abuso y terror en el departamento de Puno, siendo la provincia de Huancané una de las más afectadas. Alimentados por su codicia y ambición de enriquecimiento, emprendieron con voracidad el agrandamiento de sus propiedades, se apoderaron de los territorios de las comunidades y ayllus habitados por indefensos aymaras y quechuas. Mediante la obtención de escrituras falsas y despojos infames sembraron la muerte y la destrucción en las comunidades y parcialidades de Huancané, convirtiéndose de la noche a la mañana en grandes dueños de tierras y vidas, con la complicidad infame de las autoridades de la provincia.
Frente a los continuos desmanes que cometían los hacendados y autoridades de Huancané, los líderes indígenas Carlos Condorena, Mariano Luque, Rita Puma, Antonio F. Luque, Mariano Pacco y otros, emprendieron varios viajes a Lima para presentar quejas y buscar sanción para los culpables de masacres, asesinatos y despojos, sin conseguir sus propósitos. Entonces optaron por actuar organizadamente, siendo estas las acciones más resaltantes:
La fundación de la primera Escuela Rural en Aña Huancho, por el maestro Mariano Luque Corimayhua.
El funcionamiento de varias Escuelas Rurales clandestinas en las comunidades y parcialidades de Huancané, Vilquechico, Inchupalla, Rosaspata, Moho, entre otros.
La fundación de la Ciudad de las Nieves de Huancho Lima, en un acontecimiento sin precedentes, el 3 de agosto de 1923, como la nueva capital de la República Tawantinsuyana del Perú.
Estas acciones fueron vistas con odio y desprecio por los gamonales afincados en Huancané, entonces
fraguaron una serie de calumniosas acusaciones pidiendo al Gobierno de Augusto B. Leguía el envío de tropas, intensificando los hostigamientos en las comunidades y haciendas.
Así lograron la presencia del Ejército, que llegó a bordo del vapor El Inca, y desembarcó en el muelle de Vilquechico, el 13 de diciembre de 1923, al mando del mayor Luis Vinatea, con 50 soldados del BI N° 15 de Puno.
EI domingo 16 de diciembre de 1923, antes que raye el alba, Huancho Lima es tomado por asalto: fue una masacre sin piedad. Incendiaron todas las habitaciones de la Ciudad de las Nieves y cuantas casas encontraban a su paso. Muchos dirigentes fueron capturados y conducidos a la cárcel de Huancané, algunos de ellos, como Evaristo Corimayhua, tuvieron peor suerte: fueron fusilados en el acto, en la misma plaza de armas.
En Moho, la valerosa dirigente Rita Puma fue cruelmente torturada hasta perder la vida; el dirigente Mariano Luque Corimayhua corrió igual suerte: la noche del 10 de enero del 1924 fue sacado de la cárcel de Huancané y conducido a Kuka Uta, donde fue fusilado y fondeado en el río Huancané; Mariano Pacco Mamani se salvó de la muerte en igual situación, lanzándose al río antes de los disparos. Los indígenas enjuiciados fueron centenares, estando a la cabeza quien fuera designado como Presidente de la República, don Carlos Condorena Yujra, de gran ascendencia ética y política en la provincia de Huancané.
Precisar la cantidad de campesinos y dirigentes asesinados resulta muy difícil, ya que muchos de ellos fueron enterrados por los propios militares en fosas comunes durante las noches, otros que estuvieron presos fueron fondeados en el río Huancané, algunos fueron obligados a cavar su propia tumba en el panteón de Huancané y luego enterrados ahí mismo; algunos hallan de miles de muertos.
Si bien las consecuencias fueron funestas, este acontecimiento histórico es aún más importante, ya que a partir de entonces el Gobierno se vio obligado a tener que autorizar la creación de Escuelas Rurales para la educación de los hijos de los quechuas y aymaras.
Como demostramos, Huancané tiene una rica y valiosa experiencia de lucha por la defensa de la tierra y la vida; esta, sin embargo, no ha sido sistematizada ni menos comprendida a cabalidad, por lo que se tiene que estas reacciones de lucha y rebeldía sean consideradas de gente atrasada e ignorante, lo cual es una manera de encubrir el fracaso del oprobioso sistema republicano para mejorar las condiciones de vida del pueblo huancaneño, el que valiente y decididamente se lanza a la lucha cuando la opresión y la injustica apremian.